
LA JUSTICIA DE DIOS LLEGA LEONOR,
Y A TODOS LOS INFAMES CÓMO ÉSTA!!!
CON LA MISMA VARA
No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis, seréis medidos. ¿Cómo es que ves la paja en el ojo de tu hermano, y no adviertes la viga en el tuyo? ¿Cómo dirás a tu hermano: Deja que saque la paja de tu ojo, estando una viga en el tuyo? ¡Hipócrita!, quita primero la viga de tu ojo y entonces verás claro para quitar la paja del ojo de tu hermano (San Mateo, 7, 1 – 5; San Marcos 4, 24 – 25; San Lucas 6, 37 – 42). Es palabra de Dios. Cantemos Himnos y Alabanzas a su Santo Nombre.
Milagroso Señor de Mailín: a Ti te imploramos. Tuyo es el Reino. Tuya la Gloria.
Carta para los que sufren leyéndome:
En circunstancias extremas, difícil o imposibles de comprender, y aún no dilucidadas completamente, ha fallecido Lucas Antonio Rabolini Manso (fotografía de la izquierda). Hijo del actor Antonio Grimau y de la actriz y directora Leonor Manso como fruto de aquel matrimonio, que contrajeron a mediados de la década de los ’70, ya deshecho hace tiempo. El deceso tal como se difundió ha desatado un sinfín de versiones que tienen un denominador común: los horrorosos pormenores del caso, seguido, presuntamente, por una muerte que en apariencia no menos cruel o terrible, y un tratamiento posterior del cadáver que ha puesto en evidencia la incuria de este par de padres y todas las falencias de la burocracia que nos flagela sin asco. Esto ha causado terror entre las señoras gordas: en un país donde no interesan los vivos, ¿qué pensarían ellas que les habría de pasar a los muertos? Bien, eso que ustedes están pensando es lo que le ha pasado al pobre Lucas, que se ve desde hace tiempo estaba en la pendiente cochambrosa, en un país que desde añares está en un plano inclinado: cada dos pasos que se dan para arriba hay uno para abajo. Siempre en dirección al detritus: destino final de la tierra arrasada, que mis abuelos y mis padres soñadores, llamaron Patria.
Paralelamente a este infortunio, ha caído un terrible baldón, una mácula insoportable sobre sus padres: los actores Antonio Grimau y Leonor Manso como ya dije. Que no sé si ellos lo dirán luego de recapacitar y hacer un acto de contrición (cosa que dudo porque los dos son ateos de fuste: el cadáver estuvo alrededor de un mes en la morgue como NN hasta ser descubierto, y luego de someterlo a una segunda autopsia, le dieron sepultura), y rezarle una plegaria (aunque el ataúd no llevaba ningún símbolo cristiano y sí un banderín de Motomel), que no habría sido de ellos porque los dos estuvieron ausentes, o se los dirán el puñado de amigos que lo acompañaron. Y si estos padres asumirán esta muerte injusta por cuenta propia o echándole la culpa terceros (como parece haber sido la intención), en este conglomerado que nos rodea donde algunos son animales de corral. La verdad que no sé. Porque es muy difícil justificar lo que pasó.

Este hombre estuvo desaparecido cerca de 40 días. Hay otras versiones que hacen menor este tiempo, pero ninguna baja de 30 días. Y la pregunta inevitable es: ¿y los padres? ¿Dónde están, estuvieron o estaban los padres cuanto este muchacho deambulaba desnudo por las calles diciendo que era Dios? Pobrecito. Aquello de que ya era un hombre, que tenía su vida hecha, que no le gustaba que lo controlasen, que él andaba por donde quería, etc., sabemos que no sirve. Es pura chanfaina. Charlatanería. Y debe haber más de uno que se ha tragado estos indigestos justificativos. Para colmo los periodistas, canallas hasta el final, dieron las primeras informaciones como si este comportamiento fuese de un loco. ¡Ah, cerdos miserables, no está lejos el día en que se hará justicia con vosotros!
Pero todo este ajetreo doloroso me ha golpeado la memoria. Mal por cierto. ¿Vos te acordarás Leonor Manso cuando a partir de mayo de 1983 te metiste en el grupo de las Madres de Plaza de Mayo? Mira: tan metida estabas que yo, estúpido incorregible, llegué a pensar que eras una de ellas. Con el pañuelito y todo. Tomada del brazo de doña Hebe, de la Cortínez y después de la Carlotto , marchabas orgullosa pidiendo venganzas, revanchas y castigos. Por los desaparecidos. Sí, así como tu hijo. Menos mal que no estaban los militares, como en el caso Pomar y los 14 muertos que ya lleva el caso de la efedrina, si no todo esto hubiese tenido editor responsable. Aparte Leonor te hubieras levantado con unas rupias y estarías de descanso, en lugar de galguear el mango que te haga morfar, como ahora, haciendo cosas de cuarta pensando que sos de primera. Aparte serías un icono nacional para exportarlo por el mundo.
¡Pero las cosas que dijiste de los militares Leonor con el pañuelito en la cabeza! ¿Te acordás de esa, no? ¡Sí, como no te ves a acordar! A todos nos metiste en una gran bolsa. Como la que maneja hoy el Diablo Y la Diablesa. En ese tiempo Lucas era un pibito de 6 o 7 años. Si no te acordás de esto están las escenas filmadas en los noticieros de la televisión. Sinceramente la superabas a Hebe y a la Cortínez , en fervor, entusiasmo, resentimientos y mentiras. Y ya tenías un chico huérfano: Lucas (¡quién lo hubiese dicho!), porque le habías puesto los cuerdos a Grimau con el chileno Patricio Contreras (que ya había abandonado a su mujer y después te abandonó a vos por otra cara chinonga), fugitivo de Pinochet (con un hilo de la pata), y aparecido en estas playas de la mano del otro comunista, Lautaro Murúa. O sea que tus tiempos libres eran para la Madres y para los Cuernos. El que llegase primero. Y siempre llegaban los dos.
Los militares jamás se habían metido contigo Leonor. A menos que nos digas cómo y cuando. Pero deber ser algo secretísimo. O fue pura ideología que te la metió Contreras y vos la vendías como madre descorazonada. No es el caso de Soledad Silveyra que estuvo de novia con militares durante todo el Proceso (¿te acordás Solita de los tiempos de ATC?; contale a los muchachos y a las chicas; yo te aseguro que les va a gustar).
La lástima Leonor; la gran lástima Leonor no sos vos, una descastada sin abuela, ni el infeliz de Grimau con los cuernos de una vaca serrana: es Lucas. Un pibe que podía haber sido, si le hubiesen tocado un par de padres como la gente o simplemente normales, una bella esperanza para la Patria. Leonor , defensora de los desaparecidos: transformaste una bella ilusión en una bolsa de huesos que nadie quería (ni ustedes dos) ni después de muerto.
MATE AMARGO
Milico Rememorativo
Abájese del caballo compadre y sírvase este cimarrón
que está cebado con yerba aguantadora y
agua de lluvia: para los amigos.
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