
Lo Que la Carmen le Dijo a la Evelyn
Cuando la ministra del Trabajo fue a Estados Unidos hace poco, participó en un seminario en el BID, donde la jefa de la unidad de mercados laborales de esa institución, Carmen Pagés-Serra, les dijo a aquélla y a los economistas y parlamentarios que la acompañaron (traduzco) que en Chile debían hacer todo lo contrario de lo que están haciendo en materia laboral.
Dije "traduzco" porque Carmen fue muy diplomática y dio su opinión de manera elíptica. Por ejemplo, señaló: "Los temas no son sencillos; implican hacer cambios en aspectos que pueden ser contenciosos, pero es un momento clave en la historia del país".
¿Qué quiso decir? Que la Evelyn debe hacer todo lo contrario de lo que está haciendo, es decir, en lugar de complacer a Arturo Martínez y sus similares, y amenazar a los empresarios, debe prepararse para enfrentar a Martínez y permitir a los empresarios aumentar su productividad, lo que es lo mismo que decir que debe disminuírse el precio de contratar trabajadores.
Pues Carmen añadió una cosa muy notable: si en Chile la participación de la población en el mercado del trabajo fuera la misma que en EE. UU., el ingreso chileno aumentaría en 16 %. Es decir, daría un salto de crecimiento equivalente al de tres años, al ritmo registrado en 2010.
Para que la participación en el mercado del trabajo sea la misma que en EE.UU. se requiere que más jóvenes y mujeres entren a trabajar, pues entre ellos están las tasas más altas de desocupación. ¿Por qué no lo hacen? Porque en Chile no hay libertad de trabajo, pese a que la Constitución la garantiza. Y no la hay porque los jóvenes pobres y las mujeres de menor educación, unos y otras pertenecientes a grupos de escasa productividad, no encuentran empleo, debido a que la legislación de salarios mínimnos, indemnizaciones por años de servicio, feriados irrenunciables, salas-cunas, pre y postnatal y fueros variados hacen que el costo mínimo de contratar a algún trabajador o trabajadora sea más alto que el aporte a la producción que él o ella son capaces de hacer. Luego, no están en el mercado del trabajo, no generan ingresos propios y el país crece un 16% menos de lo que podría hacerlo.
Los "aspectos contenciosos" a que se refiere Carmen están representados por la agitación política que habría si se permitiera al mercado del trabajo ser más libre y a las personas contratarse sin los condicionamientos que les ponen las leyes laborales y sindicales vigentes.
La desigualdad en Chile se explica en gran medida por la rigidez de la legislación laboral, previsional y sindical, pues las personas pobres tienen tasas de desempleo de dos dígitos (entre los pobladores de campamentos, jóvenes, sin educación, la tasa de desempleo supera el 40%, y si son mujeres sube más aún). En cambio, en el quintil de ingreso más alto hay pleno empleo. ¿Cómo no va a haber desigualdad si la legislación socialista lleva a que casi la mitad de los más pobres no encuentren trabajo y todos los ricos se regodeen con las oportunidades de trabajo que tienen?
Carmen Pagés-Serra ha dicho que, en estas condiciones, la economía chilena se está quedando sin motor que la impulse y, si alguna vez dejan de presentarse las condiciones externas tan favorables que tenemos hoy, con el cobre a más de 4 dólares por libra, nos vamos a quedar sin viento de cola y el estancamiento se va a notar más.
Traducción final de lo que Carmen le dijo a Evelyn: en lugar de perseguir a empresarios que contratan gente, para tener sonriente a Arturo Martínez, debería dedicarse a alentar a los mismos a contratar más, aunque se enoje el presidente de la CUT.
Porque si no, no hablemos de alternancia en el poder ni de nueva forma de gobernar, sino de más de lo mismo.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
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