
domingo 1 de mayo de 2011
El Beato Juan Pablo II y Chile
Juan Pablo II quiso venir a Chile porque sabía exactamente lo que había ocurrido acá antes y después de 1973 y conocía la verdad de lo que estaba ocurriendo en 1987. Su visita era "políticamente incorrecta", porque la izquierda mundial, que manejaba y maneja las comunicaciones y determina el curso de la corriente dominante en la opinión pública universal, había decretado la condena mundial del Gobierno Militar chileno y en particular del Presidente Pinochet, jamás habría tolerado que Juan Pablo II hubiera venido a darle un espaldarazo. Pero vino y se lo dio, apareciendo junto a Augusto Pinochet en un balcón de La Moneda ante una multitud en la plaza de la Constitución, en una imagen que dio la vuelta al mundo y valía más que mil mensajes de la propaganda contraria a aquél.
Es que Juan Pablo II tenía en Chile a un amigo, contemporáneo, sacerdote y polaco, el padre Bruno Rychlowski, que residía acá y, como la casi totalidad de los europeos residentes y conocedores de la realidad interna, era un ardiente partidario y defensor del Gobierno Militar. El padre Bruno hablaba frecuentemente con su amigo Carol Wojtila y lo mantenía informado de la verdad de lo que sucedía en Chile... y en la Iglesia chilena; y de quiénes eran, realmente, los "buenos" y los "malos".
Recuerdo, en particular, que cuando los izquierdistas de la Vicaría de la Solidaridad quisieron montar toda una escena susceptible de aprovechamiento político con el tema de los derechos humanos, Juan Pablo II los dejó con un palmo de narices. Ni siquiera entró al local, interrumpiendo la diatriba de algún funcionario, que pretendía recibirlo con una proclama contra el gobierno, con un gesto y diciéndole "ya sé, ya sé" y marchándose sin ingresar a la escenificación preparada por los defensores del extremismo.
Porque sabía que el extremismo se había enseñoreado de esa Vicaría, que ella prestaba auxilio logístico (clínicas) y jurídico (defensas judiciales) a los terroristas del FPMR, que en los años 1985 y 1986 cometían los peores crímenes contra las personas y sus derechos humanos. Tanto que el Archivero de la Vicaría era, a la vez, alto dirigente comunista y jefe del FPMR, cosa que sólo se supo cuando los servicios de seguridad detuvieron a un frentista, Bruno Malbrich, quien confesó palmariamente que había sido reclutado para el FPMR en la Vicaría y por el Archivero de la Vicaría, José Manuel Parada.
El extremismo, durante la visita papal, procuró crear un escenario de violencia que diera la vuelta al mundo cuando Juan Pablo II presidió una Misa multitudinaria en el Parque O'Higgins, pero el gobierno tuvo buen cuidado de evitar cualquier represión y dejó que los extremistas llegaran hasta a amenazar la seguridad del Pontífice, que así reafirmó "de visu" su convicción acerca de quiénes eran los reales culpables de la violencia en Chile, los extremistas de izquierda.
Juan Pablo II fue un milagro histórico, pues su pontificado fue decisivo para provocar la caída del que Ronald Reagan tan acertadamente describiera como "Imperio del Mal", que provocó, según los investigadores franceses del "Libro Negro del Comunismo", cerca de cien millones de muertos en el mundo. No por nada un asesino a contrata quiso poner término a su vida, sin que hasta hoy se haya aclarado a qué intereses servía, pero cabe sospechar a cuáles convenía su muerte.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
sábado 30 de abril de 2011
El Invitado de Honor
El 1° de mayo siempre ha sido una fiesta de la izquierda y yo no entiendo por qué el convidado de honor no es, este año, el presidente Sebastián Pïñera, que ha puesto en vigor las siguientes aspiraciones izquierdistas:
1) Aumentó los impuestos a la renta. Siempre la izquierda ha querido que el Estado se adueñe de todo, o, en su defecto, de la mayor parte posible de la riqueza y los ingresos de los particulares. Sebastián Piñera, satisfaciendo ese anhelo, subió los impuestos a la renta y las contribuciones a los bienes raíces de más valor.
2) Él quiere privar a las fuerzas armadas de parte de los recursos que les han permitido estar muy bien pertrechadas, lo que ha hecho posible que los potenciales interesados en quedarse con parte de lo nuestro, que todos sabemos cuáles son, ni siquiera sueñen con intentarlo. La izquierda siempre ha aspirado a debilitar a las fuerzas armadas, primero, porque ellas han demostrado que nunca la dejarán cumplir su principal propósito, que es y siempre ha sido alcanzar el poder por la fuerza; y, segundo, porque anhelan repartirse los recursos para equipar a los uniformados y usarlos con fines electorales. Sebastián Piñera está impulsando la más antigua aspiración izquierdista a este respecto, que es la de suprimir el diez por ciento de las ventas de cobre para equipar a las fuerzas armadas.
