DE CHILE INFORMA EDICIÓN Nº 697
La muerte de este terrorista ha permitido, adicionalmente,
enterarse del doble discurso de las personas.
Todo ser humano tiene derecho a la vida, por desgraciado que
sea.
Algunas sociedades, no todas, han resuelto autorizar la
eliminación de una persona, por delitos objetivos, y sometidos
los responsables a un debido proceso, por infracciones
sancionadas con anterioridad a la fecha de ejecución del delito.
En esos casos, la persona puede ser ejecutada, conforme a
derecho.
La pregunta obvia que surge es ¿en qué tribunal sometió a
juicio A Osama Bin Laden?. ¿Tuvo él un debido proceso?.
Se le realizó un juicio justo, con respeto a sus derechos por
parte de un tribunal competente.
Nada de eso ocurrió.
Estados Unidos por sí y ante sí, tomó la
justicia por su mano y lo asesinó
despiadadamente.
Y el propio presidente de los Estados
Unidos se dirige a sus compatriotas para
informar de la hazaña.
Han muerto a una persona. Han asesinado
a un ser humano y el Presidente afirma que, por esto, es un día
de felicidad para los Estados Unidos.
Este crimen confirma un hecho objetivo, no hay respeto por la
vida humana.
Lo anterior es independiente de quién es la víctima.
Si decimos que defendemos la vida de la persona humana, hay
que actuar con consecuencia, defenderla en todos los casos,
tanto del que está por nacer, como del que ha nacido, del
joven, el adulto o del anciano.
Incluso de un criminal como Osama Bin Laden.
El odio de los norteamericanos es entendible, porque ellos
fueron los ofendidos, los afectados. Pero entender no es
sinónimo de compartir.
Leo en un diario en Internet el siguiente titular:
Canciller Moreno destaca como "una buena
noticia" muerte de Bin Laden
El ministro de Relaciones Exteriores de Chile dijo que con esta
acción se demuestra que "cualquiera que esté involucrado en
un acto de terrorismo, al final va a ser encontrado y va a ser
castigado".
Si lo anterior corresponde realmente al ministro de Relaciones
Exteriores de nuestro país, quiere decir que nuestro Canciller,
nuestro gobierno, tiene un doble discurso.
Y eso se llama hipocresía.
Nuestras autoridades son hipócritas.
El gobierno actual defiende que haya militares chilenos presos
por haber enfrentado el terrorismo marxista.
El terrorismo comunista quiso apoderarse de nuestra patria, de
nuestras libertades, violar entre otros el derecho de propiedad,
que nos es tan caro.
Pero, felizmente, las Fuerzas Armadas y de Orden, sacrificando
a más de mil de sus efectivos, neutralizó a los comunistas.
En esa lucha hubo muertos y excesos por ambos lados.
Este gobierno, como los anteriores de la Concertación,
castigaron con cárcel sólo los excesos de este lado. Casi un
centenar de uniformados chilenos están presos.
Todos los terroristas marxistas están libres.
El canciller de nuestro país dice públicamente que el gobierno
de Chile se alegra que el gobierno norteamericano haya
asesinado a una persona.
El gobierno chileno se alegra que Estados Unidos no haya
respetado la soberanía y el suelo de un país soberano.
El gobierno de Chile se alegra que tropas norteamericanas
ingresen, sin autorización de nadie, a un país libre como
Pakistán, y que lo hagan para matar.
El presidente norteamericano Barack Obama aseguró ayer a
sus compatriotas que, tras la muerte de Osama Bin Laden, el
mundo es más seguro y mejor.
La aseveración del mandatario norteamericano es falsa. El
mundo no puede ser mejor, cuando ellos matan, pues nadie
tiene el derecho de matar a nadie.
El asesinato es un pecado. Aquí, allá, en todo lugar y
circunstancia.
La muerte sólo genera muerte, esa es una experiencia
histórica.
Sin duda, a raíz de este asesinato cometido por los
norteamericanos, y que al parecer muchos para congraciarse,
quieren justificar, hará los vuelos nacionales e internacionales,
más inseguros, más sujetos a control.
Y nada de eso puede ser bueno para el mundo.
Este crimen norteamericano confirma lo que la historia nos ha
enseñado: Los norteamericanos se sienten con el derecho de
atropellar los derechos humanos de las personas y de los
países.
Ellos, los norteamericanos, son capaces de invadir un país,
derrocar un gobierno por la fuerza, y eso no es ético.
El presidente Obama ha dicho al mundo que sus compatriotas
decidieron lanzar los restos de Osama al mar.
Es decir, Osama es hoy un desaparecido. Se ignora dónde
están sus restos. Su familia jamás podrá sepultarlo.
En nuestro país, al igual que en Argentina o en Uruguay,
centenares de uniformados, están presos porque hicieron
desaparecer los cadáveres de los terroristas.
¿Se atreverán nuestros jueces, los miembros de nuestra Corte
Suprema, a enjuiciar, a pedir la extradición y la prisión del
Presidente de los Estados Unidos por hacer desaparecer
personas?
Dificultamos que lo hagan.
Y si lo hiciera alguien en el mundo, si alguien con un sentido
de justicia, lo demandara en un tribunal ¿cree usted que
Estados Unidos entregaría a su presidente?.
La operación de los norteamericanos fue planificada y
ejecutada por la CIA.
¿Cree usted que Estados Unidos va a entregar al director de la
CIA por este crimen?
Leemos una información de la agencia de noticias AP, fechada
en Lima. En ella se señala que el canciller peruano José García
Belaunde dijo que "primero se deben extender las
felicitaciones a Estados Unidos por el éxito de esta operación
que corona el esfuerzo de años por tratar de ubicar al jefe de
al-Qaeda y desmantelar a la cabeza de esta organización
terrorista mundial".
El canciller dijo que ayer envió una felicitación escrita al
presidente Obama.
El canciller peruano fue más expresivo que el nuestro y
demostró un mayor grado de hipocresía.
El canciller José García dice que los peruanos tienen que
apresurarse en felicitar a los norteamericanos por haber
asesinado a un terrorista.
Pero olvida ese sujeto que el ex presidente de Perú, Alberto
Fujimori, está preso precisamente en el Perú por haber dado
muerte, no a uno, sino a varios terroristas del movimiento
marxista sendero luminoso.
Más sensatas suenan las expresiones de Patricio Navia, un
chileno que analista político y académico de la universidad
Diego Portales, quien dijo que la gente que ama la democracia
y la libertad no puede sino estar satisfecha que bin Laden esté
muerto, de la forma como lo asesinaron.
Agregó, sabiamente, que esto no se opone a que no hay
justificación ética o moral alguna para
defender los ataques terroristas del 9/11.
El presidente en declaraciones
efectuadas ayer en la Casa Blanca
aseguró; "como país no hay nada que
no podamos conseguir cuando nos lo
proponemos de verdad".
Los dichos de Obama son peligrosos,
pues no precisa si lo harán con
decencia o no. Para ellos, no importan
los medios, y lo acaban de demostrar al mundo entero.
martes, 3 de mayo de 2011
LA MUERTE DE OSAMA BIN LADEN
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