COMBATIENDO EL VANDALISMO.

DEL BLOG DE MÁXIMO

El ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, anunció que la pena mínima por convocar a protestas callejeras por Internet será de dos años, para que los fiscales puedan pedir prisión provisional para sus autores y los jueces puedan ratificarla. El ministro informó al congreso de su País, que la propuesta en la que está trabajando el Ministerio del Interior con el de Justicia se traducirá en una reforma del Código Penal en la que se tipificará como delito estas conductas. De lo que se trata, según el ministro de Interior, “es de intentar hacer frente a una violencia urbana que está coordinada previamente y que, mediante técnicas de la guerrilla urbana, ocasiona una gran violencia sobre las personas y los bienes”. Según ha dicho el ministro, “se trata de un fenómeno que se vio en Cataluña durante la jornada de huelga general del 29 de marzo, pero que también se ha registrado en otras ciudades españolas, que se está generalizando y que no tiene una respuesta adecuada desde el orden público”. En su opinión, no está tipificada "de manera adecuada" en estos momentos la resistencia pasiva, es decir, la actuación de aquellas personas que desobedecen "de forma reiterada" las indicaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Hay que robustecer la autoridad legítima de quien legítimamente tiene la exclusividad de la actuación con fuerza”, es decir, la policía, “porque no se puede estar pasivamente ante actuaciones de las de algunas personas que desprecian, injurian y desobedecen a las Fuerzas de Seguridad". Además, -continuó el ministro-, se incluirá como "delito de integración en organización criminal alterar gravemente el orden público" y concertar concentraciones violentas por cualquier medio de comunicación como Internet y las redes sociales. Como podemos apreciar, en España, que si bien es un País europeo, no es precisamente paradigma del orden, bastó solo una huelga general con vandalismo para que las autoridades tomen cartas en el asunto, antes de que esta situación se les vaya de las manos, como ha sucedido en un País en estado de semi barbarie ubicado en esa salvaje y alejada zona del planeta denominada America Latina y que como diría Don Quijote, de cuyo nombre no quiero acordarme, pero al que ustedes sabrán reconocer, si les digo que la líder de la revolución lleva un aro en la nariz, al igual como los salvajes de África que cocinan misioneros en una olla, tal como aparece en los chistes de Condorito. ¿Adivinaron?. Si, ese mismo. Pues ese País, que está regentado por un payaso y una banda de travestis que decía ser una cosa y término siendo otra, y que pretende entregar dinero y beneficios a destajo con tal de parecer europeo, no creo que esté dispuesto a penalizar con cárcel el vandalismo como hacen los Países a los cuales pretende imitar. Dicen que solo es fácil adquirir las malas costumbres, para asimilar las buenas se necesita un nivel cultural mayor, del que por supuesto aquel alejado País de cuyo nombre nuevamente no quiero acordarme, al parecer carece.