
Pacto electoral con el PC I
Señor Director:
En su habitual columna de los días domingo, el profesor Carlos Peña aborda la polémica suscitada por el probable pacto electoral entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista, desmenuzando los argumentos que algunos hemos esgrimido para llamar la atención sobre la legitimidad y conveniencia de un acuerdo de dicha naturaleza.
Haciendo referencia a un planteamiento que hice en particular -a saber, que mis aprensiones para pactar políticamente con el PC se refieren a su débil convicción democrática, pues, al igual que la derecha, en ocasiones justificaron la restricción de las libertades públicas y derechos ciudadanos-, Carlos Peña explica por qué dicho razonamiento no se aplicaría en este caso.
Apoyado por las poderosas razones que brindan el pluralismo democrático y la tolerancia política, Peña concluye que "el hecho que los comunistas hayan justificado violaciones a los derechos humanos es una razón para tenerlos de rivales y oponerse a ellos; pero no una razón para impedirles que se incorporen al Congreso".
Tal como lo he expresado en innumerables ocasiones, soy contrario a cualquier forma de exclusión, afecte a quien sea y cualesquiera sean sus convicciones políticas. Por tanto, mi diferencia no estriba en los fines, sino en los medios.
El ser partidario de incorporar políticamente a los sectores excluidos no necesariamente obliga a pactar electoralmente con ellos. Quizás el imperativo ético de perfeccionar nuestra democracia pueda todavía acometerse explorando otras vías que no signifiquen acompañarse por sectores que no creen suficientemente en ella.
Se puede estar de acuerdo en el destino, aunque no necesariamente en todos los caminos que conducen al mismo. Se trata de una distinción relevante, pues sugerir que con mi argumento se quiere impedir que el PC se incorpore al Congreso resulta tan absurdo como sostener que soy partidario del aborto clandestino, pues me opongo a su legalización.
JORGE NAVARRETE P.
Abogado
Pacto electoral con el PC II
Señor Director:
Carlos Peña ha señalado que un Pacto PC-Concertación no es un "pacto genuinamente político". Perdón mi ignorancia, pero qué más político que un pacto que se establece para elegir parlamentarios en que los votos de uno repercuten en la suerte del compañero de lista. Hasta donde yo sé, la Cámara de Diputados es una Cámara política.
Siguiendo su lógica, me pregunto si estará de acuerdo el señor Peña en que la Concertación integrara a un partido de inspiración nacionalsocialista con la excusa de la no exclusión.
WALTER OLIVA MUNIZAGA
No hay comentarios:
Publicar un comentario