
¿Quiénes rodean a Sebastián Piñera? ¿A quiénes escucha? ¿Quiénes tiene mayor influencia en la toma de decisiones? Un hormigueante recorrido por esos nuevos círculos del poder al interior de la moneda y sus protagonistas: los visibles, los invisibles, los relevantes... y los aspirantes.
Iván Sanshin, el operador de cabina que por más de dos décadas proyectó películas en la sala privada del Kremlin para el mismísimo Stalin, es la prueba evidente de que no es lo mismo estar cerca del poder que tener poder, como tampoco es igual ocupar un cargo relevante que ser, efectivamente, relevante.
Por eso es que desentrañar los círculos del poder al interior del renovado equipo que circula por La Moneda no resulta una tarea sencilla. Y más si añadimos el perfi l del presidente: trabajólico, independiente (al punto de pedir, personalmente, informes técnicos a expertos de su confi anza) y poco amigo del protocolo (como quedó claro hace un par de lunes, cuando se le olvidó ingresar al palacio por la puerta principal y recibir así el tradicional saludo de la guardia).
Es Piñera, rodeado por sus familiares, amigos, socios, asesores, conocidos y funcionarios. En ese orden. Porque si de infl uencias se trata, todo comienza con su mujer: Cecilia Morel. Ojos y oídos del presidente, la más cercana, a la que escucha con atención y quizás una de las pocas personas que se le rebelan. En seguida, sus hijos, especialmente Magdalena Piñera Morel (“la Mane”), también mujer de carácter, ex coordinadora de los grupos Tantauco y encargada de la web durante la campaña presidencial. No se instalará en La Moneda, pero combinará sus labores como profesora de Historia con todo el apoyo que su padre le pida. Sin cargo, sin sueldo. Porque Piñera sostiene que para estar en el gobierno se necesitan cargo, timbre y sello. O sea, una relación mucho más formal. Lo mismo correría para Magdalena Piñera Echenique (“la Pichita”), su hermana más política y cercana, directora de la Fundación Futuro. El mandatario no quiere enredos ni polémicas por tener a familiares de primera línea en cargos públicos.
Una falta que, en todo caso, la supliría con creces Ignacio Rivadeneira (hijo del ex presidente de Renovación Nacional Ricardo Rivadeneira, y ex abogado de Yrarrázaval, Ruiz-Tagle, Goldenberg, Lagos&Silva), considerado el quinto hijo del matrimonio Piñera-Morel; el único ajeno al grupo familiar que durmió en Cerro Castillo la noche del 10 de marzo. Como coordinador de contenidos es responsable de redactar, siempre en conjunto con SP, los discursos del mandatario. “El Peñailillo de Piñera” (en referencia al ex jefe de gabinete de Bachelet), como dicen algunos, ocupa una ofi cina en el palacio a pasos del gabinete presidencial, al igual que María Irene Chadwick, a cargo de producción en La Moneda: “la Jupi” del nuevo gobierno, para seguir con las comparaciones. Es sobrina de SP e hija de Herman Chadwick Piñera, el presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa) y vicepresidente del Consejo Nacional de Televisión, primo y amigo del mandatario (de paso, muy consultado por él en temas específi cos).
Más recientemente se sumó a este grupo de asesores directos el nuevo jefe de gabinete del presidente: Juan Ignacio Eyzaguirre, proveniente de la corredora de bolsa LarraínVial, la misma que administra uno de los fi - deicomisos ciegos del mandatario. Eyzaguirre se encargó en la primera semana de gestión gubernamental de llamar, al menos, a un par de representantes de ramas de la CPC para pedir información “por instrucción del presidente”. La forma y el trato dejaron a varios descontentos.
El círculo político y comunicacional
Cuento conocido: fueron tres directores de think tanks los encargados de estudiar currículos y proponer a SP las mejores cartas para cada nombramiento (aunque faltan varios, como sabemos); Cristián Larroulet (Libertad y Desarrollo), María Luisa Brahm (Instituto Libertad) y Miguel Flores (Fundación Jaime Guzmán). Todos ocupan ahora puestos clave en el palacio: uno como ministro, otro como responsable de la distribución de las platas fi scales en regiones y la integrante femenina del clan como cabecilla de los asesores del mítico segundo piso.
Pero si de asesores políticos se trata, Larroulet ocupa un lugar clave junto al ministro más cercano a Piñera: el titular del Interior y antiguo compañero de sus andanzas políticas, Rodrigo Hinzpeter. Menos conocida es la influencia que ejerce otro ministro, el abogado Felipe Bulnes Serrano, a cargo de Justicia, cultor de un perfil público más bajo, pero que “corta queques”, como dicen en el palacio.
María Luisa Brahm se instaló como jefa de estudios de SP y coordinadora de los asesores del segundo piso de La Moneda: José Miguel Izquierdo, Teodoro Rivera y Hernán Larraín Matte. Se trata de un equipo paralelo al rol que cumplen Rivadeneira y Chadwick, con Brahm como enlace directo con el presidente. Su infl uencia trasciende al análisis político. Dicen, por ejemplo, que tiene la venia de SP para supervisar el área de comunicaciones del gobierno y que fue ella la responsable de incorporar al ex coordinador de reportajes de La Tercera, Mauricio Lob, como jefe de la Secretaría de Comunicaciones. También es cercana a Fernanda Otero, la asesora comunicacional de SP durante la campaña.
