miércoles, 3 de abril de 2013

Teillier, Arancibia y las ministras"





Para los historiadores, caben dos opciones: o dedicarse a cualquier otra disciplina y permitir que se mienta a destajo, o seguir haciendo el paciente esfuerzo por develar el pasado. Prefiero la segunda, la de Jaime Eyzaguirre, la de Mario Góngora, la de Gonzalo Vial..."

Gonzalo Rojas
Columnista de El mercurio

Según Guillermo Teillier, cuando él reivindica -en pleno 2013- el camino de la lucha armada encabezado por el Frente Manuel Rodríguez durante el gobierno militar, lo único que hace es decir "una verdad sobre sucesos históricos".


Lo mismo afirma la historiadora Patricia Arancibia, al defender el texto que le ha censurado la ministra de Justicia de un gobierno que se llama de centroderecha. "Lo allí expresado se ajusta absolutamente a los hechos y a las fuentes históricas", ha dicho la investigadora perseguida. Aun así, sus afirmaciones sobre Allende y sobre la amnistía del Presidente Pinochet en el texto que ha sido proscrito han resultado inaceptables para la actual secretaria de Estado. Por eso el libro fue a parar a la bodega.


Paradójicamente, el presidente del Partido Comunista ha recibido un llamado de atención de la vocera de Gobierno -sí, de la colega ministra de aquella otra ministra, justamente de la que ha censurado la verdad sobre el pasado-. ¿En qué quedamos entonces? ¿Hay o no evidencias históricas que comprometen la conciencia? ¿Existen el bien y el mal en el pasado de Chile?


Depende. Para las ministras, depende. Y, razonablemente, por todos los antecedentes de estos tres últimos años, para el Presidente, depende. Para su actual ministro del Interior, depende...


Depende de lo que signifique cada opinión en relación con la próxima elección. Si afirmar que Allende era marxista es percibido como ofensivo, debe eliminarse. Si el terrorista Teillier pudiera llegar a integrar un eventual gobierno Bachelet, sus afirmaciones deben destacarse, para perjudicar esa candidatura. Una vez más, es la verdad al servicio de la conveniencia del momento.


En todo caso, no son solo los políticos de circunstancia los que se atreven a desafiar al oficio de historiador. No son solo los legisladores que han presentado el proyecto de ley aquel, el que busca prohibir toda investigación independiente sobre el desastre de la UP y la restauración efectuada por el gobierno militar. También ha habido depredadores de la verdad entre los empresarios más destacados.


Hace unos años -te comprendo Patricia-, la Confederación de la Producción y del Comercio encargó un libro llamado "Historia del gremialismo empresarial". En más de 260 páginas ilustradas, se hicieron cientos de afirmaciones bien fundadas. Una, solo una, no les gustó a dos de aquellos próceres, hoy ya fallecidos. Editor de aquel texto, hube de padecer en la voz de aquellos emprendedores, tan ilustres como desubicados, una presentación pública que tuvo más de agravio que de elogio.Y a pesar de un informe posterior de 70 páginas que explicaba la afirmación que les resultaba incómoda, el libro, hasta hoy, se encuentra en una bodega.


¿Y cómo reaccionan los historiadores ante estas agresiones? En general, con el silencio.


Hasta el momento en que envío estas líneas, ni la Academia Chilena de la Historia, ni la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, ni ninguno de los institutos de Historia de las universidades chilenas ha expresado su parecer sobre el caso Arancibia. Tampoco lo han hecho los premios nacionales de Historia, ni historiadores que han sufrido problemas similares, como le sucedió a Cristián Gazmuri con su biografía de Frei Montalva. De los centros de alumnos de historia no podría esperarse casi nada: prácticamente todos han sido capturados por la ideología y la movilización.


Caben dos opciones: o dedicarse a cualquier otra disciplina y permitir que se mienta a destajo, o seguir haciendo el paciente esfuerzo por develar el pasado.


