
Ola de deserciones en la Concertación
320 militantes socialistas anunciaron hoy su partida para apoyar a Jorge Arrate, un histórico dirigente que se fue el año pasado y hoy es candidato de la izquierda extraparlamentaria a la presidencia.
Una oleada de deserciones ha estremecido los cimientos de la Concertación, donde sucesivas fugas en los partidos que la forman han acentuado las divisiones y agudizado la incertidumbre de cara a las elecciones de diciembre.
Las grietas se explican, bien por la incapacidad de las directivas para resolver los problemas internos, bien porque los propios desertores optaron por tomar caminos políticos distintos, explicó José Jara, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
La fuerza centrífuga que fragmenta a la Concertación también ha revuelto las aguas de la Alianza de derecha, donde la disputa por un cupo parlamentario provocó la renuncia de un alcalde (Luis Plaza) a Renovación Nacional.
Con todo, la Concertación es la más afectada por una seguidilla de renuncias que la han dejado ya sin cinco senadores, un 25 por ciento de los que tenía en 2006, cuando se inició el mandato de Michelle Bachelet.
De Ominami a 320 militantes PS
La última oleada la encabezó el pasado 27 de junio el senador Carlos Ominami, quien abandonó el Partido Socialista (PS) para apoyar la candidatura presidencial de su hijo adoptivo, el diputado Marco Enríquez-Ominami, que ya se había desvinculado de esa formación política algunas semanas antes.
Tras él, esta semana emprendieron la huida el senador del Partido por la Democracia (PPD) Roberto Muñoz Barra y el ex vicepresidente de la Democracia Cristiana (DC) Marcelo Trivelli.
Para el analista Manuel Antonio Garretón, estos dos casos responden a una "insatisfacción por una situación personal, porque no se les ha dado lo que hubieran querido" dentro del partido.
Pero la sangría de militantes no se va a quedar ahí: 320 militantes socialistas anunciaron su partida para apoyar a Jorge Arrate, un histórico dirigente que se fue el año pasado y hoy es candidato de la izquierda extraparlamentaria a la presidencia.
En este caso, Garretón estima que es una decisión "ideológica y legítima" de un grupo de personas que abandonan el partido por convicción y "no por intereses personales".
En tanto, José Jara achaca las renuncias en el PS al control de la directiva sobre la designación de candidatos y a la "incapacidad del partido para resolver problemas internos por mecanismos competitivos" como son las primarias.
Estas fisuras explican además que tres de los seis candidatos presidenciales hayan renunciado al Partido Socialista (Alejandro Navarro, Jorge Arrate y Marco Enríquez-Ominami) y un cuarto fuera expulsado de la Democracia Cristiana (Adolfo Zaldívar).
A la arena contraria
En cambio, otros optaron por pasarse a la arena contraria, como el ex presidente del PPD Jorge Schaulsohn, que a finales de 2006 fue expulsado del partido y colabora ahora con la derecha.
El mismo rumbo tomó el senador Fernando Flores, un ex ministro del fallecido presidente Salvador Allende, que abandonó el PPD a principios de 2007 y el pasado mayo se unió a la campaña del millonario inversor Sebastián Piñera, candidato de la Alianza.
En medio de este convulso panorama, el candidato de la Concertación, Eduardo Frei, mantiene un 30% de apoyo, según la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) difundida en junio, que otorga un 39% a Piñera y un 13% a Enríquez-Ominami.
Las renuncias en uno y otro lado demuestran, en cualquier caso, que "el sistema político está agotado, se está fragmentado y deteriorando", pero, según Jara "es difícil que haya un cambio fuerte, porque el sistema electoral binominal lo impide".
Por ello, considera necesario no sólo reformar ese modelo para mejorar la representatividad ciudadana, sino también establecer mecanismos democráticos para elegir dentro de los partidos a los candidatos a cargos públicos y fijar límites para su reelección.
A ese mismo "desgaste que produce el sistema binominal" atribuyó las renuncias el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, quien el martes consideró además que los "proyectos personales están primando sobre los intereses colectivos".
La propia presidenta Bachelet reveló hace unos días su preferencia por fomentar la democracia interna.
"Yo pensé que lo ideal era primarias abiertas y que se resolvieran ahí todos los problemas, pero los partidos de la Concertación tomaron un camino distinto, una decisión distinta", dijo la presidenta a un canal de televisión.
"Hay que fomentar las lealtades partidarias", concluye Garretón, quien advierte de que "particularizar los intereses para dejar de lado los principios de representación contribuye a desprestigiar la política y a separar de ella a la ciudadanía".
EFE/El Mostrador
COMENTARIO : PARECE QUE EL DESALOJO SE ESTA PRODUCIENDO CON ANTICIPACIÓN
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