UNA PROPUESTA DECENTE

DE CHILE INFORMA EDICIÓN Nº 555.

UNA PROPUESTA DECENTE

Refiriendose a los presos políticos militares y de orden

La solución ideal es que ellos salgan en libertad ahora y ello
sería posible si nuestras autoridades hicieran cumplir las leyes.
Pero sabemos que eso no ocurre. La ley de amnistía que está
vigente, no se aplica, y dejan de aplicarla los mismos que
tendrían que ejecutarla.
Los delitos prescriben. Los más graves a los 15 años de
ocurridos. Aquí todos los delitos que se imputan a los
uniformados, tienen más del doble de ese tiempo.
La solución ideal, planteada incluso por la Iglesia Católica, fue
desechada por el Presidente, por el gobierno.
Sin embargo, en los últimos meses, desde hace muy poco, el
gobierno y, por extensión, el ministerio de Justicia y más
abajo, Gendarmería, se han allanado a algo que es muy
positivo.
Han concedido a dos de los 65 presos políticos que están en
Santiago el beneficio de la libertad por el día domingo.
Los dos favorecidos son de Carabineros, un oficial y un
suboficial. Uno de ellos, disfruta de esta medida desde hace
como cinco meses.
El otro solamente desde hace un par de meses.
Es cierto, y estamos de acuerdo, que es poco, pero poco es
más que nada.
La salida del día domingo está expresamente establecida, es
un derecho, que siempre se negó a los presos militares, pero
que ahora se comenzó a dar en forma muy restringida a los
muchos que le corresponden.
Nuestra acción tiene que ser decisiva y para eso necesitamos
hechos concretos, no palabras.
Proponemos medidas concretas y realizables.
En Santiago y en particular en el Edificio de la Alameda 1452,
donde está el Círculo de Oficiales en retiro, funcionan distintas,
muchas, organizaciones que agrupan a personal de nuestras
fuerzas armadas en retiro.
No podría ser por ejemplo, que cada una de esas
organizaciones, aporte personas para instalarse en tres sillas,
detrás de igual número de mesas, para pedir en las calles de la
capital, a las personas que firmen adhiriendo a la libertad de
los presos políticos que, cumplen con los requisitos, para que
puedan salir los domingos.
Si logramos instalar, en distintas comunas de Santiago, cien de
estas mesas, sin duda vamos a lograr un gran impacto.
Es probable que en alguna de las mesas reciban groserías,
incluso agresión, pero es el precio de nuestra misión.
Cada institución de las muchas que existen que agrupan a
uniformados, tiene que coordinar los tiempos, los turnos, etc.
Una mesa con tres personas, donde sus integrantes estén tres
horas trabajando, requiere nueve personas en un día, para
tener 9 horas de trabajo, efectivo.
Y esto lo debiéramos hacer no un día, sino semanas de modo
continuado.
Este sola acción, nos permitirá de paso saber si nuestras
organizaciones, realmente tienen adherentes, o si son
entidades de fachada.
Permitirá además saber si sus miembros están dispuestos a
trabajar por sus camaradas presos.
Por de pronto, indicamos desde ya nuestra disposición de
trabajar en la mesa callejera en que nos pongan.
Pero queremos que en ella estén, de capitán a paje, como debe
ser.
El mismo ejercicio, si queremos, lo podemos repetir en Viña del
Mar, en Valparaíso, en Concepción, en Rancagua o en Chillán.
Aquí es donde nos pueden cooperar entidades como el MUNA,
las mismas esposas y familiares de los presos políticos,
OSPPED.
La Cren, el Centro de Generales y Almirantes, los círculos que
agrupan a coroneles, a tenientes coroneles.
Los regimientos simbólicos, la entidad que agrupa a los
comandos.
Unofar Stgo, Unofar quinta región, Chile Mi Patria, las ONG JURE y Ciudadanos del Orden, y tantos más.
La pregunta es: ¿Se atreverán nuestros camaradas o les dará
susto?
Les lanzamos, cordialmente, el desafío que hagamos algo en
conjunto por nuestros amigos presos.
Pero empecemos pronto, ojala mañana mismo. No nos
hagamos los lesos.