Prefiero la segunda opción, la de Jaime Eyzaguirre, la de Mario Góngora, la de Gonzalo Vial.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si hay algo que nunca me ha aparecido, es la desidia. Atingente a personas ambiguas, inciertas, con falta de compromiso y con una incapacidad de dar resolución a situaciones tan relevantes como es la confesión del comunistoide Teillier.
Ninguno de los comentarios o entrevistados políticos que he leído a la fecha mencionan que realizarán algo concreto con respecto a los hechos mencionados por este seudo político amante de la democracia, siempre y cuando a él le convenga.
Las frases ambiguas se tropiezan entre sí para dar paso a una incertidumbre frente a acciones que deben originarse !ya¡
Unos dicen…”que pensarán en hacer algo”,otros, “que analizarán las acciones a seguir”, “estudiaremos el caso” etc etc.Es decir, vamos a ver, hay que, quizás, a lo mejor, posiblemente, quién sabe, tal vez, etc etc. Mejor dicho un “saludo a la bandera”
Frente a las graves afirmaciones de este dirigente marxista no cabe otra acción que una denuncia ante la justicia por crímenes de lesa humanidad o cualquier otro “dibujo legal”, da lo mismo, la cosa es que estamos frente a un criminal y, así como se han juzgado a nuestros soldados por posibles crímenes, por haber dado una orden, también debería enjuiciarse a este mal nacido por ordenar asesinar. Este es una situación muy parecida a la del narco colombiano Escobar, él no mato quizás a nadie pero dio la orden.
Seamos consecuentes, pero aquí algo hay que hacer y ya. Habrá alguien que tenga los pantalones para enjuiciarlo o como dice el dicho “se les aconcha los meaos?”.
Si no se pone punto final, es que estamos muy mal, lo que sí sé es que nosotros, los que no estamos ni a la izquierda ni a la derecha tenemos que actuar, seremos pocos, pero hay que recordar el dicho…”nunca tantos debieron tanto a tan pocos”, y esos somos nosotros

Malv

Anónimo dijo...

Si hay algo que nunca me ha aparecido, es la desidia. Atingente a personas ambiguas, inciertas, con falta de compromiso y con una incapacidad de dar resolución a situaciones tan relevantes como es la confesión del comunistoide Teillier.
Ninguno de los comentarios o entrevistados políticos que he leído a la fecha mencionan que realizarán algo concreto con respecto a los hechos mencionados por este seudo político amante de la democracia, siempre y cuando a él le convenga.
Las frases ambiguas se tropiezan entre sí para dar paso a una incertidumbre frente a acciones que deben originarse !ya¡
Unos dicen…”que pensarán en hacer algo”,otros, “que analizarán las acciones a seguir”, “estudiaremos el caso” etc etc.Es decir, vamos a ver, hay que, quizás, a lo mejor, posiblemente, quién sabe, tal vez, etc etc. Mejor dicho un “saludo a la bandera”
Frente a las graves afirmaciones de este dirigente marxista no cabe otra acción que una denuncia ante la justicia por crímenes de lesa humanidad o cualquier otro “dibujo legal”, da lo mismo, la cosa es que estamos frente a un criminal y, así como se han juzgado a nuestros soldados por posibles crímenes, por haber dado una orden, también debería enjuiciarse a este mal nacido por ordenar asesinar. Este es una situación muy parecida a la del narco colombiano Escobar, él no mato quizás a nadie pero dio la orden.
Seamos consecuentes, pero aquí algo hay que hacer y ya. Habrá alguien que tenga los pantalones para enjuiciarlo o como dice el dicho “se les aconcha los meaos?”.
Si no se pone punto final, es que estamos muy mal, lo que sí sé es que nosotros, los que no estamos ni a la izquierda ni a la derecha tenemos que actuar, seremos pocos, pero hay que recordar el dicho…”nunca tantos debieron tanto a tan pocos”, y esos somos nosotros

Malv

Anónimo dijo...

Si hay algo que nunca me ha aparecido, es la desidia. Atingente a personas ambiguas, inciertas, con falta de compromiso y con una incapacidad de dar resolución a situaciones tan relevantes como es la confesión del comunistoide Teillier.
Ninguno de los comentarios o entrevistados políticos que he leído a la fecha mencionan que realizarán algo concreto con respecto a los hechos mencionados por este seudo político amante de la democracia, siempre y cuando a él le convenga.
Las frases ambiguas se tropiezan entre sí para dar paso a una incertidumbre frente a acciones que deben originarse !ya¡
Unos dicen…”que pensarán en hacer algo”,otros, “que analizarán las acciones a seguir”, “estudiaremos el caso” etc etc.Es decir, vamos a ver, hay que, quizás, a lo mejor, posiblemente, quién sabe, tal vez, etc etc. Mejor dicho un “saludo a la bandera”
Frente a las graves afirmaciones de este dirigente marxista no cabe otra acción que una denuncia ante la justicia por crímenes de lesa humanidad o cualquier otro “dibujo legal”, da lo mismo, la cosa es que estamos frente a un criminal y, así como se han juzgado a nuestros soldados por posibles crímenes, por haber dado una orden, también debería enjuiciarse a este mal nacido por ordenar asesinar. Este es una situación muy parecida a la del narco colombiano Escobar, él no mato quizás a nadie pero dio la orden.
Seamos consecuentes, pero aquí algo hay que hacer y ya. Habrá alguien que tenga los pantalones para enjuiciarlo o como dice el dicho “se les aconcha los meaos?”.
Si no se pone punto final, es que estamos muy mal, lo que sí sé es que nosotros, los que no estamos ni a la izquierda ni a la derecha tenemos que actuar, seremos pocos, pero hay que recordar el dicho…”nunca tantos debieron tanto a tan pocos”, y esos somos nosotros

Malv