martes, 25 de septiembre de 2012

DE CHILE INFORMA EDICIÓN Nº 1.115

HOMOSEXUALES NO, FUERTE Y CLARO 



Miguel A. Vergara Villalobos. Almirante ®




 
(Comentario aparecido en Diario La Tercera)

Con preocupación veo que se está utilizando la ley

antidiscriminación para que se puedan incorporar a las FF.AA.

quienes ejercen conductas homosexuales.

Al respecto, la citada ley lo que rechaza es la discriminación

arbitraria, es decir, que carezca de justificación.

Por eso me parece artificial la algarabía que ha generado el

instructivo del Ejército que, entre otras categorías, estima

inconveniente la presencia de homosexuales en sus filas.

No está en cuestión la capacidad intelectual, ni las habilidades

manuales, ni el patriotismo de los homosexuales. Pero se

deben prever los negativos efectos que su presencia generaría

en la convivencia y la cohesión de los heterosexuales.

Los miembros de las FF.AA. deben estar preparados para

ofrecer su vida en defensa de la Patria, por lo que no es el lugar

más apropiado para experimentos sociales.

El General Norman Schwarkopf, que estuvo al mando de las

fuerzas aliadas que en 1990 invadieron Irak, decía: "En todos

los casos que he conocido, las unidades (en que sirven

homosexuales) se dividen cuando los demás se enteran de su

orientación sexual; ocurre siempre".

Confío en que las autoridades políticas, considerando la

idiosincrasia y el ethos militar chileno -no el de otros países--,

ponderarán debidamente los problemas de convivencia que

significaría aceptar homosexuales en las FF.AA.

No es justo que una minoría se imponga en materias tan

delicadas como ésta, mientras quienes mayormente se verían

afectados están obligados a guardar silencio.

Los heterosexuales también tienen derechos que se deberían

respetar.


“LOTO ROJO”



Escribe don Fernando Navajas I.Vicealmirante


Dentro de las actividades subversivas del marxismo

internacional, en la década de los 70 existió un plan llamado

“Loto Rojo”, que contemplaba acciones de este tipo para todo

el cono sur de nuestro continente.

Para Chile, consideraba vertebrar a lo largo de todo el país

organismos subversivos de grupos marxistas, concretando la

meta de constituir “las milicias del pueblo”.

Dicho plan contemplaba cuatro fases; pero me referiré a la

cuarta que se denominaba”Netuaiñ Mapu, que en mapuche

significa “recuperar la tierra”.

Partía considerando que, de Temuco a Chiloé, habitaban unos

250.000 individuos de ascendencia indígena, fácilmente

adoctrinables en el marxismo, según ellos, por las duras

condiciones de vida pre-cordillerana andina los cuales podrían

ser entrenados para formar guerrillas bajo el eslogan Netuaiñ

Mapu.

Se pretendió volcar a esta etnia mapuche contra los

propietarios de la tierra.

Consideraba también a los 200.000 chilenos que en esa época

residían en el sur argentino, muchos de origen indígena, para

reeditar los”malones araucanos”, creando un ambiente de

violencia en ambos países.

También contemplaba esta fase del plan, la misión de apoyo a

los grupos extremistas argentinos.

En el inter tanto, el Imperio Soviético se derrumbó y han

transcurridos 39 años desde que se expulsó al gobierno

marxista de la U.P. Pero parece que esta fase del plan se viene

cumpliendo en el país desde mediados de los años 90 hasta

nuestros días, con diferentes intensidades.

En efecto a partir de 1996/1997, se inició un clima de violencia

que ha ido en aumento desde la VIII a la XI regiones y cuyo

propósito es recuperar la tierra; es decir ocupar, destruir,

incendiar e impedir el trabajo en zonas forestales en plena

producción que tienen sus legítimos dueños-mientras no se

demuestre lo contrario-a quienes se les está privando por la

fuerza de ejercer su labor productiva, además de constituir un

asalto al derecho de propiedad que consagra la Constitución

de la República.

Todo esto a la vista de gobiernos timoratos y débiles como han

sido los de la Concertación y el actual. La diferencia está en

que ahora son mucho más violentos pues actualmente se ataca

a Carabineros, se destruye la maquinaria, se queman las casas

de los propietarios actúan coordinadamente y se mueven con

toda soltura.

Esto no es un problema menor.

Grandes empresas forestales chilenas han adquirido tierras en

Argentina, Brasil, Uruguay a precios más bajos y en

condiciones de rendimiento forestal similares a Chile.

Aún cuando han declarado que sus actividades en Chile no se

suspenderán, es indudable que están tomando sus

resguardos para el futuro.