Distintas acciones para un mismo fin
Lo anterior es una tarea concreta que se puede llevar a cabo,
pero no la única. Hay que realizar distintas acciones, en forma
coordinada.
Necesitamos una fábrica de ideas, proyectos, y para eso
debiéramos formar un equipo de personas que propongan
cosas, cosas realizables.
En ese equipo, por pensar en voz alta, podríamos tener
personas como Alfonso Márquez de la Plata, el general
Fernando Cordero, el ex senador Mario Ríos Santander, el
Almirante Arancibia, etc.
Reiteramos, equipos de trabajo, no de bla bla. Las acciones a
realizar implican gastos y para ello debiera existir un equipo
encargado de reunir recursos.
A lo mejor, si realmente existe un deseo amplio y profundo de
ayudar a los militares presos por razones políticas, podríamos
reorganizar algunas entidades existentes, para potenciar este
objetivo central.
Por ejemplo, entidades como la “Corporación 11 de
septiembre’’ ponerse como tarea única o prioritaria ayudar a
los presos. Y lo mismo se podría conseguir con otras
organizaciones.
Paralelamente, a la recolección de firmas en las calles,
debiéramos formar equipos de visitas.
Debieran ser varios, integrados por tres, cuatro o cinco
personas cada una.
La misión de estos equipos pedir audiencia e ir a conversar
para pedir su ayuda a entidades o personas influyentes.
Visitar por ejemplo, al director de Gendarmería y solicitarle
concretamente que aplique la ley y el reglamento carcelario y
que permita la salida, no sólo de dos personas, sino de todos
los presos que están en Punta Peuco y Cordillera que tienen
ese derecho.
Lo mismo habría que hacer con el ministro de Justicia, con el
del Interior, el de Defensa, y aquellos que se estime
conveniente.
Hay que pedir una audiencia para plantear este tema al
Presidente de la República, el presidente del Senado, de la
Cámara de Diputados, al Contralor….
Al presidente de la Corte Suprema, al presidente de la Corte de
Apelaciones de Santiago, el presidente del Tribunal
Constitucional.
Hay que solicitar audiencias, visitar y conversar con los
directores de diarios como El Mercurio, La Segunda, La
Tercera, Ultimas Noticias, La Hora, Publímetro.
Conversar con los directores de prensa de las emisoras más
importantes, de los canales de televisión.
Si los amigos de organizaciones de la V Región, nos ayudan y
hacen lo mismo en su zona, tenemos un rol doble.
En Valparaíso tenemos el Congreso y el poder político del
senado y de la Cámara es enorme.
Si de mí dependiera, esa tarea se la dejaría en exclusividad a
los amigos marinos de la quinta región.
Tenemos en esa zona ex senadores, altos oficiales de la
Armada en retiro.
Hay que visitar y conversar con cada uno de los senadores de
la UDI y de RN.
Cumplida esa labor hay que seguir con el resto.
Y luego hay que visitar a cada uno de los diputados de la UDI y
de RN, y luego seguir con los otros.
Si hacemos esto que es realizable, pues todos los días decenas
y. más bien, centenas de personas van a conversar con los
parlamentarios, estamos realizando un lobby real a favor de los
nuestros.
Hoy estamos haciendo poco o nada. Sabemos solamente de la
CREN que ha efectuado labores con los parlamentarios.

Por el general Eduardo Iturriaga nos enteramos que bastó la
visita de un general en servicio activo a Punta Peuco para que
modificara la decisión de iniciar el paro.
En conjunto, nos ha dicho el general Iturriaga, tras conversar y
reunirse con un general, oficiales y suboficiales de Punta
Peuco decidieron, de consuno, cancelar el paro.
Pues bien, hagamos nosotros lo mismo, pero en sentido
inverso.
Tenemos muchos generales en retiro.
Es cosas que los generales de Ejército ® de nuestro país se
pongan de acuerdo, y en número de tres, por dar una cantidad,
visiten a cada uno de los generales de Ejército, con excepción
del comandante en jefe.
Y en esa reunión le pidan su apoyo y el del Cuerpo de
Generales para ayudar a obtener la salida dominical de
nuestros camaradas presos que pueden acceder.
Luego, nuestros generales ® busquen a los más idóneos para
conversar este tema con el general Fuente Alba.
Al general Fuente Alba hay que invitarlo a sumarse con fuerza,
con ganas a esta iniciativa.
Y como hay varias entidades que son presididas por generales,
cada una de esas organizaciones debiera ir a visitar al
comandante en jefe para pedirle lo mismo.
La Armada de nuestro país tiene un número importante de
almirantes en retiro y ellos perfectamente pueden cooperar
visitando y solicitando lo mismo a cada uno de los almirantes
en servicio activo.

En lo personal tengo una gran confianza en la Armada de mi
país. Antes del 11 de septiembre de 1973, el recordado
Almirante Merino, un hombre de excepción, fue clave para la
realización de un 11 de septiembre.
Su sucesor actual, el almirante González, puede ser pieza
fundamental para ayudar a nuestros prisioneros militares
políticos.
Tengo la impresión que él tiene más ganas de cooperar que
incluso otros oficiales que debieran estar en la primera línea.
Lo mismo necesitamos hacer en la Fuerza Aérea.

En la ONG Ciudadanos del Orden, tenemos a varios generales
® trabajadores, quienes perfectamente pueden visitar a sus
pares.
Independiente de esto, necesitamos grupos de excelencia
integrados por civiles y uniformados de distintas instituciones
que pueden visitar a otras personalidades.
La gran ayuda que brindó la Iglesia Católica, pero que no
prosperó por la negativa presidencial, la podemos tratar de
activar.
Hemos fracasado totalmente en ganar la simpatía y el apoyo de
la ciudadanía, de la opinión pública.
Es absurdo que teniendo a lo menos 50 periodistas de nuestro
lado no tengamos a lo menos un equipo de prensa, integrado
por unos 10 profesionales, que esté trabajando de modo
permanente a favor de nuestra causa.
Pero para eso, necesitamos tener una oficina, un lugar.
Sin duda, vamos a necesitar ayuda de abogados y hay que
tener un equipo de profesionales que nos cooperen.
Es probable que más de algo diga y con mucha razón, pero
fijarse como tarea obtener que tengan un día libre a la semana
es poco.
Pero hay que dar el primer paso. En nuestros campos con
mucha sabiduría se dice que comiendo da apetito.
Hay que empezar. No todo lo podemos hacer de golpe.
Dios que era Dios, hizo el mundo y al ser humano es seis días,
no en uno.
Pero Dios lo hizo, partió con su labor creadora. A nosotros,
Amigos, nos falta partir y caminar, levantarnos como Lázaro.
Ojalá estemos de acuerdo y trabajemos, repito, trabajemos, por
los nuestros.

Periodista universitario Fernando Martínez Collins.