3) Otra antigua aspiración izquierdista siempre fue la de gravar cada vez más a las empresas mineras, porque ellas son la principal fuente de inversión extranjera y de riqueza productiva del país, y a la izquierda no le interesa un país rico, porque en ese caso la ciudadanía no vota por ella sino por los que han posibilitado la riqueza interna. Por eso el royalty minero fue una idea de un pre-candidato presidencial del PC, Jorge Lavandero, que en un principio nadie consideró, ni siquiera el gobierno de Lagos, de centro-izquierda, porque tenía un ministro de hacienda que apreciaba el significado de tener ventajas comparativas en la captación de inversión minera. Pero después, en brazos de la presión izquierdista, se consagró. Ahora Sebastián Piñera, siempre deseoso de gozar del aplauso de la izquierda, propuso subir el royalty, y lo consiguió. Luego, habrá menos inversión minera que sin royalty o con uno más bajo, eso es obvio. Para captar un porcentaje adicional de las utilidades mineras, se ha renunciado a recibir el total de las inversiones que no se harán debido al royalty. Lindo negocio. Pero la izquierda, gracias a Piñera, consiguió parte de lo que quería.
4) También la izquierda siempre abominó del DFL 2, creado bajo el gobierno de Jorge Alessandri, porque dio gran impulso a la construcción, donde suelen encontrar trabajo los más pobres. Ella siempre se desesperó de que, gracias a las exenciones de impuestos del DFL 2, hubiera mucha construcción, millones de familias cumplieran "el sueño de la casa propia" y miles de inversionistas llevaran su dinero a esas construcciones para aprovechar las exenciones tributarias. Sebastián Piñera satisfizo en parte este antiguo sueño de la izquierda y quitó las exenciones a todo inversionista que tuviera más de dos viviendas DFL 2.
5) A la izquierda nunca le ha gustado el ahorro de los particulares, porque en él se alimenta la inversión, que crea empresas y da empleos, haciendo que la gente progrese materialmente. Si esto sucede, ella pierde votos. Por eso siempre propone castigar el ahorro. Sebastián Piñera creó impuestos sobre ahorros que estaban exentos y atraían a muchos inversionistas. Por esto también la izquierda debería estarle agradecida.
6) Otro sueño dorado de la izquierda chilena es el castigo a los militares, que cometieron el "crimen de lesa humanidad" de impedirle a ella tomar el poder por las armas. Sebastián Piñera ha sido escrupuloso en agravar las condiciones de la prisión política que sufren los militares, que, cuando están enfermos, deben ir a los hospitales engrillados y a los cuales ha negado indultos, incluso de carácter humanitario. Asimismo, ha olvidado sus promesas de velar por que se les apliquen las leyes vigentes. Precisamente porque no se les aplican son prisioneros políticos. Y su número sigue engrosándose, al punto de que ya hay hacinamiento en Punta Peuco, donde ellos mismos han debido construir celdas adicionales, porque Gendarmería no las levanta, debido a que el gobierno no le entrega recursos. Cualquiera puede comprobar lo anterior. Incumpliendo las respectivas promesas que antes de la elección presidencial hizo a los militares, Sebastián Piñera ha hecho felices a los izquierdistas.
7) Éstos aspiran a un Estado cada vez más grande. También Sebastián Piñera está cumpliendo este anhelo de ellos, creando nuevos ministerios e impulsando las reformas socialistas a la educación que harán todavía más grande al Leviatán que rige la enseñanza de los chilenos, con tres nuevas instituciones burocráticas que costarán 32 mil millones de pesos al año, cumpliendo así su promesa de un "Estado poderoso, que regule, controle y supervise". Es decir, un Estado como el que le gusta a la izquierda.
8) Un sueño de la CUT en particular y de la izquierda en general siempre ha sido controlar a los trabajadores e intervenir en la libre negociación de su trabajo por las personas libres. Esto lo ha conseguido a través de la existente legislación socialista del trabajo (que él ayudó a aprobar siendo senador), pero como ella arruinaría a las pequeñas empresas, se permite que éstas no queden sometidas a todas las limitaciones de las grandes. Por consiguiente, éstas, para dismunuir sus costos, han buscado dividir sus operaciones en empresas menores, para estar libres del control político y de las cargas económicas forzosas que ha discurrido el socialismo. Entonces, cada empresa menor tiene su RUT distinto, como es lógico. Por eso la izquierda siempre aspiró a que se castigara los "multiruts", porque al haber muchas empresas menores perdía el control sobre los trabajadores, no podía promover huelgas ni hacer política en las empresas. Sebastián Piñera ha satisfecho también este viejo sueño izquierdista y ha encargado a su ministra del Trabajo terminar con los "multiruts", es decir, impedir que las empresas grandes se libren del control político de la izquierda. Él merece ser homenajeado por ella también por esta razón.
Si esas ocho razones no son suficientes para hacer que la CUT invite a Sebastián Piñera a presidir el acto del 1° de mayo y a recibir un sentido homenaje de todos los partidos que la forman, quiere decir que son, simplemente, unos malagradecidos.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
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