ONU Y OEA CALIFICARON CRÍMENES DE LAS FARC COMO LESA HUMANIDAD

DE CHILE INFORMA EICIÓN Nº 871


ONU y OEA calificaron crímenes de
las FARC como de lesa humanidad


Tras los asesinatos de cuatro rehenes al fracasar un operativo
de rescate, los organismos internacionales salieron a mostrar
su rechazo hacia lo ocurrido.
(Desde Argentina don Arturo Larrabure, hijo de un militar
trasandino, nos envía una información publicada en Córdoba
sobre terrorismo. Además nos precisa: “Sin duda todos los
crímenes de las FARC, ETA, MONTONEROS, ERP,
TUPAMAROS y todos los grupos armados terroristas son
delitos de lesa humanidad. En la Argentina asumirlo sería un
reconocimiento que llevaría a la cárcel a muchos integrantes
del gobierno. Es por eso que de este tema "no se habla", es por
esa causa que hay apellidos prohibidos y el que lo dice es
severamente sancionado).
Arturo Larrabure
El asesinato de cuatro rehenes por parte de las FARC, ocurrido
el pasado sábado al fracasar un operativo de rescate del
Ejército de Colombia, fue calificado por la ONU y la OEA como
crímenes de lesa humanidad, en los más enérgicos de los
numerosos rechazos que causó el hecho en amplios y hasta
antagónicos sectores.
El sargento Luis Erazo, el único sobreviviente de la masacre,
llegó este mediodía al aeropuerto militar de Bogotá a bordo de
una aeronave de la Policía y fue trasladado inmediatamente al
hospital de esa fuerza de seguridad, en condiciones de salud
“bastante aceptables”, según informó el ministro de Defensa,
Juan Carlos Pinzón.
Sargento Luis Erazo
Erazo bajó del avión vestido con el uniforme de la Policía y con
un vendaje en la mejilla, y saludó a los periodistas que lo
esperaban levantando su mano derecha y haciendo la V de la
victoria.
Escoltado por otros efectivos, tomó por sus propios medios la
ambulancia que lo trasladó al Hospital de la Policía, muy cerca
del aeropuerto, según reportaron las agencias de noticias
ANSA y DPA.
El sargento, que llevaba casi 12 años en poder de las FARC -
fue secuestrado el 9 de diciembre de 1999-, fue el único
sobreviviente del asesinato perpetrado por el grupo guerrillero
a un grupo de rehenes, todos policías o militares, tras un
intento fallido de rescate por parte de tropas regulares en una
zona rural del departamento (provincia) Caquetá.
Erazo logró huir cuando los guerrilleros abrieron fuego y se
escondió en la selva. Añadió que el sargento sufrió heridas en
el rostro luego de que le lanzaran una granada en su
escapatoria, pero se hallaba en condiciones de salud “bastante
aceptables”.
Los rehenes muertos son el sargento del Ejército Libio
Martínez, quien había sido secuestrado el 21 de diciembre de
1997; el coronel Edgar Yesid Duarte y el capitán Elkin
Hernández, raptado el 14 de octubre de 1998, y el intendente
Alvaro Moreno, capturado el mismo día que Erazo. Los tres
últimos pertenecían a la Policía.
Tres de los cuerpos tenían “tiros de gracia” en la cabeza y el
otro, en la espalda.
El presidente Juan Manuel Santos afirmó que “es un crimen
atroz que merece la condena de todo el país y toda la
comunidad internacional, y es una demostración de la crueldad
del grupo narcoterrorista”.
La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para
los Derechos Humanos afirmó en un comunicado que “estos
hechos irracionales son crímenes de guerra que podrían
constituir crímenes de lesa humanidad” y “son el producto de
la deshumanización progresiva del conflicto armado interno”
colombiano.
El secretario general de la Organización de Estados
Americanos (OEA), José Miguel Insulza, afirmó que “este
hecho representa una grave violación al derecho internacional
humanitario de personas que han sido privadas de la libertad
por tantos años por este grupo armado, y un crimen de lesa
humanidad que merece el rechazo de toda la comunidad
nacional e internacional”.
Insulza reclamó la liberación inmediata de todos los rehenes
que permanecen en poder de las FARC y aclaró que “esa
liberación no es objeto de ninguna negociación, sino una
condición previa para la paz”.
Las FARC, que tienen su poder a 11 militares y policías, piden
un intercambio con cerca de 800 guerrilleros que están presos.