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jueves, 7 de abril de 2011

Carta publicada en el Semanario "cambio21"




Estimadas Amigas y Amigos: Ruego difundir carta mía publicada en el Semanario "Cambio21".


Para abrir la puerta a la solución de la persecución político-judicial de que somos objeto, es necesario apoyar en el Parlamento la Ley Bustos-Burgos, entre otros, que legaliza el cumplimiento de condenas en sus domicilios a los mayores de 70 años y gravemente enfermos. Proyecto de Ley que se desarchivó con el objeto de seguir dándole tramitación oficial, y así lograr que estemos al nivel de lo ya existentes en varios países desarrollados, y que también iría en la dirección de disminuir con el hacinamiento en las cárceles del país.


Un gran abrazo.


EDUARDO ITURRIAGA NEUMANN GENERAL DE DIVISIÓN PRESO POLÍTICO MILITAR EN PUNTA PEUCO


CARTA MÍA PUBLICADA EN EL SEMANARIO “CAMBIO21” MÉRCOLES 6 DE ABRIL 2011 DESDE PUNTA PEUCO


Señor Director: Respecto de su entrevista aquí en Punta Peuco y atendiendo la economía de papel para no poner todos los detalles de mis respuestas le solicito algunas precisiones En el mediano plazo no espero Ley de Punto Final; si espero que el ejecutivo proponga o apoye que se tramite en el Congreso, un proyecto de ley que acumule procesos y unifique penas, se limite la cuantía de las condenas a la cantidad máxima de 10 años de prisión, haciendo valer los años ya cumplidos en la cárcel; se disponga el cierre de todos los casos denominados de “derechos humanos”, en un período no superior a tres años. Respecto de nuestros juicios: Se ha negado a conceder beneficios carcelarios a los que se tiene derecho reglamentariamente. Y no solo a las salidas dominicales, de fin de semana y diarias, sino también a las libertades condicionales a las que se tiene derecho al cumplimiento de la mitad o dos tercios de las penas cuando corresponda. Respecto de mi paso por la DINA le señalo: Siendo un Mayor de Ejército, recién ascendido del grado de Capitán, y recién graduado de Oficial de Estado Mayor en la Academia de Guerra del Ejército, fui destinado a la Dirección de Inteligencia Nacional. Destinación que acaté como lo hacemos siempre los oficiales. En esa dirección se me asignó el trabajo de producir inteligencia en el campo de acción económico, y luego de dos años de trabajo se me destinó a la Facultad de Economía de la Universidad de Chile para hacer un post grado en Economía. Luego se me ordenó crear, el Departamento de Inteligencia Económica, y luego me destinaron a trabajar en la Subsecretaría de Economía. Lo que quiero decir: nos tratan en general como “criminales y torturadores”, convencidos de que esa es la realidad de los militares procesados y condenados. Nuestra verdad: somos profesionales de las fuerzas armadas, que nos empleamos en forma convencida y determinada para defender a la ciudadanía de extremistas y delincuentes que perturbaban la tranquilidad de la Patria. Si hubo excesos, muchos de los nuestros han pedido perdón. Pero la mayoría de nosotros, no cometimos el delito que se nos imputa. Hubo testigos falsos, jueces prevaricadores, resquicios de la ley y persecución política, donde primaba encontrar culpable a un militar, antes de encontrar la verdad. El mejor ejemplo es la falacia del secuestro permanente. No hemos cometido crímenes de lesa humanidad. No podíamos haberlo hecho simplemente porque ese delito no estaba en nuestra legislación. No se equivoquen autoridades y políticos, al pensar que los que nos apoyan y quieren el definitivo reencuentro de las fuerzas armadas con la civilidad, son una minoría. Si ahora no toman medidas, lo van a sentir en carne propia en las próximas elecciones.

EDUARDO ITURRIAGA NEUMANN GENERAL DEL EJÉRCITO

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