
COPIADO DE CHILE INFORMA Nº 419.
Don Patricio Aylwin, cegado por la pasión política formula cargos contra el antecesor que le entregó la banda presidencial y formula cargos falsos contra el ex Presidente Augusto Pinochet.
Don Patricio dice cosas falsas según da cuenta la prensa. Señala que el fallecido gobernante ha sido el único mandatario que robó en el ejercicio del cargo. Lo que don Patricio dice son suposiciones.
Sobre el tema de la honradez, quiero también decir algunas. No son suposiciones, sino hechos reales, que me tocó presenciar.
Inmediatamente después de ser elegido Presidente de la República, don Patricio tomó físicamente el control de la casa al lado de la suya, en calle Arturo Medina, que ocupa como habitación, la del lado norte, en la comuna de Providencia.
El dijo entonces a la prensa – y no le creo - que la nueva casa ubicada al lado de su residencia la adquirió con un préstamo bancario. 
En esa vivienda durante todo su período presidencial alojaba el personal de Carabineros encargado de su protección, que actuaba de escolta en sus desplazamientos, además del personal de punto fijo que resguardaba su residencia las 24 horas, los 365 días del año.
Esa segunda casa, además, fue alhajada totalmente, dotada de todos los elementos (partiendo por camas, colchones) que requieren sus moradores. En este caso, no menos de 12 personas.
Pero no es todo. Antes de asumir, don Patricio celebraba en su residencia reuniones con personas que iban a ser sus colaboradores en el gobierno.
Esto molestaba a su esposa, quien en verdad gustaba de la vida privada y no disfrutaba de la exposición pública de su esposo.
Hay que recordar que la señora Leonor Oyarzún de Aylwin nunca quiso que la llamaran “primera dama’’. No se sentía tal ni tampoco quería serlo. Durante los 4 años de gobierno de su marido, la labor social realizada desde el gabinete de la primera dama fue muy escasa.
Dado que la Sra. Leonor no quería que le llegaran –por importantes que fueran- a interrumpir su vida privada, don Patricio decidió buscar una casa cercana para usar como oficina y lugar donde conceder audiencias, independiente del palacio de La Moneda.
Casi enseguida se le presentó la oportunidad cuando le ofrecieron en venta (a qué precio, pocos lo saben) la casa que estaba justo a los pies de la suya, pero con salida a otra calle. Don Patricio adquirió esa casa y la ocupó como oficina privada y lugar de entrevistas durante todo su período. Su residencia y su oficina se comunicaban por dentro, por una puerta que hicieron.
Obviamente esa casa también hubo que alhajarla y no precisamente con modestia.
¿De dónde salieron esos dineros don Patricio? Nuevamente, como en el caso anterior, consiguió otro préstamo bancario.
¿De qué banco? ¿Y de dónde salieron los fondos para alhajar dos casas?
En menos de un año, el ex Presidente – quien tenía una casa en esa manzana, se transformó en dueño de tres?
No hubo ahí transferencia de dineros públicos, conocidos como “fondos reservados’’ como es vox populis.
La fastuosa cena en la ciudad de Osorno
Me gustaría saber respetuosamente, don Patricio, si esa fastuosa cena que ordenó realizar en el sur de Chile, al cumplirse el primer año de su gobierno, la canceló también con un préstamo bancario, o si se pagó con fondos del Estado.
No lo recuerda. Le voy a refrescar la memoria.
El día anterior a que cumpliera Ud. un año en el mando de la Nación, UD y parte de su gobierno realizaba una gira por la X Región.
Estaban en Osorno. Usted y sus acompañantes, instalados en el mejor hotel de esa ciudad, en la misma Plaza de Armas.
Los periodistas marxistas y filo marxistas que le acompañaban también pernoctaban en el mismo hotel.
Me resulta muy difícil de creer que esos periodistas hayan podido cancelar un alojamiento tan elevado, sabiendo que los viáticos que entregan los medios de comunicación son más bien austeros.
Tengo la “presunción fundada’’ que el alojamiento de la prensa de izquierda era cancelada por el gobierno, con plata de todos los chilenos.
¿Podría usted precisar, claramente, este punto?
