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martes, 16 de diciembre de 2008

MITOS SOBRE LA MEDITERRANEIDAD DE BOLIVIA



"APORTES" DEL PRESIDENTE VENEZOLANO AL CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA DE CHILE: REFUTACIÓN A LOS MITOS SOBRE LA MEDITERRANEIDAD DE BOLIVIA
Recibido: 18/dic/2003

Por Bernardo Arévalo V
Universidad del Bío - Bío, Sede Concepción

El actual Presidente de Venezuela Hugo Chávez, ha ocupado hace días muchos titulares de la prensa del país, desde que en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, aprovechando la tribuna de la XIII Cumbre Iberoamericana, solidarizó con Bolivia en su permanente demanda de una salida soberana al Océano Pacífico.

Sin entrar a cuestionar el lenguaje empleado por el mandatario venezolano ni la ocasión para tal postura, que son aspectos accesorios del tema central que es nuestra relación con Bolivia, debemos reaccionar con madurez y aprovechar esta coyuntura o gaffe diplomático para fortalecer, entre nosotros, la comprensión de la génesis del aparente conflicto en que Chile aparece como el prepotente vencedor de una guerra injusta y el culpable del subdesarrollo boliviano.


Las reacciones emotivas impiden actuar con sensatez porque generalmente las emociones no requieren conocimiento para el hacer o el decir. Por lo tanto los medios de comunicación, que dicen "formar e informar a la opinión pública”, deben actuar con mayor solidez y respeto con esa opinión pública, ayudándola a comprender la raíz del problema.

Actuando como se plantea, los chilenos superaremos las reacciones patrioteras y las actitudes soberbias e incluso, apoyaremos o rechazaremos conscientemente, las proposiciones que las autoridades eventualmente tomen sobre el tema del enclaustramiento boliviano.

MITOS SOBRE EL PROBLEMA BOLIVIANO.

1.- Bolivia siempre tuvo mar.

2.- Chile obtuvo la costa boliviana como botín de guerra.

3.- El subdesarrollo boliviano disminuiría con acceso soberano al Océano Pacífico.

4.- La solución del problema depende sólo de Chile.


Conocer antecedentes históricos ayudarán a desmitificar el tema y éstos son los temas que debemos encontrar en la prensa y no festinar las relaciones con los países vecinos, porque un país, a diferencia de las personas, no puede cambiarse de vecindario.

MITO1: BOLIVIA SIEMPRE TUVO COSTA EN EL OCEANO PACIFICO.

Con posterioridad a la lucha por la independencia, los Estados surgidos en América, se encontraron entre otros problemas, con la indefinición de los territorios que les pertenecían y constituirían los nuevos países; sabiamente, los gobernantes libertadores comprendieron la complejidad de la situación y la imposibilidad de resolverlos de inmediato; más urgente era asegurar la independencia y luchar porque España no recuperara sus colonias. Con este fin, los países acordaron postergar el tema de los límites y respetar o hacer respetar los siguientes principios hasta que la situación permitiera avocarse a la delimitación territorial:

a) res nulluis es decir afirmar que en América no había territorios sin dueños, para advertir a cualquier potencia que el alejamiento de España no significaba que sus antiguos dominios quedasen a disposición de aventureros.

b) utis possidetis de 1810, a través de este principio los nuevos estados se reconocían mutuamente herederos de los territorios que comprendían las divisiones administrativas españolas hasta 1810; en otras palabras, Chile heredaba los territorios que se conocían como Chile, bajo la corona española, y

c) se mantendría la situación en statuo-quo, es decir, sin modificación hasta la fijación definitiva de los territorios que a cada cual le correspondería.

¿Cuál fue la situación de Bolivia al respecto?

Habiéndose creado Bolivia el año 1825, en una Asamblea realizada en Chuquisaca organizada por Antonio José de Sucre, no le es aplicable los acuerdos anteriores, en su condición de estado independiente, sino en cuanto era parte de la antigua Audiencia de Charcas, perteneciente al virreynato del Río de la Plata; dicha Audiencia nunca tuvo acceso soberano al Océano Pacífico, como lo demuestran los títulos y documentos desde el año de su creación en 1559. Al margen de lo anterior Charcas tuvo acceso al mar desde 1592, como lo afirma Jaime Eyzaguirre: “ Por otra parte, una ley de 22 de junio de 1592 dispuso que el puerto de Arica, aunque perteneciente a la Audiencia de Lima, obedeciese las órdenes de Charcas para recibir de allí y encaminar a las personas desterradas, prueba clara de que Charcas carecía de acceso propio al océano”. *

Sin abundar en mayores antecedentes, por la naturaleza de divulgación del presente trabajo, basta que los chilenos tengamos la convicción que. Bolivia nació sin acceso soberano al Océano Pacífico.

