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viernes, 13 de febrero de 2009

FALSOS DESAPARECIDOS

Por A. Chaparro / L. Ayala / La Nación
La supuesta víctima murió en agosto de 1973 por causas delictuales

Gobierno confirma dos nuevos casos de falsos desaparecidos
El ministro (S) de Interior, Patricio Rosende, informó ayer que se acreditó que Gustavo Soto Peredo y su presunto hijo, Simón Soto Cabrera, fueron erróneamente calificados, porque la cuñada del sujeto mintió ante la Vicaría de la Solidaridad y la Comisión Rettig.


A una semana de denunciado el caso de un séptimo falso detenido desaparecido, el Gobierno confirmó ayer que Gustavo Soto Peredo había sido erróneamente calificado debido a que su cuñada entregó datos ficticios a la Comisión Rettig, la que consideró -en vista de estos antecedentes- que se trataba de una víctima de violaciones de los derechos humanos.

"La investigación que ha realizado el Ministerio del Interior nos ha permitido confirmar los siguientes hechos. Gustavo Soto Peredo murió en agosto de 1973 a consecuencia de las heridas que le causó un hecho delictual", informó el ministro (S) de Interior, Patricio Rosende.

Agregó además que, tras revisar y cruzar los datos de esta persona, se descubrió que María Cabrera Silva hizo la falsa denuncia ante la Vicaría de la Solidaridad en 1975 y que, posteriormente, ratificó sus dichos a la comisión en 1990.

La mujer se presentó a estas instancias como la conviviente del presunto desaparecido cuando en realidad era la "cónyuge de un hermano de Gustavo Edmundo Soto Peredo, de nombre Héctor", precisó.

En esta calidad de supuesta viuda, Cabrera relató una historia y la mantuvo en el tiempo, consiguiendo que se lo calificara como detenido desaparecido, dijo Rosende.

EL SUPUESTO HIJO

El secretario de Estado (S) añadió que las diligencias y los antecedentes recogidos además permitieron establecer que el presunto hijo de Soto Peredo, cuyo caso también está consignado en el informe de la Comisión Rettig, tampoco corresponde a una víctima de delitos de lesa humanidad.

Esta persona existe, pero "nunca ha obtenido cédula de identidad, no hay registro de una defunción, no hay inscripción electoral, no registra salidas del país. No sabemos de su paradero", sostuvo el ministro.

Añadió que esta segunda situación irregular involucra a la hija de la falsa viuda, Patricia Soto Cabrera, quien fue recientemente contactada por el equipo de profesionales del Programa de Derechos Humanos.

Tras ver sus propias declaraciones, los documentos y los datos reunidos, la mujer terminó reconociendo que ambos casos habían sido inventados por su madre que falleció en 1995.

El fallecimiento de la primera denunciante impidió establecer con precisión qué razones tuvieron las mujeres para mentir, comentó el ministro.

Lo anterior porque no hay dinero en juego, ya que ninguna ha recibido beneficios económicos. "Ese es uno de los misterios que nosotros esperamos se pueda dilucidar a través de una investigación judicial", comentó Rosende.

Los antecedentes de estos dos nuevos casos fueron enviados ayer a la ministra Amanda Valdovinos, quien se encuentra a cargo de la causa debido a las vacaciones del juez titular, Carlos Gajardo.

También se remitieron al Consejo de Defensa del Estado (CDE) para que examine los datos y evalúe los pasos a seguir.




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