Y ya que estamos en el área de las comunicaciones, imposible no mencionar a Carla Munizaga, periodista que integra desde hace años el equipo de SP, hija del empresario agrícola, dirigente de la Sociedad Agrícola del Norte y ex diputado de RN Eugenio Munizaga.
Larroulet y Flores manejan sus propias redes en el gobierno, con distintos profesionales provenientes de sus respectivos institutos, distribuidos ahora en diversos cargos. ¿Ejemplos? La directora de Presupuesto y ex economista de LyD, Rossana Costa, o el subsecretario de Economía y también ex LyD, Tomás Flores. De la Fundación Jaime Guzmán, por su parte, provienen la subsecretaria de Carabineros, Carol Bown; la asesora de la subsecretaría de Hacienda, Josefina Soto; la coordinadora legislativa de la secretaría general de Gobierno, Carolina Infante; el jefe de gabinete del ministro de Hacienda, Ramón Delpiano... y la lista continúa.
El rol de los amigos
La ceremonia de traspaso de mando en el Congreso Pleno contó con varios invitados vip, como el presidente de Sonda, Andrés Navarro; el socio de Penta Carlos Alberto Délano; el presidente de Endeavor, Salvador Said; el presidente ejecutivo de Lan, Enrique Cueto, y el ex ejecutivo de Coca-Cola Pedro Pablo Díaz.
¿Qué tenían en común estos invitados? Todos forman parte del núcleo de amigos más estrecho de Sebastián Piñera. Pero hay uno que, según confidenció en una entrevista su hija Magdalena, los supera a todos en cercanía: Fabio Valdés, compañero de colegio del presidente desde kinder.
Otros nombres se suman a la lista porque, contrario a lo que muchos piensan, en el palacio aseguran que el presidente consulta opiniones y escucha con atención. Pero al final, él decide. Solo.
Los gallitos del poder
Larroulet y Brahm: en el modelo original de gobierno (ese que se vio dramáticamente modifi cado por el terremoto), la secretaría general de la Presidencia asumía una suerte de primus inter pares, asumiendo incluso roles que a la fecha correspondían más al segundo piso. Frente a ello, la ex directora del Instituto Libertad pretendía ejercer algo así como un contrapeso o supervisión. Hasta ahora no ocurre lo uno ni lo otro, pero las ganas están.
Larraín y Fontaine: fuentes de Hacienda dicen que ya están preocupados por las constantes apariciones del ministro de Economía en temas macro, entregando cifras de crecimiento y comentando aspectos de política monetaria. No obstante, creen que este “traspaso de frontera” se irá limitando en la medida en que Fontaine deberá abocarse a la reconstrucción de sus sectores más directos (como el pesquero) y Larraín salga de la urgencia que ha significado preparar las cuentas fiscales para atender la urgencia.
Cuestión de coincidencias
1 Asumir entre temblores
El día que en que Jorge Alessandri fue elegido presidente (jueves 4 de septiembre de 1958), tres sismos remecieron Santiago y se sintieron desde Illapel por el norte hasta Los Angeles por el sur. El epicentro fue el Cajón del Maipo, cerro El Diablo a 5 km. de Las Melosas, con una intensidad de grado 8.
2 Aversión a los trascendidos
Al igual que Piñera, una vez triunfante, Alessandri mantuvo una estricta reserva de los nombres de quienes podían asumir altas funciones gubernativas. Le molestaba profundamente que se creyera que él debía “pagar favores”. Cuando la misma noche de su triunfo un periodista le preguntó quiénes lo acompañarían en su gobierno, no tardó un segundo en contestarle: “aún no lo he pensado porque nadie me ha pedido nada ni yo he ofrecido nada, tampoco. Mantendré mi absoluta independencia y gobernaré de acuerdo a las capacidades”.
3 Gabinete de gerentes
El 25 de octubre de 1958, un mes y medio después de la elección (4 septiembre), Alessandri dio a conocer públicamente a su equipo. Tal como lo había señalado a lo largo de su campaña, el gabinete era de carácter técnico y administrativo. Lo conformaban cuatro ingenieros, tres abogados, un educador y un médico veterinario. “He procurado llevar a mi gobierno –dijo– a hombres preparados de la empresa privada para que puedan entregar su experiencia y colaboración a la gestión pública”.
4 Los miembros de la Orden del Baño (el equivalente al segundo piso)
Contigua a las dependencias personales de Jorge Alessandri en su departamento de calle Philips, existía una salita con una gran bañera y un teléfono. Allí recibía a las 9 de la mañana a los miembros de la llamada “Orden del Baño”, sus asesores más cercanos e íntimos. El mandatario los recibía en bata y mientras se afeitaba daba instrucciones.
Arturo Matte Larraín. Cuñado, casado con Ester, hermana del mandatario. Gerente de la Sociedad Renta Urbana y otras empresas. Hombre de gran carisma, era el que mantenía los contactos políticos y humanos con los líderes del gobierno y de la oposición.
Hugo Rosende. Secretario general en su campaña y diputado conservador. La eminencia detrás del trono.
Patricio Silva Clarés. Secretario general de gobierno.
Eugenio Heiremans Despuy. Lo acompañaba en la tarde, para ayudarlo a aflojar las tensiones diarias.
Eliodoro Matte. Siempre estuvo a su lado y, en materia económica, su opinión guiaba la del presidente. (Por PAC)
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