DEL BLOG DE HERMÓGENES
viernes 13 de agosto de 2010
Ignorancia Presidencial
Como parte de sus denodados esfuerzos por aumentar su popularidad, Sebastián Piñera concurrió al muy escuchado programa radial de Checho Hirane y Sergio Melnick, donde dijo, según su costumbre, muchas cosas que, él estima, a la mayoría le agrada oír. Como es bien sabido, estas cosas resultan por lo común distintas a las que contribuyen a hacer un buen gobierno, pero creo que ya a estas alturas de su mandato los observadores objetivos, si es que los hubiere, se habrán dado cuenta de que la vocación de agradar a la mayoría de nuestro Presidente es mucho más fuerte que la de gobernar bien.
Obedeciendo a esa vocación dijo en el citado programa que no renunciaría a la facultad de conceder indultos, pero que excluiría de éstos a los "delitos de lesa humanidad". Esa afirmación, que ha repetido varias veces, y lo ha hecho porque desde la primera vez le acarreó estruendosos aplausos del comunismo y la Concertación (los aplausos que él más valora) es un testimonio de ignorancia lamentable. Los comunistas e izquierdistas en general aluden constantemente a los delitos de lesa humanidad, asimilándolos a los cometidos por personal uniformado. Ya el hecho de que ellos lo afirmen sería por sí mismo una razón para pensar que no es verdad, pues cuesta mucho sorprender a algún comunista diciéndola. Pero, así y todo, nuestro Presidente repite las falacias de ellos con lamentable frecuencia, como en este caso.
Pues en Chile, que se sepa, nadie ha cometido un delito de lesa humanidad, por la sencilla razón de que la Constitución dice que nadie puede ser perseguido por un delito que no haya sido consagrado como tal por la ley con anterioridad a su perpetración. Y en Chile se tipificaron los delitos de lesa humanidad recién el 22 de julio de 2009, en la ley 20.357. Que se sepa, nadie desde esa fecha ha sido siquiera imputado de uno de tales delitos y, por tanto, mucho menos podría haber sido condenado y ser hoy aspirante a un indulto que se lo perdonara. Por lo mismo, y con mucho mayor razón, nadie pudo cometer en Chile uno de tales delitos antes del 22 de julio de 2009, porque ellos no existían en nuestro medio.
Por añadidura, la conducta tipificada como delito de lesa humanidad en la ley de 2009, que a ese efecto reproduce el Tratado de Roma de 1998, consiste en "un ataque generalizado contra una población civil", y los agentes del Gobierno Militar lo que hacían era precisamente lo contrario de eso, es decir, defendían a la población civil de ataques generalizados en su contra, como lo eran los atentados que cometían los 20 mil o más terroristas de extrema izquierda que, documentadamente y según un informe de la OEA, había en Chile al 11 de septiembre de 1973. De modo que si alguien acá cometía esa clase de delitos aún no tipificados desde 1973 en adelante, eran los comunistas y sus adláteres de otras versiones totalitarias, como los socialistas locales, que venían llamando a la violencia armada desde 1965.
Entonces, hablar de que no indultará a autores de delitos de lesa humanidad es sólo demostración de ignorancia legal imperdonable en un Presidente de la República. Claro, todos sabemos lo que él quiere decir: que no va a indultar a personal uniformado condenado. Esa decisión, aunque esté ineptamente formulada, le ha traído consigo, como señalé, el estruendoso aplauso del comunismo y de la Concertación, cosa que nuestro actual Presidente valora sobremanera y que quiso volver a conseguir con su intervención junto a Hirane y Melnick.
Otro antecedente que podría haber hecho vacilar a Sebastián Piñera antes de hacer su anuncio sobre indultos debería haber sido el de que no pocos fallos de la justicia contra uniformados los han condenado como autores de delitos de lesa humanidad. Está visto que los fallos de la justicia chilena, que es predominantemente de izquierda, en todo lo que se refiera a ex uniformados son completamente alejados de la legalidad y la verdad de los hechos. El Presidente no podía menos que saber que cualquier coincidencia suya con esos fallos lo exponía a un lamentable error jurídico, como éste en que ha incurrido.
Bueno es ir dejando establecidas estas cosas que, por lo que yo veo como mero observador atento y lector de informaciones periodísticas, nadie pone en evidencia, porque, reconozcámoslo con franqueza, el país se encuentra sumido en un éxtasis a-crítico lamentable desde que ejerce el poder un Presidente llegado a él con el apoyo de la derecha y dedicado denodadamente a complacer a la izquierda.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
viernes, 13 de agosto de 2010
IGNORANCIA PRESIDENCIAL
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario