EX SUBVERSIVO Y TERRORISTA DETENIDO

Ex subversivo condenado en 2007 por homicidio y que fue detenido la tarde del martes pasado:
La "vida normal" que llevaba el asesino del mayordomo del almirante José Toribio Merino

Galvarino Gálvez Mejías trabajaba como técnico eléctrico en obras de construcción. Según dijo, no sabía de su condena.

DAVID MUÑOZ y CYNTHIA CARVAJAL
El Mercurio

Mientras trabajaba en las instalaciones eléctricas de un jardín infantil de la Junta Nacional de Jardines Infantiles en calle Club Hípico, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, el ex subversivo Galvarino Gálvez Mejías fue ubicado el martes pasado por la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI.


Llevaba una "vida normal", sabiendo que era un prófugo, pero no un condenado. Por ello su reacción: "Sabía que en algún momento me iban a detener". Así le dijo al detective que lo detuvo.

Hace 15 años era buscado por la justicia chilena y en 2007 fue condenado en ausencia a 15 años y un día de cárcel por el crimen del suboficial de la Armada Roberto Alvarado Espinoza, a saber, el entonces mayordomo del almirante (r) José Toribio Merino Castro, ex comandante en jefe de la Armada y ex miembro de la Junta Militar.

Movido por un "espíritu juvenil", tal como se lo reconoció a sus captores, el detenido participó el 14 de septiembre de 1993 en el asalto al Banco A. Edwards de Nueva Los Leones, en Providencia. En la huida, Gálvez y uno de sus ocho cómplices interceptaron un vehículo Fiat 600 que era conducido por el sargento Alvarado. Lo encañonaron, pero éste opuso resistencia. Según la policía, fue el propio Gálvez quien le propinó dos balazos por la espalda. Una vez reducido el uniformado, intentó escapar en el vehículo junto a Francisco Moreno Yáñez, pero no pudieron hacerlo partir. Se bajaron y corrieron hacia avenida Vitacura, donde fueron detenidos.

En el asalto también intervino su hermano Óscar Gálvez, quien logró escapar en un furgón junto a otros tres delincuentes tras intercambiar tiros con carabineros y permanece prófugo.

Según relató el martes a la policía, Gálvez permaneció preso durante 1993, tras lo cual el Sexto Juzgado del Crimen le concedió la libertad bajo fianza.

"Nunca más me aparecí por el tribunal", declaró.

¿Ingeniero?

Ya en la clandestinidad, dijo que terminó, sin precisar dónde, sus estudios de Ingeniería Eléctrica, gracias a lo cual trabajó en diversas empresas contratistas, siempre en el rubro de la construcción.

Nunca se movió de su comuna natal, Pedro Aguirre Cerda. Sí, cambió muchas veces de domicilio, y a nadie le contaba su pasado subversivo. Según su relato a la PDI, no volvió a retomar sus actividades como ex integrante de las Juventudes Comunistas, ni menos como descolgado del grupo subversivo "Joaquín Murieta".

Se dedicó a trabajar y a vivir como una persona normal. A mantener a sus dos hijos, hoy de 12 y 14 años, y a disfrutar de su nueva pareja. Pero tomaba sus resguardos. Nunca abrió una cuenta de ahorro o cuenta corriente en un banco. Ni pensar en una tarjeta de crédito o de alguna multitienda. Siempre se las encargó a su pareja.

Efectivamente, Gálvez admitió a los detectives que conocía su condición de prófugo, pero nunca se enteró de que había sido condenado. De hecho, tras tomar la decisión de no volver al tribunal que lo enjuiciaba, perdió contacto con su abogado. Por lo mismo, nunca fue notificado. Este es precisamente el trámite que está pendiente, pues la causa debe ser desarchivada por el juez Juan Antonio Poblete.

En 15 años se logrará ejecutoriar esta condena

En el plano judicial, la condena a 15 años y un día por el homicidio cometido por el ex subversivo quedará ejecutoriada una vez que sea notificado. Su caso ha pasado por tres tribunales y por varios jueces, lo que explica la tardanza de 12 años en dictar la sentencia. Fue el Sexto Juzgado del Crimen el que inició la investigación en contra de Gálvez por homicidio calificado y dictó la condena el 14 de marzo de 2005.

Dos años después la Séptima Sala de la Corte de Apelaciones confirmó la pena. Tras el cierre del Sexto Juzgado del Crimen, esta causa llegó al Cuarto Juzgado, que la archivó el año pasado.

En la actualidad este proceso se encuentra en el Décimo Juzgado del Crimen, que absorbió al Cuarto.