Subject: FW: Rv: Carta de Gral.Matthei a Margareth Thatcher.
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>> José Piñera publicó en su sitio web el siguiente memorándum, que
>> cuenta la verdad de lo que los chilenos sabíamos hace años, pero no
>> oficialmente sobre la guerra de las Malvinas. Se trata de una nota
>> enviada por Mathei a la dama de hierro en el contexto de Pinochet
>> preso en Londres…
>>
>>
>> 25 de Marzo, 1999
>> En los primeros días de Abril de 1982, poco después de la invasión
>> argentina a las Islas Falkland, el Jefe de Inteligencia de la Fuerza
>> Aérea de Chile me informó que un Comandante de Ala de la Real Fuerza
>> Aérea
>> (RFA) de Gran Bretaña había llegado a Chile con un mensaje personal
>> del Jefe del Estado Mayor de la RFA y requería una reunión inmediata.
>> Lo recibí inmediatamente. Era el
>> Comandante de Ala Sidney Edwards, quien me presentó de inmediato sus
>> credenciales y me preguntó si estaría dispuesto a colaborar con
>> Inglaterra en ese momento crítico. Ellos requerían ayuda,
>> principalmente, en temas de inteligencia. Como nunca habían
>> considerado a Argentina como enemigo potencial, carecían de
>> información de inteligencia sobre dicho país. También me señaló que
>> tenía poderes suficientes para negociar directamente cualquier
>> requerimiento urgente de aviones, repuestos u otro equipamiento que
>> la Fuerza Aérea chilena necesitara, con el objeto de fortalecer
>> nuestras defensas ante la amenaza Argentina. Además, me señaló que
>> deberíamos evitar los canales diplomáticos. Y me especificó que ni el
>> Embajador británico ni el Agregado de Defensa tenían conocimiento
>> alguno de él y su misión. Le señalé que antes de comprometer nada, tenía que, por cierto, conversar el tema con el General Pinochet y obtener su beneplácito respecto del tema.
>> Conversé con el General Pinochet quien no se sorprendió en absoluto
>> del requerimiento Británico. Lo analizamos cuidadosamente y
>> reflexionamos sobre sus posibles consecuencias. El autorizó la
>> operación con la condición que bajo ninguna circunstancia los
>> ingleses podrían montar ninguna operación contra Argentina que
>> utilizara territorio chileno. En esa reunión no estaba presente
>> ninguna otra persona. Nuestro equipo de inteligencia le dio un
>> completo informe al Comandante Edwards sobre la Fuerza Aérea
>> Argentina. Le dimos libre acceso a nuestro centro de operaciones en
>> Punta Arenas, donde nosotros monitoreábamos todas las operaciones de
>> la Fuerza Aérea argentina a través de nuestro radar de largo alcance
>> y nuestro equipo de comunicaciones basado en tierra. El Comandante
>> Edwards portaba una radio con comunicación satelital directa al
>> Comando de la Fuerza Británica.
>> Durante Abril de 1982, trabajamos mano a mano con los ingleses. Un
>> avión Nimrod de la RFA voló a Chile para efectuar misiones
>> electrónicas y de comunicaciones de mutuo beneficio. Como voló sobre
>> territorio chileno, consideré que no estábamos violando la condición
>> impuesta por el General Pinochet de no utilizar suelo chileno.
>> La RFAembarcó también a Chile seis aviones Hawker Hunter desarmados a
>> bordo de un avión aerotransportado C-130. Otro C-130 trajo un radar
>> militar de largo alcance que nosotros instalamos, de acuerdo con los
>> ingleses, en frente de Comodoro Rivadavia. Me gustaría señalar que
>> los aviones C-130 volaron vía Tahiti e Isla de Pascua, ya que en ese
>> momento ningún país sudamericano permitiría que aviones británicos
>> sobrevolaran su territorio.
>> No debemos olvidar que Chile fue el
>> único país de América Latina que no apoyó a Argentina en la guerra
>> contra el Reino Unido y que, en ese momento, el presidente de Chile
>> era el General Augusto Pinochet.
>> Así, cuando la Fuerza de ataque británica llegó a las aguas
>> australes, todo estaba funcionando correctamente. Cuando el 1° de
>> mayo los británicos atacaron, nosotros fuimos capaces de proveer al
>> Comandante de la Fuerza de Ataque con información, minuto a minuto,
>> de la reacción Argentina. Eramos capaces de detectar los aviones
>> argentinos al momento que despegaban y monitorear su vuelo y sus
>> comunicaciones, ya que transmitían con voz clara.
>> Seguimos la ruta de los aviones hasta 80 kilómetros mar adentro. De
>> esta forma, la Fuerza de Ataque británica estaba tempranamente
>> advertida de los ataques argentinos y, así, eran capaces de preparar
>> sus defensas y poner en vuelo a sus aviones para interceptarlos.
>> Fui informado inmediatamente de todas las operaciones que se llevaban
>> a cabo y pude seguirlas desde mi oficina. Toda información importante
>> la entregué al General Pinochet. El constantemente revisaba lo que
>> estábamos haciendo y estaba muy interesado en lo que estaba
>> ocurriendo. El único yerro que tuvimos fue cuando un helicóptero
>> británico que transportaba a fuerzas comando, aterrizaron de
>> emergencia en territorio chileno a pocos kilómetros de Punta Arenas.
>> Nosotros desconocíamos esta operación y como violaba uno de los
>> principios que habíamos establecido, tuvimos una fuerte discusión con
>> el Comandante Edwards quien prometió que esto no volvería a ocurrir
>> más. Mientras se incendiaban los restos del helicóptero, todos en
>> Punta Arenas y, después en Argentina, se enteraron del caso del
>> misterioso helicóptero. Inmediatamente informé al General Pinochet.
>> El me dio las instrucciones pertinentes en orden a negar cualquier
>> conocimiento por parte de Chile sobre este incidente a nuestro propio
>> Ministro de Relaciones Exteriores y se me dejó en libertad de acción
>> para ayudar a la tripulación inglesa a salir de Chile. A través de
>> sus propios canales de radio, se le ordenó a la tripulación inglesa entregarse a una instalación claramente especificada de la Fuerza Aérea chilena.
>> Desde allí los embarcamos en un vuelo comercial con destino a Inglaterra.
>> Me gustaría mencionar otro evento de
>> importantes consecuencias. El 8 de junio, casi al final de la guerra
>> de las Falkland, dos barcos de transporte, "Sir Gallahad" y "Sir
>> Tristam" fueron atacados y destruidos por bombarderos argentinos con
>> gran pérdida de vidas. Ese día, después de varios meses de operación
>> continua, nuestro radar de largo alcance había sido apagado para
>> efectuarle una mantención indispensable. Uno sólo puede especular
>> cómo le habría ido a la Fuerza británica si no hubiera dispuesto de
>> los avisos, con media hora de antelación, provistos por la
>> inteligencia chilena respecto de los ataques argentinos.
>> Para terminar, quisiera señalar que esta cooperación no ha sido nunca
>> mencionada antes y no hubiera sido nunca mencionada si no hubiera
>> sido por la injusta situación en que se encuentra el General Pinochet
>> en el Reino Unido. Un país que él ayudó en un momento de necesidad y
>> cuando ningún otro país de América Latina estaba dispuesto a hacer
>> nada a favor del Reino Unido.
>> Fernando Matthei Aubel
>> Ex General y Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile Original
>> en http://www.josepinera.com/chile/chile_libertad_memomatthei.htm
lunes, 9 de abril de 2012
Carta de Gral.Matthei a Margareth Thatcher.
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