En otra época tal vez hubiera sido bueno que Chile tuviera alguna similitud con la milenaria Grecia, pero nunca ahora, cuando se conoce la gravísima situación económica de ese país, él que en corto tiempo terminó arruinado y absolutamente quebrado. Por supuesto, todo lo anterior por culpa de los políticos griegos.
Vale preguntarse ¿qué hizo la politiquería en Grecia para causar esa espantosa barbarie financiera?
Sencillo, lo gastaron todo y se lo robaron todo. Exactamente igual a lo que hacen en Chile los políticos, muy particularmente la Concertación. Acá no colapsamos porque los políticos chilenos recibieron el país de manos de un Gobierno Militar brillante, que construyó para los chilenos los cimientos más sólidos de América y entregó el mandato con la economía más pujante del cono sur. En Grecia los políticos de turno no tuvieron esa suerte, el actual recibió el mando simplemente… de otro gobierno político.
Es interesante hacer un paralelo entre lo ocurrido en la Grecia actual y el Chile de los políticos, o de la democracia, como dicen ellos, los que odian a los Militares:
EN LA GRECIA ACTUAL:
Tras el desbanque, la Comunidad Europea pudo constatar las más increíbles irregularidades. Había jubilaciones masivas a los 50 años de edad; había (de promedio) 50 conductores por cada coche oficial; en un hospital fiscal (Evangelismos), se detectaron 45 jardineros para una maceta con cuatro arbustos; estos son solo destacados ejemplos.
El peso del sector público en la economía griega era aplastante, tenían cerca de un millón de funcionarios para 4 millones de griegos de población activa. Ellos hacen como que trabajan y el estado… les paga.
EN EL CHILE DE LA DEMOCRACIA:
La Concertación hizo lo mismo, infló el aparataje público con millares de “operadores políticos”, personas contratadas fuera de la planta necesaria, bajo cualquier artificio, generalmente como asesores en cualquier tema. Estos operadores políticos en veinte años llegaron a cuadruplicar a los trabajadores de planta, y todos ganaban el doble o el triple que los anteriores, los que hacían el trabajo.
EN LA GRECIA ACTUAL:
La administración pública se mimetizo con los más increíbles métodos de corrupción vistos en Europa, cercenando la hacienda nacional.
Se detectó que Grecia tenía la población ficticia más alta del mundo, personas de 100 años de edad o más, porque no se daba de baja a los muertos de los registros civiles, y se cobraba su pensión; había familias que cobraban 4 y 5 pensiones que no les correspondían, porque los beneficiarios habían fallecido.
El estado pagaba pensiones “vitalicias” (de mil Euros mensuales), a hijas solteras de funcionarios fiscales fallecidos (por no estar casadas), solo en esto las arcas del Estado gastaban 550 millones de Euros al año.
En salud se detectó de todo, lo más increíble, solo un ejemplo, el estado compraba marcapasos a un precio 400 veces superior al que pagan otros países europeos para sus hospitales públicos, y en una cantidad superior al 60% de la población del país.
En lo previsional, son incontables los trabajadores que se beneficiaban de jubilaciones anticipadas fijadas en 50 años para las mujeres y 55 para los hombres, esto por pertenecer a alguna de las más de 600 categorías laborales consideradas especialmente extenuantes; por ejemplo: los peluqueros (porque los tintes que usan pueden resultar nocivos), los músicos de instrumentos de viento (porque soplar una flauta es agotador), o los presentadores de televisión (porque los micrófonos provocan daños en la salud), por nombrar algo.
EN EL CHILE DE LA DEMOCRACIA:
La Administración pública chilena, esa eficiente, trabajadora y profesional que entregó el Gobierno Militar chileno, fue aniquilada progresiva y sistemáticamente por la Concertación, con los más vergonzosos capítulos de corrupción vistos en nuestra historia.
Es bueno recordar los casos Obras Públicas (MOP), Copeva, Serviu, Sobresueldos, Indemnizaciones, Subvenciones, Chile Deportes, Conadi, Sence, Inverlink, Defensorías, Codelco, Indap, Programas de Empleos, entre muchísimos más (casi olvidados por los chilenos), casos de violento y espeluznante fraude al fisco, que hicieron mermar importantísimos recursos, miles de millones de dólares. Esto cercenó nuestra hacienda y la acción fue en flagrante desmedro de los más necesitados y del crecimiento del país. Por supuesto, el delito quedó en la más completa impunidad.
EN LA GRECIA ACTUAL:
El salario medio de los empleados de ferrocarriles públicos superaba los 66 mil Euros al año, y eso incluía a limpiadores y todo tipo de trabajadores de planta u externos (estos últimos una suerte de operadores políticos chilenos). Como resultado, la empresa ferrocarrilera termino quebrada y con una deuda tan millonaria que es imposible de financiar por el estado.
