/ Lanacion.cl / Agencias
Ministro pidió a Chile que “investigue y sancione” a chilenos que estarían implicados en supuesto espionaje. Recordó fusilado por un caso similar en 1978.
Cuando aún no hay una versión oficial desde los tribunales de Perú, y pese a que Chile ha negado enfáticamente estar implicado, el Gobierno del Perú elevó el tono en el caso del peruano detenido como supuesto espía que prestaba servicios a Santiago.
En declaraciones al diario el comercio, el Canciller de ese país, José Antonio García Belaúnde, remarcó que el hecho ha “indignado” al presidente Alan García quien vuelve este lunes a Lima luego de adelantar su retorno desde la cumbre de la Apec en Singapur.
“Se siente indignado, pero por ahora prefiere tener más información del caso antes de declarar”, señaló el ministro de Relaciones Exteriores quien estimó que el incidente agrieta los contactos entre ambos gobiernos.
“Las relaciones con Chile están pasando evidentemente por momentos delicados, eso no lo podemos negar. Evidentemente el espionaje entre países es un tema fuerte. Un país que espía a otro comete un acto gravemente ofensivo”, enfatizó.
García Belaúnde también informó que conversó con su homólogo chileno, Mariano Fernández, quien le reiteró, tal como lo ha dicho a medios de prensa chilenos, que sólo conocía del tema por lo aparecido en la prensa descartando participación nacional.
“Le estamos pidiendo a Chile que investigue y sancione a los responsables. Nos interesa que haya una investigación seria y clara para saber quién es el verdadero responsable de haber ordenado y solventado un espionaje así. Consideramos que es un acto bastante inamistoso y ofensivo contra el Perú”, remarcó.
La autoridad peruana recordó que en 1978 se descubrió que el suboficial de la Fuerza Aérea Peruana (FAP) Julio Vargas Garayar había sido captado como espía por la embajada chilena en Lima: “Hubo un caso en el año 1978. Pero de eso ya hace 30 años. Así que si este caso se prueba no sería la primera vez”.
Vargas Garayar fue fusilado al año siguiente en cumplimiento de las leyes peruanas de la época y se declaró persona no grata al embajador chileno Francisco Bulnes Sanfuentes.
El escándalo de espionaje se desató el jueves pasado, cuando se conoció que el suboficial de la FAP Víctor Ariza Mendoza supuestamente entregó a Chile secretos de Estado que implican las adquisiciones militares programadas hasta 2021.
El militar fue detenido y confesó su culpa. Un juez de Lima ordenó igualmente la detención de otro suboficial peruano y la captura de dos supuestos militares chilenos.
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