El Cristinismo, con las manos sucias en gas y petróleo

Por Guillermo Cherashny para el Informador Público

Desde hace dos semanas se viene hablando intensamente de una supuesta nueva política del cristinismo llamada de “manos limpias”. Mani pulite fue el proceso conformado por múltiples investigaciones judiciales por corrupción que en la Italia de los ‘90 barrió con la vieja clase política y que hasta hizo que la mayor parte de los partidos tradicionales cambiaran de nombre. Como se advierte, no hay punto de semejanza entre aquello y la Argentina actual. Desde las usinas cristinistas, se difunde ahora que el gobierno ha ganado en transparencia gracias a la creciente pérdida de participación de Julio de Vido en las grandes decisiones.

En cambio -remarca el nuevo operativo de acción psicológica-, el aporte de Nilda Garré y Juan Manuel Abal Medina, sumado a la influencia decisiva que va ejerciendo Horacio Verbitsky, garantizan ese giro hacia la honestidad. Todo esto da por sentado que cuando Néstor Kirchner manipulaba los hilos había una corrupción estructural y generalizada. Pero el difunto se la habría llevado a la tumba al igual que la imagen negativa del gobierno de CFK. También según esta teoría, la Presidente habría dado el ejemplo con esto de las manos limpias, ya que habría rechazado valijas con millones de euros que antes aceptaba Néstor.


Las pruebas del no cambio

Pues bien, dos gigantescos negociados confirman que todo sigue como antes. Uno gira alrededor del gas que importa la Argentina desde Bolivia -el tema es cierto que viene de antes-, operación en la cual el precio del millón de BTU (la unidad por lo cual se valúa ese fluido) nos cuesta U$S 8,77, porque está indexado por el precio del petróleo. Esto hace que la operación sea cuestionable.

Hace dos meses, la Presidente llevó en su viaje a Qatar una misión comercial y se firmó un convenio para comprarle a ese emirato GNL (gas natural licuado) por U$S 80.000 millones en los próximos 40 años. En el convenio, firmado delante de CFK, se estableció que el precio sería indexado por el precio del petróleo. No se trata de una posición justificable, sobre todo a partir de que en octubre pasado en los Estados Unidos se descubrieron enormes yacimientos de gas no convencional, por lo cual el valor del millón de BTU está en 4 dólares. Para más datos, YPF descubrió hace poco en Neuquén un yacimiento del mismo gas no convencional. La operación con Qatar fue adjudicada sin licitación a una empresa de colectivos y trenes cuyo principal accionista es Claudio Cirigliano, de excelentes relaciones con Ricardo Jaime, después con el propio Kirchner y a ahora con la Presidente.

VACIAMIENTO DE YPF

El otro negocio oscuro es el de Repsol-YPF Argentina. De acuerdo a una investigación realizada por un equipo de técnicos ligados a sectores de la oposición, un análisis profundo de los balances de los últimos tres años permite demostrar que la empresa ganó en ese período dividendos por 12.000 millones de pesos, pero repartió como dividendos en cash -para llevárselos- 14.000 millones de pesos, o sea más del 100%. Los expertos en la materia señalan que en cualquier empresa petrolera se retira a lo sumo el 40% y el restante 60% se reinvierte en exploración. Pero en nuestro país no sólo se retira la totalidad de los dividendos. Ahora que -a través del DNU 441- el gobierno se quiere meter en todas las empresas, lo más probable es que no se destinen dividendos a la exploración. Así las cosas, YPF cuenta hoy con el 16% de las reservas comprobadas de gas y solamente el 20% de las reservas comprobadas de petróleo. En otras palabras, YPF fue vaciada y el Estado podría plantear su compra en cualquier momento, como medida de alto impacto electoral. Lo que sorprende es que varios diputados radicales y peronistas disidentes vienen pidiendo reuniones de comisión para tratar estos graves temas pero se encuentran con la negativa sistemática del Presidente de la Comisión de Energía, el candidato a Jefe de Gobierno Pino Solanas. Como se advierte, la operación manos limpias montada por el cristinismo no pasa de ser una cortina de humo, porque en el fondo todo sigue igual que en vida de Kirchner.
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