lunes, 8 de marzo de 2010

DIARIO EL PAIS: ETA ENTRENÓ A LAS FARC EN VENEZUELA



Diario El País:
Prensa española revela cómo ETA entrenó a las FARC en Venezuela para la manipulación de explosivos

Según testimonios de ex militantes de la guerrilla colombiana, funcionarios del gobierno de Hugo Chávez cooperaron con la logística de los cursos.


Durante al menos cinco años, una de las ocupaciones de un grupo de etarras en Venezuela era impartir seminarios. Sus alumnos habrían sido un centenar de miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el tema del curso, el manejo avanzado de explosivos, particularmente de C-4, un producto que tiene un efecto destructivo superior a la dinamita y que es fácil de obtener en Venezuela porque es usado en las perforaciones petroleras de ese país. Los "seminarios" habrían contado con el apoyo de funcionarios del gobierno venezolano de Hugo Chávez, quienes cooperaban con la seguridad y la documentación necesaria para los traslados de los vascos de la ETA que estaban en contacto con las FARC.


La revelación la hizo ayer el diario español El País, que tuvo acceso a los testimonios de cuatro ex militantes de las FARC, interrogados por dos policías españoles en octubre de 2009 en Bogotá. Los ex combatientes pertenecen al plan de desmovilización del gobierno colombiano.

Lazos antiguos

Según las declaraciones de los ex militantes, las clases -impartidas entre 2003 y 2008- consistían en instrucción teórica y práctica en las que los "profesores de la ETA" les enseñaron a utilizar el C-4 y a activar las bombas con teléfonos celulares. En otras oportunidades abordaron el uso de la pentrita y el RDX (también conocido como T4). Enseñaban "cómo fabricar dispositivos iniciadores de mercurio dentro de una jeringuilla de metal para que se activaran por el movimiento... cómo y dónde poner las cargas para hacer coches bomba (autos bomba) y colocar bombas lapa", dijo uno de los interrogados.

La relación entre las FARC y la ETA data de 1993, pero desde que Hugo Chávez llegó al gobierno venezolano esos lazos se han profundizado, dice El País.

En agosto de 2007, el comandante de las FARC Nicolás Pizarro reunió a sus hombres en un campamento de San Cristóbal, Venezuela, para presentar a los "camaradas que vienen de lejos", y ellos se identificaron como integrantes de la ETA, recordó uno de los testigos.

Uno de los etarras se hacía llamar "Martín Capa", de unos 43 años, quien se mostró como conocedor de la geografía venezolana, de su política interna y como ferviente partidario de Hugo Chávez. Su acompañante era Iñaki Domínguez Achalanbadaso, quien habría tenido unos 30 años. Otros "profesores" mencionados por los ex guerrilleros eran "Schumacher", de unos 27 años, y "Carlos", de unos 60, quienes fueron vistos en varias oportunidades entre esos años, siempre en Venezuela. Adicionalmente, dos etarras no identificados fueron recordados como "instructores".

Fuentes citadas por El País señalaron que los vascos también recibieron entrenamiento de parte de las FARC en técnicas de combate y tiro. La ETA habría pedido expresamente a la guerrilla colombiana que, a su vez, instruyera técnicamente a su gente a manejar misiles tierra-aire. No hay evidencias de que esos cursos se hayan realizado.

El periódico asegura que los cursos que impartieron los vascos contaban con el respaldo de Caracas, y añade que el contacto con el gobierno es un ex etarra que llegó a Venezuela a fines de los 80: Arturo Cubillas Fontán, jefe de seguridad del Instituto Nacional de Tierras de Venezuela .

El chofer contratado por las FARC en Venezuela dijo a la policía española que al dejar el campamento en San Cristóbal los etarras se encontraron en el camino con "La Negra" (Remedios García Albert, la delegada de las FARC en Europa), con Cubillas, con un hombre conocido como Gualdrón y con un sujeto que llevaba un chaleco con el escudo de la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela.

Ellos entregaron documentación a los etarras, quienes continuaron el viaje en la todoterreno de Cubillas rumbo a Maracaibo. "Iban a dar otro curso similar al Bloque Caribe de las FARC", aseguró el testigo.

Apoyo a Sendero Luminoso
Un informe de la inteligencia colombiana asegura que las FARC están apoyando al grupo subversivo peruano Sendero Luminoso para que renazca. Según El Tiempo, hay un informe que muestra "cómo antes y después de la muerte de 'Raúl Reyes' (entonces número dos de las FARC), la guerrilla tenía entre sus prioridades fortalecer el entrenamiento, la parte política y la 'lucha armada' de los insurgentes peruanos, quienes prácticamente habían desaparecido con la captura de su líder, Abimael Guzmán, en 1992".

Arturo Cubillas, el etarra dentro del gobierno de Hugo Chávez
Arturo José Cubillas llegó hace 20 años a Venezuela, junto con otros diez compañeros, acusado de tres asesinatos. De acuerdo al canciller de la época, Enrique Tejara, no hay ningún documento que explique bajo qué condición llegó al país, más allá de una llamada de Felipe González a Carlos Andrés Pérez preguntando si podía recibir a unos vascos, informó El País.

Al llegar a Caracas, Cubillas se empleó como cocinero y luego deambuló por distintos trabajos hasta 2003, cuando su suerte comenzó a cambiar. Ese año la Defensoría del Pueblo de Venezuela apoyó su denuncia sobre un supuesto asedio de la policía española.

Desde 2005, Cubillas está vinculado al Ministerio de Agricultura, primero como director de una dependencia, y luego (2007) como jefe de seguridad del Instituto Nacional de Tierras. Este trabajo le hace intervenir en las expropiaciones, lo que lo ha relacionado con el Frente Nacional del Campesino y con Adán Chávez, gobernador de Barinas y hermano del Mandatario.

Cubillas, hoy nacionalidado venezolano, está casado con Goizeder Odriola, una periodista venezolana de ascendencia vasca que en los últimos años ha ocupado seis importantes cargos en el gobierno. Odriola, directora de las relaciones públicas del Ministerio de Agricultura, sería la mano derecha de Elías Jaua, Vicepresidente Ejecutivo, quien asumiría la presidencia en caso de que Chávez faltara.


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