domingo, 26 de septiembre de 2010

Subversivos y Terroristas chilenos empiezan a recibir "beneficios carcelarios" en Brasil



Cómplice de "Ramiro" obtiene beneficios carcelarios
El ex mirista Marco Rodríguez formaba parte del grupo que secuestró a Washington Olivetto.

por Patricio Carrera
La Tercera


El 2 de febrero de 2002, el chileno Marco Rodríguez Ortega (37) fue detenido en Brasil junto a otras cinco personas, en el marco de la investigación por el secuestro del publicista Washington Olivetto.

Cincuentaitrés días antes, en diciembre de 2001, el empresario había sido plagiado en Sao Paulo por un comando encabezado por Mauricio Hernández Norambuena, ex jefe del FPMR, conocido como el "comandante Ramiro". Este último estuvo a cargo de las negociaciones con la familia del publicista. Pedían el pago de US$ 10 millones por su liberación.

Pero la policía capturó al grupo de secuestradores que mantenía cautivo a Olivetto. La banda estaba compuesta por los chilenos Mauricio Hernández, Alfredo Canales y Marco Rodríguez. También fueron apresados los colombianos William Gaona y Marta Uroga, además de la argentina Karina Germano López.

Los miembros del grupo fueron condenados a 30 años de cárcel por su participación en el secuestro del empresario, quien fue mantenido cautivo durante 53 días en una casa especialmente acondicionada para mantenerlo oculto.

Desde el momento de su detención, los secuestradores invocaron razones políticas tras el secuestro. Mauricio Hernández señaló que se trató de un hecho perpetrado por militantes del MIR y el FPMR con la finalidad de reunir recursos. Sin embargo, estos argumentos fueron desechados por la justicia brasileña. También se especuló que obedecía a una operación de la guerrilla colombiana, en la que tomaron parte los chilenos.

Tras su arresto, los condenados fueron separados en diferentes cárceles de Brasil, custodiados bajo extremas medidas de seguridad.

Los beneficios

Transcurridos 8 años de que fueron detenidos, hasta ahora el único que ha podido acceder a beneficios penitenciarios es Marco Rodolfo Rodríguez Ortega, quien se encuentra recluido en la penitenciaría de Itaí, según confirmó la Secretaría de Administración Penitenciaria de Sao Paulo.

Desde mayo, Rodríguez se encuentra bajo el régimen de semi abierto, es decir, puede acceder a talleres al interior, tiene menos vigilancia y ha podido abandonar el recinto por algunos días, pero en contadas ocasiones y bajo autorización de las autoridades de la unidad carcelaria.

Según informaron en el recinto penal, los presos que han mantenido una buena conducta y no han cometido delitos anteriores pueden acceder a este tipo de beneficios.

Además, señalan, Marco Rodríguez ha realizado talleres de idiomas con otros presos de la unidad penal, por lo que ha sido bien evaluado.

El otro chileno, Alfredo Canales, podría acceder en los próximos meses al mismo sistema, al igual que el colombiano William Gaona. Todos permanecen en la penitenciaría de Itaí o conocida como "Cabo PM Marcelo Pires da Silva".

Tras cumplir los requisitos del régimen de semilibertad, los chilenos condenados por el secuestro de Olivetto podrían optar a trabajos remunerados fuera de la unidad penal, en recintos especiales, pero deben volver a pernoctar al recinto.

Activista del MIR

Marco Rodríguez, es hijo de Myriam Ortega y Rodolfo Rodríguez, dos antiguos miltantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que estuvieron durante largos años presos durante el régimen militar.

Vivió durante toda su infancia en Cuba y en 1988 llegó a Chile.

Durante los años '90 se vinculó al MIR, específicamente al llamado Ejército Guerrillero de los Pobres-Patria Libre (EGPPL), una de las facciones más radicalizadas del mirismo y que operaba principalmente en ciudades del sur del país.

Así quedó en evidencia en el comunicado que en mayo de 2002 esta agrupación reivindicó el secuestro de Olivetto. El texto señaló que "los compañeros Alfredo Canales Moreno y Marco Rodríguez Ortega son militantes del MIR e integrantes del EGP-PL, destinados a tareas internacionalistas".

Publicista secuestrado
El pasado 7 de septiembre, el publicista Washington Olivetto estuvo de visita en Chile, participando en un seminario de publicidad. Estuvo 53 días secuestrado en una casa que el grupo arrendó para tenerlo cautivo. Al menos otros tres chilenos fueron identificados como participantes en el plagio, pero no han podido ser detenidos. Entre ellos, figura Raúl Escobar, del FPMR.

Mauricio Hernández Norambuena permanece en penal de máxima seguridad
A diferencia de la situación de los otros dos chilenos, Mauricio Hernández Norambuena se encuentra recluido, desde el pasado 23 de agosto, en un penal de máxima seguridad llamado Campo Grande. Con anterioridad, permaneció tres años preso en la cárcel de Catanduvas.

El traslado se produjo a los pocos días de la entrevista que concedió a Chilevisión y en la cual sostuvo que la decisión de asesinar al senador Jaime Guzmán, en abril de 1991, fue adoptada por la totalidad de los integrantes de la Dirección Nacional del FPMR.

En ese sentido, mencionó que el ex militante del FPMR, Enrique Villanueva, también habría participado en la decisión mientras era, según dijo, informante de "La Oficina".

A raíz de estas declaraciones la investigación por el crimen del senador fue reabierta.

En el penal de Campo Grande, Mauricio Hernández permanece 22 horas diarias encerrado. Desde el 2002 no tiene contacto con ninguno de los integrantes del grupo que participó en el secuestro de Olivetto. En la entrevista, "Ramiro" no reveló en qué se iba a ocupar el dinero del secuestro. Tampoco ser refirió a su presunto paso por la guerrilla colombiana luego de fugarse de Chile en 1996.


1 comentario:

gregorysteele2010 dijo...

Hola : ojalá usted me pueda ayudar. Dos wikipedistas siguien borrándome mis
ediciones. (Vease página de discusión de http://es.wikipedia.org/wiki/Acciones_armadas_de_extrema_izquierda_en_Chile). Estos dos wikipedistas quieren tapar los crímenes de los
guerrilleros marxistas en Chile. Lo que más me molesta es que dicen
que la mayoría de los caidos de los uniformados en Chile fueron
asesinados por las mismas ramas de las fuerzas armadas de chilenas.