Recuerdo que sólo dos periodistas - curiosamente los dos únicos que no pertenecían a la farándula de “La alegría ya viene’’- alojaban en un lugar más modesto. 
Los viáticos de prensa no permitían a los que realmente cancelaban lo propio financiar el costo de un hotel de varias estrellas donde pernoctaba el representante del pueblo.
Todos, ministros, subsecretarios, miembros de la delegación presidencial, autoridades de la X Región recibieron de parte suya, don Patricio, una invitación para cenar juntos, para celebrar el triunfo del No.
A la hora de cenar rico y gratis, el entusiasmo por asistir era enorme.

Por lo mismo don Patricio, le tiene que haber llamado su atención que ese día –cuando se cumplía un año de su ascenso- dos periodistas fueran esa mañana a conversar con UD., a agradecer la invitación, y a expresar que no irían a la cena, pues “no teníamos nada que celebrar’’.
Se lo dijeron, de modo respetuoso, pero franco, cara a cara. ¿Lo recuerda?
De todos los invitados a cenar gratis, con cargo a Moya, talvez fueron los únicos que no asistieron.
¿Y usted, don Patricio, habla de honradez?
La danza de los millones en los viajes al exterior 
Bueno sería, don Patricio, que cuente a los chilenos que en sus numerosas giras al exterior, se alojó siempre en los hoteles más lujosos, más caros.
Lo mismo hacían quienes le acompañaban.
En sus viajes por distintos países de Europa pernoctó en hoteles que costaban un dineral.
Desechó otros que eran bastante buenos, y mucho más económicos.
¿No es eso dilapidar los recursos del país?
Le acompañaban periodistas de izquierda, al igual que sus medios, que habitualmente nunca mandaban enviados en las giras, por no gastar.
Esos medios no cubrían un evento ocurrido en el norte o sur del país, pero en el gobierno de don Patricio recorrieron Europa, alojaban en los mismos hoteles del Presidente….
Y algunos incluso hacían las comidas en los hoteles.
¿Pagaban ellos? ¿O les pagaba el gobierno con plata del Estado?
Le acompañé a casi todas sus giras por el mundo, estuve con UD. en más de 40 distintas naciones.
Aclaro que iba enviado y pagado por dos distintos e importantes medios de comunicación privados de Chile.
A diferencia de muchos, mi concurrencia a los distintos hoteles no representó gasto para Chile.
Todos los que íbamos en el avión presidencial – a lo menos un centenar de personas- no pagamos nunca nada. El vuelo estaba ordenado por la Presidencia de Chile, ejecutado por la Fuerza Aérea.
Es decir, todo el traslado –miles de kilómetros- lo pagaba Chile.
Teniendo dos buenos viáticos no me alcanzaba para cancelar –si quisiera estar- en los hoteles donde iba usted y su delegación.
Siempre me sorprendió la proeza de otros colegas que trabajaban en un sólo medio, y algunos bastante modestos, pernoctaban en los mismos hoteles que la comitiva presidencial.
Cómo les alcanzaba, no lo sé.
Salvo que alguien les ayudara con platas. Siempre me resultó un misterio insondable.
Andina del Sur, la agencia regalona
Tan misterioso como que todos los viajes suyos - por Chile y el mundo- eran entregados siempre a una misma empresa de turismo.
En los cuatro años de su gobierno don Patricio, jamás otra agencia de turismo que no fuera ella ganaba los concursos para organizar el viaje, elegir los hoteles y llevarse la comisión.
Pero ¿llamaron alguna vez a concurso de empresas de turismo?
O era, como me temo, siempre la misma firma “regalona’’
Era ella quien elegía los hoteles, los traslados, etc.
Fatalmente elegía siempre los más caros, lo cual la beneficiaba pues percibía una comisión.
Mientras más se gastaba, más ganaba esa agencia.

En el Gobierno Militar, que usted tanto crítica, no había empresa alguna que hiciera esos menesteres.
Esa misión la cumplía, y por el mismo sueldo, el personal de la Casa Militar.
Nunca entonces, en los 16 años de gobierno, se le pagó comisión a una agencia para que se hiciera cargo de las reservas.
Los militares trabajaban más y eran más austeros.
