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sábado, 4 de junio de 2011

LA INCREÍBLE CONVERSIÓN DE OLLANTA HUMALA




Hernán Felipe Errázuriz


Sábado 04 de Junio de 2011
La increíble conversión de Ollanta Humala


Por Hernán Felipe Errázuriz

Los chilenos observamos circunspectos y preocupados lo que suceda este domingo en Perú. Están en juego nuestras relaciones, la institucionalidad y la economía peruanas, que en pocos años duplicó el ingreso per cápita, redujo a la mitad la pobreza y alcanzó un crecimiento promedio anual cercano al ocho por ciento. Según las encuestas, estarían empatados Keiko Fujimori y Ollanta Humala. La demora en el recuento oficial agregará mayor suspenso: los cómputos de votos en el extranjero y en lugares remotos tardarán más de una semana y son considerables.

La campaña ha sido áspera. Los fantasmas de Hugo Chávez y de Alberto Fujimori siguen rondando. Contradictorio resulta que un nacionalista como Humala se inspire en líderes extranjeros. Primero en Chávez, de quien ahora reniega, y, luego, en Lula da Silva. Humala no es Lula; es más bien Chávez, otro oficial de ejército, populista. Cuesta igualar a un militar acostumbrado a dar órdenes con Lula, un sindicalista que por oficio es negociador. Su distanciamiento de Chávez es poco convincente. Los dos soldados siempre se han entendido y admirado. Chávez ha sido su financista. Es fácil pasar inadvertido, por la frontera boliviana, el dinero venezolano.

Algunos liberales apoyan la candidatura humalista por temor a la influencia de Alberto Fujimori en su hija. Otros se han convertido porque Humala cambió su programa presidencial: dio garantías de respeto a la propiedad privada y a las libertades públicas, y se comprometió a no reelegirse y a no llamar a una asamblea constituyente, a diferencia de sus compañeros de ruta Chávez y Morales. Sabemos de promesas y garantías incumplidas que terminan en desastres. El respeto de Humala por el libre comercio no es creíble; dice que revisará los tratados comerciales. No es convincente que un nacionalista, que aboga por la intervención estatal en sectores "estratégicos", respete la iniciativa y la propiedad privada. Dudoso es su apego a la institucionalidad que había denunciado de fujimorista. Menos creíble es que mantendrá con visión de futuro y correctas las relaciones con Chile, cuando en una carta al Presidente Piñera las condicionó, instándolo a pedir perdón por la Guerra del Pacífico y por otros desencuentros del pasado.

Los más optimistas creen que los apoyos de los conversos al humalismo y la estabilidad y crecimiento que ha logrado Perú podrían servir de contención a los excesos de Humala, si fuera elegido.

Los peruanos residentes en Chile no estarán entre los conversos: seguramente darán mayoritariamente sus preferencias a Keiko. Ya en primera vuelta relegaron a Humala al cuarto lugar, después de la señora Fujimori, Kuczynski y Toledo.






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