
Carlos Alberto Montaner*
A QUEMARROPA Lo que no tiene sentido es mantener en Washington un costoso aparato
que, lejos de servir a los pueblos de América, contribuye a perjudicarlos
Cuando Hugo Chávez, EvoMorales, Daniel
Ortega o Rafael Correa han violado las libertades
fundamentales de sus pueblos,
silenciando a la prensa, acosando a la
oposición o destruyendo la independencia
de los otros poderes -–el Judicial y el Legislativo--,
el señor Insulza ha mirado en
otra dirección, ha ignorado a las víctimas
EDITORIALES EL DIARIODEHOY
Sábado 20 de febrero de 2010 editorial@elsalvador.com
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José Miguel Insulza debe retirar
su candidatura para dirigir
la OEA durante otro periodo.
No ha sido un buen funcionario.
Los cinco años que ha
pasado al frente de la institución
están entre los peores de la
historia de ese organismo.
Sesuponíaquehabía sido electo
para fortalecer el funcionamiento
de la democracia de
acuerdo con el espíritu y la letra
de la Carta Democrática firmada
en Lima por todos los estados
miembros, nada menos que el 11
de septiembre de 2001, y, por el
contrario, ha contribuido a su debilitamiento.
Talvez el pecado original de
Insulza es que le debe su cargo al
apoyo de Hugo Chávez, lo que ni
siquiera impidió que, en su momento,
el venezolano, molesto
por alguna declaración suya, lo
calificara de “pendejo”.
En todo caso, cuando Hugo
Chávez, EvoMorales, DanielOrtega
o Rafael Correa han violado
las libertades fundamentales de
sus pueblos, silenciando a la
prensa, acosando a la oposición
o destruyendo la independencia
de los otros poderes -–el Judicial
y el Legislativo--, el señor Insulza
ha mirado en otra dirección,
ha ignorado a las víctimas y ha
justificado su inacción amparándose
en la coartada de que se
trataba de los asuntos internos
de esos países.
Poco antes de la elección de
Insulza, en mayo de 2005,
el otro candidato, respaldado
por Estados Unidos y por
varias democracias, era el ex
presidente salvadoreño Francisco
Flores. “Paco Flores” es
una persona conocida por su integridad
y decencia, pero, ante
un virtual empate, la Secretaria
de Estado norteamericana,
Condoleezza Rice, cedió a las
sugerencias y presiones de Ricardo Lagos, entonces
presidente de Chile, amigo y compañero socialista
de Insulza, quien la convenció de la idoneidad
de éste para el cargo y de sus convicciones
democráticas.
Fue un error de Rice, probablemente provocado
por la escasa importancia que desde siempre
les han dado en Washington a los asuntos latinoamericanos.
Para Estados Unidos, la América Latina es sólo
una fuente de materias primas -–petróleo, cobre y
otras minucias-— con la que, desde
hace unos años, tiene una balanza
comercial negativa, pero no
esunterritorio vital desde elpunto
de vista tecnológico o financiero.
No obstante, en el geopolítico
sí hay cuatro temas básicos que
preocupan enWashington: el tráfico
de drogas, la inmigración ilegal,
la complicidad con los terroristas
islámicos y las relaciones
con Irán que hoy tienen algunos
países de la zona –-especialmente
Venezuela--, en lo que parece
ser el desarrollo de armas nuclearesqueundía,
tras ser producidas
por los científicos iraníes, pudieran
incorporarse al arsenal venezolano.
¿Quién pudiera reemplazar
a José Miguel Insulza al
frente de la OEA? Talvez es
el momento de pensar en un ex
canciller o ex presidente centroamericano,
o en una figura
prominente del Caribe, pero
quien sea debe tener la entereza
de responder a los principios
consignados en los documentos
fundacionales del organismo
y en la Carta Democrática,
aunque ello signifique el enfrentamiento
con Chávez y con
sus satélites. Lo que no resulta
tolerable es que los enemigos
de la democracia utilicen la
OEA para fines contrarios a las
razones que le dan forma y sentido
a su existencia.
ElWashington Post, en un artículo
reciente sugería que algunos
congresistas norteamericanos
congelaran los pagos y subsidios
a la OEA, si la institución
mantenía el rumbo que le había
asignado Insulza. Esa no es una
buena idea. Es posible que Hugo
Chávez llegue con sus petrodólares
a comprar la institución a precio
de saldo si Estados Unidos le
deja el camino libre.
Sin embargo, de persistir laOEAen el camino actual,
ciega y sorda ante las violaciones a las reglas democráticas
y el clamor de las víctimas, talvez lo sensato
es crear un organismo paralelo junto a las naciones
dispuestas a defender las libertades y el Estado
de Derecho. Lo que no tiene sentido esmantener en
Washington un costoso aparato que, lejos de servir
a los pueblos de América, contribuye a perjudicarlos.
(Firmas Press).
*www.firmaspress.com
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