MITO 2: CHILE OBTUVO LA COSTA BOLIVIANA COMO BOTIN DE GUERRA

La Guerra del Pacifico tuvo como causa inmediata el desconocimiento por parte de Bolivia del Tratado de 1874, acuerdo que había zanjado las discusiones que desde 1843 mantenían Chile y Bolivia, por los dispares criterios para entender los alcances de la política del presidente Manuel Bulnes que en 1842, en mensaje dirigido al Congreso, planteaba que se consideró necesario “mandar una comisión exploradora a examinar el litoral comprendido entre el puerto de Coquimbo y el morro de Mejillones con el fin de descubrir si en el territorio de la República existían algunas guaneras cuyo beneficio pudiera proporcionar un ramo nuevo de ingreso a la hacienda pública”.

Si consideramos que Mejillones se sitúa en los 23º S. Chile al menos en lo inmediato, asumía que su límite norte era ése, aún cuando podía documentalmente fundamentar derechos hasta los 21º 45 S que es la ubicación de la desembocadura del río Loa límite Sur del Perú.

En 1866 la presencia de una flota de guerra Española y el inminente peligro que ello significaba para las débiles repúblicas americanas, fortaleció el espíritu americano, pasando a segundo plano las discusiones regionales; esta situación llevó a Chile a firmar el año 1866 un tratado con Bolivia que, en esencia, consistía en fijar el límite entre estos países a la altura del paralelo 24º repartiéndose ambos países el 50 % de los recursos obtenidos de las presentes y futuras entradas por la venta del guano explotado entre los paralelos 23º y 25º.S.

Los disturbios internos de Bolivia y la característica anarquía del país impidieron consolidar un arreglo a todas luces conveniente para dicho país fortaleciendo, en cambio, los gobiernos de facto una actitud de sospecha hacia la intenciones de Chile en relación a los territorios costeros recién cedidos a Bolivia lo que estrechó la cercanía con el Perú y la firma de un tratado secreto entre ambas naciones que, en realidad, era una alianza contra Chile.

La dificultad de aplicar los términos del tratado de 1866 referidos a la repartición de los hipotéticos ingresos entre los paralelos 23 y 25º S., explica en parte la firma del Tratado de 1874 cuyo posterior desconocimiento por parte de Bolivia, finalmente generará la guerra del Pacífico en 1879.

El Tratado de 1874 mantuvo el límite norte en el paralelo 24ºS, renunciando Chile a sus derechos establecidos en el acuerdo de 1866. A cambio de lo anterior se estableció en su artículo 4º a “por el término de 25 años", a que “las personas, industrias y capitales chilenos” situados en la zona renunciada por Chile al norte del paralelo 24, “no quedarían sujetos a más contribuciones. de cualquiera clase que sean, a las que al presente existen” **.

Bolivia, gobernada por Hilarión Daza, quien asumió el poder por medio de un golpe de estado, poco tiempo después de la ratificación del Tratado de 1874, en 1878 aprobó una ley que grababa las exportaciones de salitre realizadas por la Cia de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, de capitales chilenos y por lo tanto amparados por la cláusula correspondiente del Tratado de 1874.

No lográndose una solución satisfactoria al problema y negándose el gobierno boliviano a someter el asunto a arbitraje, el gobierno chileno en nota a Bolivia plantea:

“Roto el tratado de 6 de agosto de 1874, porque Bolivia no ha dado cumplimiento a las obligaciones en él estipuladas, renacen para Chile los derechos que legítimamente hacía valer antes del tratado de 1866 sobre el territorio a que ese tratado se refiere. En consecuencia, el Gobierno de Chile ejercerá todos aquellos actos que estime necesarios para la defensa de sus derechos y el Excelentísimo Gobierno de Bolivia no debe ver en ellos sino el resultados lógico del rompimiento que ha provocado y de su negativa reiterada para buscar una solución justa e igualmente honrosa para ambos países” ***

Por lo tanto, Chile no obtuvo de Bolivia territorios como botín de guerra sino restitución de sus derechos históricos, producto de haber sido roto, por Bolivia, el Tratado de 1874; por tanto, la situación con respecto a las costas de Antofagasta se retrotrajeron a la situación anterior al 6 de agosto de 1874.

MITO 3: EL SUBDESARROLLO BOLIVIANO ES PRODUCTO DEL ENCLAUSTRAMIENTO.