Pero en su gobierno, don Patricio, curiosamente la misma empresa se ganó todos los viajes los cuatro años.
Andina del Sur, es el nombre de la empresa suertuda.
¿Curioso?, no.
En aras de la transparencia, podría decir si ¿alguna vez en sus cuatro años llamaron a licitación pública por este importante ítem?
Una semana en Roma, con cargo a Chile 
Como no recordar su visita a Roma, que se extendió por una semana, cuando las actividades oficiales que realizó no daban para dos días.
Cinco días, en que más de un centenar de personas que iban en la delegación, la dedicaron al turismo, a visitar museos, parques, calles, coliseo romano.
Todo pagado por Chile.
¿Recuerda por qué estuvimos tanto?
Al igual que los demás, no pude dejar de enterarme que en Roma vivía una hermana de su esposa.
Ella estaba casada con el señor Hugo Trivelli, concuñado suyo y camarada de partido, a quien usted “castigó’’ nombrándolo embajador en esa hermosa capital.
La señora Leonor feliz de re encontrarse con su hermana, su cuñado, sus sobrinos. Era comprensible,
¡Como disfrutaron las horas y días juntos!
Pero... cuánto le costó al país tener a más de un centenar de chilenos cinco días, en Roma, haciendo turismo.
¿Eso es honradez, don Patricio?
A la carretera Presidente Pinochet el egoísmo de Aylwin hizo que hasta le quitaran su nombre
Antes, al igual que con usted, como periodista y enviado por dos distintos medios de prensa privado, me había tocado viajar con el Presidente Pinochet.
Es cierto, en su gobierno no fuimos jamás a tantos países como lo hacía usted, pero el general Pinochet recorrió Chile de extremo a extremo, lo que usted no hizo nunca.
Con el recorrimos Chile, de extremo a extremo, de cordillera a mar y varias veces.
Fuimos, a lo menos, cinco años a la Carretera Austral. Año tras año, siempre en verano, visitaba para imponerse del avance del camino.
Era una ruta de penetración, que nacía en Puerto Montt y que debe finalizar empalmando con Punta Arena.
No había nada, ni siquiera camino. Se fue haciendo día a día, en una zona de fuertes vientos, frío y abundante precipitaciones.
Trabajó allí, por años, personal del cuerpo militar del Trabajo. Ellos, no otros, terminaron el camino entre Puerto Montt y Cochrane.
Y no sólo eso, los militares construyeron una serie de caminos transversales, entre la cordillera y el mar.
15 millones de chilenos podrán vivir en ella
La carretera austral es la obra más gigantesca realizada por gobierno alguno en todo el siglo XX.
Por su majestuosidad y progreso sólo se le acerca el plan de inversiones en ferrocarriles, en puentes, en educación, al viaducto del Malleco desarrollado en la Administración Balmaceda.
Y en su gobierno, Don Patricio, a la llamada Carretera Presidente Pinochet lo sacaron hasta el nombre. Ustedes se lo quitaron.
Llegamos con él a pueblos muy pequeños, donde usted no estuvo nunca en toda su administración.
Recorriendo la Carretera Austral pasamos hambre y frío y tuvimos serias dificultades para alojar.
Lo anterior es totalmente cierto.
Carretera Austral, rio Ibáñez
No había entonces (año 1982-1983) servicentros ni locales comerciales en el camino.
No había casas, negocios, ni nada dónde comprar cigarrillos, servirse un café o ir al baño.
No se alojaba en hoteles cinco estrellas, sino en carpas.
Había dos ciudades grandes en todo el camino, Chaitén y Coyhaique.
Allí, en esos dos lugares, el Presidente y su esposa alojaban en el Regimiento o en la Comisaría y los demás donde podían.
El medio más usado era la carpa.
Había entonces en Chaitén una pensión llamada “Mi Casa’’ que tenía sólo dos baños, uno en el primero y otro en el segundo.
Para bañarse y ocupar el baño había que tomar número. Lo mismo para desayunar.
Llovía a raudales y, a falta de habitaciones, ministros y generales y autoridades importantes se recostaban en el suelo, en un sillón si lo encontraban, pues no había más habitaciones ni camas.
