
ANSA
Lunes 16 de noviembre de 2009
La presencia del Che Guevara en Cuba “fue lo peor que nos pudo pasar”, afirmó Juanita Castro, la hermana de los líderes cubanos y compañeros de armas del revolucionario argentino Raúl y Fidel Castro.
Juanita dijo además que “no se arrepiente” de haber colaborado con los servicios de inteligencia estadounidenses ya desde 1961, mientras todavía estaba en La Habana, y se reservó algunas palabras de cariño para el Presidente de Cuba, Raúl Castro.
Cuando los líderes de la revolución de 1959 se inclinaron hacia el comunismo, “tenía solamente dos caminos en la vida: Cuba, mi patria, o mis hermanos”, dijo Castro.
Los hermanos Castro “nos habían declarado la guerra a los demócratas” que habían apoyado la revolución, “nos habían traicionado”, dijo Juanita.
La mujer, de 76 años, justificó su acercamiento con la CIA norteamericana asegurando que utilizó los recursos facilitados por ese servicio de espionaje para “acciones humanitarias”, en particular ayudar a personas que querían dejar el país o eran perseguidas por el nuevo gobierno.
“No teníamos en el mundo a quién pedir ayuda”, dijo Castro, quien centró en esa relación temprana con la CIA la publicidad para su libro “Fidel y Raúl, mis hermanos - La historia secreta”.
En cuanto a Guevara, Juanita Castro aseguró que el revolucionario argentino fue “lo peor que nos pudo pasar”.
“Nos hizo mucho daño -añadió- estaba muy lejos de preocuparse realmente de Cuba”. Las ideas de Guevara, insistió, “estaban muy lejos de lo que se pensaba”.
Según Castro, apenas desembarcado en Cuba y en el camino a la revolución, Guevara “se dedicó enseguida a hacer contactos” con países del bloque comunista.
“No le importaban los juicios o las acusaciones, empezó a fusilar sin conciencia” porque “era un hombre sin corazón”.
Para peor, estimó Juanita, el Che “fracasó en todas las posiciones” que ocupó en el gobierno revolucionario, desde el ministerio de Industria o el banco central, “como era de esperarse” porque “no tenía ningún conocimiento de economía”.
En todo caso, estimó, Guevara fue “el complemento de Fidel” para “implantar una dictadura comunista en Cuba”.
A pesar del durísimo tono contrario al gobierno revolucionario, Juanita reservó algunas palabras cariñosas para Raúl Castro, el actual Presidente cubano. “Es mi hermano, la sangre pesa”, confesó Juanita.
“En el orden personal, lo quiero, en el orden político, lo rechazo”, añadió.
En ese sentido, Juanita aprovechó la presentación para volver a enviar una “invitación” a Raúl, pero también a Fidel.
“Que recapaciten” porque “el pueblo cubano no puede sufrir más”, y “den el paso” al costado para que se celebren “elecciones libres” en la isla, propuso la hermana del Presidente y su predecesor.
Incluso fue más allá, y sugirió que “se negocie lo que se tenga que negociar, pero que (los Castro) se retiren del poder” y “podamos encontrar el camino a la democracia”.
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