El Problema de subdesarrollo de los países de América Latina fue el tema económico, político y social de las discusiones de gobiernos y pueblos en los años 60. Teorías y análisis al respecto confluían en sostener que el atraso era producto de nuestra historia y poca madurez política, que nos hizo víctimas de la dependencia y explotación de los centros económico políticos desarrollados, donde Estados Unidos surgía como el principal escollo para nuestra independencia real. Jamás se planteó por líder latinoamericano alguno que nosotros, como país subdesarrollado o, elegantemente. en vías de desarrollo, fuésemos culpables de la postración de nuestros vecinos bolivianos.

Después de cuarenta años, con dolorosas experiencias políticas y humanas en todos nuestros países, poco avance muestra Latinoamérica en las condiciones de vida de la mayoría de los pueblos. Esta realidad, que hiere la sensibilidad de muchos, no puede justificar su existencia con añejos determinismos geográficos, que más parecen ser argumentos para no asumir el fracaso de clases dirigentes, cuyos horizontes de estadistas a veces parecen limitar con intereses de clase o personales. Bolivia, ni la mayoría de nuestros pueblos, tienen los niveles de vida que la dignidad humana reclama como mínimo. Pero esta realidad poco tiene que ver con la ubicación geográfica o la pobreza de su naturaleza. Todos nuestros países posen inmensas riquezas naturales y poblaciones que han demostrado ser capaces de enfrentar grandes desafíos cuando encuentran líderes que los interpretan y no los usan. Bolivia nació sin mar como Chile creció sin petróleo, con escasa tierra habitable y con una extensa costa que sólo permite en sus miles de kilómetros de largo, no más de una decena de puertos, pero con todas las críticas que se hagan al modelo de desarrollo, este pequeño país hace producir al desierto, amplía los escasos puertos y ofrece a sus vecinos puertas de acceso a los mercados del Asia-Pacífico.

Bolivia tiene salida al Pacífico, producto del contenido del Tratado de 1904 que aseguró “el más amplio y libre tránsito comercial” por el territorio chileno, construcción por Chile de un ferrocarril entre el puerto de Arica hasta la ciudad de la Paz con una extensión de 450 kilómetros, además del pago por parte de Chile del 5 % de las garantías sobre los capitales necesarios para la construcción de una red ferroviaria interna de Bolivia.

El mito del atraso Boliviano como consecuencia del aislamiento marítimo es sólo eso: un mito, desvirtuado además por la historia; muchos países han logrado altos niveles de desarrollo siendo mediterráneos como Suiza o al contrario, en nuestra América hay países costeros con bajos índices de progreso. No hay que salir a buscar argumentos, muchos de ellos están dentro de nuestras fronteras mentales o geográficas.

MITO 4: LA SOLUCIÓN DEL TEMA SOLO DEPENDE DE CHILE

Nuestra Cancillería ha mantenido una actitud invariable frente a la intromisión de terceros en el caso boliviano. Chile sostiene que es un tema bilateral y rechaza cualquier intento de internacionalizar el asunto, como ha sido la conducta frecuente de Bolivia al presentar en las Naciones Unidas y en la Organización de Estados Americanos, sus demandas de salida al mar o, regionalizar el tema solicitando la solidaridad de países americanos para que apoyen sus requerimientos; la actitud del presidente venezolano y el deterioro de las relaciones entre nuestros países, es una consecuencia de esta estrategia boliviana la que aleja, más que acerca, una búsqueda de solución al diferendo.

No obstante lo anterior, y sin debilitar la posición chilena en cuanto no tenemos problemas pendientes con nuestros anteriores rivales de la guerra del Pacífico, porque éstos quedaron sellados con la firma del Tratado de 1904 con Bolivia, y por los tratados con Perú de Ancón, de 1883, y el Tratado de Lima de 1929, no debemos olvidar que cualquier pretensión territorial soberana a que aspire Bolivia, y que hipotéticamente estuviese el país dispuesto a estudiar, induciría que Chile aceptase el principio de la revisión o incumplimiento de tratados, en circunstancia que la situación de mediterraneidad es consecuencia de no respetar Bolivia el Tratado de 1874 con nuestro país.

Al respecto debemos tomar en consideración que el Protocolo Complementario al Tratado de 1929 con Perú, estableció que ninguno de los países firmantes podría ceder a un tercero, sin acuerdo previo, todo o parte de los territorios adjudicados por el tratado de 1929.

Por tanto, Bolivia debe planificar su desarrollo aprovechando las facilidades que siempre ha tenido para conectarse con el Océano Pacífico, explotando sus recursos naturales para bienestar de sus habitantes y convenciéndose que el ciudadano chileno jamás aceptará cesión de soberanía más aún si ella implica la discontinuidad territorial.

Del Tratado de 1829 se desprende que es un mito sostener que las pretensiones territoriales de Bolivia sólo dependen de Chile.
Publicado por Corporación de Defensa de la Soberanía en 23:59
Etiquetas: Historia

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