EN EL CHILE DE LA DEMOCRACIA:
Acá siempre hubo un ferrocarril, que recorría gran parte del territorio y atendía las necesidades de un importante porcentaje de la población. El ferrocarril no era bueno, pero funcionaba. Pues bien, la Concertación prometió con exagerada pompa que dotaría a los chilenos del mejor tren de alta velocidad de Latinoamérica. Eliminaron el tren anterior, se robaron millones de durmientes centenarios de roble, los reemplazaron por otros de cemento, de poca duración y caros. Y el tren nuevo, el de última generación, el de alta velocidad, resultó ser un ordinario ferrocarril viejo, dado de baja en otro país y recauchado para engañar a los chilenos, y que por lo demás, duró menos de un año. Esta gracia de los políticos significó millares de millones de dólares, que nunca se recuperaron. Y quedamos sin tren.
EN LA GRECIA ACTUAL:
El metro de Atenas (casi gratis), recaudaba 90 millones de Euros en tickets cada doce meses, mientras que el costo total de esta empresa pública era superior a los 500 millones. En otras palabras una quiebra irreversible.
EN EL CHILE DE LA DEMOCRACIA:
El Metro de Santiago, que desde su construcción durante el Gobierno Militar fue el más pujante, organizado, expedito y limpio de América, la Concertación lo contaminó con su mal recordada “obra de oro”, el Transantiago. Como resultado, la ciudad de Santiago es la metrópolis más abrumada del planeta con los más graves problemas de locomoción para su población, y el antiguo Metro se transformó en un oneroso, colapsado y sucio medio de transporte, una carga millonaria para el estado chileno y para todos sus usuarios.
EN LA GRECIA ACTUAL:
Había miles de instituciones financiadas por el estado, absolutamente inservibles, de las que se beneficiaban ilícitamente millares de personas, por ejemplo, el “Instituto para la Protección del Lago Kopais”… un lago que se secó el año 1930.
Los jubilados griegos recibían una pensión equivalente al 96% del total de lo que ganaban trabajando; a modo de comparación: Los franceses reciben en promedio como pensión el 51% de su último salario, los alemanes el 40%, los norteamericanos el 41% y los japoneses el 34%.
En la última década, se crearon en Grecia más de 300 nuevas empresas públicas que no producían nada, solo pagaban sueldos fiscales.
Grecia tenía cuatro veces más profesores que Finlandia (el país mejor evaluado en el último Informe educacional PISA), pero esa superpoblación de docentes griegos sólo sirvió para estar entre los países europeos con peor nivel educacional de Europa.
EN EL CHILE DE LA DEMOCRACIA:
La Concertación no dio oportunidad alguna a los chilenos, no creo trabajo, al contrario generó cesantía, y eso lo suplía regalando las arcas fiscales con ridículos y onerosos bonos, valioso capital irrecuperable.
Por otra parte en Chile la Concertación construyó una multimillonaria empresa que favorece miles de desvergonzados, y que funciona en base a la institucionalización de la mentira histórica, con complicidad de la Justicia actual (absolutamente politizada), donde se derrochan anualmente una cantidad impresionante de millones de dólares en vergonzosas indemnizaciones disfrazadas de falsos exonerados, falsos torturados y falsas víctimas de derechos humanos.
Y EN LA GRECIA ACTUAL:
Lo más increíble, falsearon su economía para poder entrar a la Comunidad Europea y acceder al Euro; y luego siguieron mintiendo sobre su realidad financiera, hasta que definitivamente todo colapsó. Y el mundo pudo conocer la realidad griega cuando la Comunidad Europea manifestó su repudio al fraude.
¡Esa barbarie fue obra de los políticos griegos!
Y EN EL CHILE DE LA DEMOCRACIA:
Los políticos recibieron del Gobierno Militar la más exitosa economía de América, ni siquiera ellos podían creer lo que estaban recibiendo. Y el país crecía al 9%... la Señora Bachelet, por causa de lo señalado extensamente antes, lo entregó decreciendo al 2%. Y como se explicó al principio, la destrucción no fue mayor gracias a la solidez financiera y austeridad heredada de los Militares.
¡Esa barbarie fue obra de los políticos chilenos!
COMO RESUMEN…
La Grecia de hoy se encuentra en el delicado dilema de cómo poder mantenerse dentro de la Comunidad Europea, luego de haber falseado todos sus datos financieros en forma descarada. Si no les resulta, el futuro es realmente incierto.
El Chile de hoy, tiene un gobierno distinto a la Concertación, y que ha sido austero en la economía. Pero hasta la fecha no ha tenido los pantalones para eliminar de raíz el financiamiento de imbesibilidades, como todo lo turbio que envuelve el tema de los DD.HH., donde se continúa derrochando recursos que bien podrían solucionar los verdaderos problemas de los chilenos; no ha tenido los pantalones para exigir al Poder Judicial su despolitización y que sus integrantes actúen con verdadero profesionalismo judicial, especialmente con los Militares, quienes son tratados como si fueran seres de chancheras; y no ha tenido los pantalones para frenar a un naciente comunismo, hermano menor de la Concertación, que ya causó los peores daños conocidos a la educación chilena, y que amenaza con continuar su arremetida en todos los sectores de la vida y quehacer nacional.
Alejandro Russell O’Kuinghttonss
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