Eso lo viví. No me lo contaron don Patricio. Era un ambiente de austeridad, de sacrificio, tan distinto a los viajes suyos, a todo lujo.
Y usted habla de honradez.
La Carretera Austral se inició y ejecutó en el Gobierno Militar.
La Carretera Austral amplió Chile para los chilenos.
A lo menos 15 millones de compatriotas podrán vivir en esa zona a mediados de este siglo.
Cada año, en verano, son miles los chilenos que ahora pueden llegar a esa zona, recorrerla por tierra.
Ahora es totalmente distinta a lo que era hace 15 años, cuando sólo estaba su paisaje imponente y exuberante. 
Caleta Tortel
La apertura del camino, su posterior ensanche, la comunicación vial de pueblos y ciudades, determinó su urbanización, su comercio.
Sabe don Patricio, a Pinochet, le vimos pernoctar en la Carretera Austral, en carpas y también en Regimientos. Tenía él en su uniforme cinco estrellas.
Usted también fue un hombre de cinco estrellas, pero en materia de hoteles pagados por el estado de Chile.
El “paseito’’ en Gran Bretaña
Recuerda don Patricio el paseito que se mandó en Inglaterra.
Es de antología, para contar y no creer. Yo le recuerdo porque le acompañé.
Se le ocurrió a Ud. que podía tener familiares suyos, por el lado de los Aylwin, sepultados en Gran Bretaña.
No conforme con creerlo, solicitó a la embajada de Chile en Londres que hiciera las averiguaciones.
Establecieron ellos que había un familiar suyo vivo a unas tres horas en bus desde Londres.
Al llegar a Gran Bretaña, decidió usted ir a visitar a unos familiares muertos.
Se contrataron dos buses, anduvimos todo un día, y no se encontró a sus antepasados.
Pero, al menos, nos topamos con un primo suyo, al cual incluso entrevisté para mi diario. Le tomé Presidente fotos junto a su primo. Las publicamos en La Segunda.
Tengo anotada en mi libreta de apuntes hasta el nombre de la localidad donde estuvimos.
Estaba a unas tres horas al sur de la capital. Luego se seguía por caminos secundarios, de campo, que tenían una calidad de pavimento y señalización mejor que nuestra Carretera Panamericana.
¡Como olvidar esas excelentes carreteras y caminos! El verde intenso de los campos, una ganadería vacuna preciosa y excelentemente tenida.
Pero lo que me más me impresionó fue el suelo.
El bus avanzaba kilómetros y kilómetros y por más que miraba desde la ventanilla, no divisaba un papel, un desperdicio botado.
Fuimos en patota, casi un centenar, un día domingo, acompañándole. ¡Bueno el almuerzo y la atención en los buses!
¡Puchas que se disfrutó el viaje de ida y vuelta!
Se realizó a todo lujo. Un paseo formidable.
Creo, imagino, que le tiene que haber salido bastante cara la visita a su primo don Patricio.
Felizmente para usted, para su gobierno, nuestra Contraloría no dijo nada por esos gastos no necesarios.
Por suerte para usted estaba su hermano Arturo a cargo de la Contraloría General de la República entonces.
Con el pretexto que Chile se estaba “re-insertando’’ recorrió además América del Sur y del Norte. Nunca palpé los efectos de ese proceso, pues en las votaciones internacionales nunca pesamos más de lo que somos.
Los colegas de izquierda creían que los diarios de los Estados Unidos o de Europa Central iban a llevar en portada y a todo el ancho de página su visita oficial.
Grande fue el desencanto al comprobar que, con suerte, la presencia de Aylwin ocupaba un párrafo a una columna.
Pero para Chile despachaban como si los europeos no dieran más de júbilo.
También me tocó viajar y bastante, como reportero, acompañando al Presidente Eduardo Frei, su correligionario de partido.
Al igual que usted viajó bastante.
Pero lo describiría como serio y eficiente.
Viajó harto, pero por razones muy fundadas. Estuvo en cada parte sólo lo necesario.
Diría que cada actuación suya en el exterior fue al servicio del país.
sábado, 5 de junio de 2010
PINOCHET Y AYLWIN o RECUERDOS DE UN REPORTERO)
Etiquetas:
AYLWIN Y PINOCHET RECUERDOS
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