El Gobierno y la ciudadanía no parecen tomar el peso a este

asunto toda vez que la producción del sector forestal y sus

derivados representan un gran porcentaje de nuestras

exportaciones, generando cuantiosos recursos para el Estado

y dando empleo directo e indirecto a miles de personas.

El capital está destinado a producir bienes y servicios que

requiere la sociedad y para ello necesita de estabilidad política,

social y reglas del juego claras en lo económico. Si ello no

existe el capital emigra.

Esto no parece comprenderlo mucha gente en Chile.

Políticamente la ley 19953, llamada Ley Indígena, es atentatoria

contra la unidad nacional, ya que crea, de hecho, dos tipos de

chilenos y contradice el principio de integración al existir

normas y disposiciones diferentes para unos y otros en

distintos ámbitos, especialmente en el laboral.

El problema indígena no tiene solución a corto plazo, requiere

educación, cultura, formación de hábitos de trabajo, tecnología

y dinero por medio de un plan que participe el gobierno y la

actividad privada.

Además todos estos movimientos indigenistas son dirigidos

desde el exterior, concretamente Europa, y se ha observado la

presencia de ellos en la zona en cuestión, incluyendo la

detención de un miembro de la ETA hace unos años.

Antes del primer gobierno de la concertación, el tema mapuche

era el de la pobreza; ahora se ha transformado en un problema

racial hábilmente explotado por los activistas ya mencionados

y ejecutado físicamente por los infaltables encapuchados.

Por todo lo que estamos observando, por la coordinación entre

los diferentes grupos mapuches para ejecutar sus actos de

violencia, por la preparación de sus dirigentes, métodos de

actuar y formas de expresarse, pienso que estamos después

de 42 años, presenciando la cuarta etapa del plan Loto Rojo,

dirigido por el extremismo marxista que aún existe en nuestro

país, a pesar del derrumbe de la Unión Soviética y sus planes

de dominio mundial.

Como sea, estamos ante un problema serio, apoyado por la

Ley Indígena norma que nunca debió aprobarse.

Aquí está en juego el bien común de la nación chilena, ante el

cual los políticos y gobernantes deben empeñarse con energía

y no mostrar debilidad para protegerlo y recordar que Chile es

un país unitario por lo que no puede haber ciudadanos de

distintas categorías bajo el imperio de igualdad ante la ley para

todos.

Pero la violencia no para y en estos días se ha producido otro

ataque incendiario a un fundo forestal quemando 11 camiones

y esto seguirá sin que se detenga debido a las autoridades

incapaces que tenemos para tomar decisiones drásticas,

jueces y fiscales que no cumplen con su deber, dejando sin

castigo la mayoría de las veces a los delincuentes.

Como no hay voluntad política para resolver este vandalismo,

lo más probable es que las empresas dueñas de los predios

emigren y vendan; esto con las empresas ¿y qué ocurre con

los agricultores que trabajan sus campos para producir y

ganarse el sustento?

Se les ha puesto vigilancia Policial a varios de ellos

considerando las veces que han sido atacados violentamente

dejándolos en la calle aun con dicha protección, usando armas

de fuego igualmente contra la policía.

Tenemos el caso más palmario como es el del colono Alemán

que emigró de su País, para trabajar un campo adquirido en la

zona; como fue atacado por las hordas indígeno -marxistas,

decidió terminar sus actividades y regresar a su patria.

Así Chile, de jaguar ha pasado a ser menos que gato, con la

diferencia que éstos se defienden con fiereza cuando son

atacados.

CARTA DE LA ONG CIUDADANOS DEL

ORDEN AL SUBSECRETARIO DEL

INTERIOR

SEÑOR

SUBSECRETARIO DEL INTERIOR

PRESENTE.

Sr.Sr. Subsecretario:

Como Presidente de la ONG Ciudadanos del Orden, en

representación de nuestra Directiva, me dirijo a Ud. a fin de

dar a conocer nuestra PREOCUPACION por la posición

permanente y reiterada de los abogados de la Oficina de

derechos humanos del Ministerio del Interior, triste legado del

gobierno de la concertación. que se ha encargado en forma

persistente de perseguir a los Oficiales y Suboficiales de

carabineros y militares en situación de retiro, en procesos por

derechos humanos, ejerciendo a nuestro juicio, una presión

indebida sobre los Tribunales de Justicia.

Lamentablemente, ese grupo durante este Gobierno ha

evidenciado un accionar más prepotente, que muestra una

acción de venganza, pero en ningún caso de verdad y justicia.

Creo que todos estamos de acuerdo en que no existe

justificación alguna para la violación a los derechos humanos

de una persona, por lo que, tales conductas deben ser

drásticamente sancionadas, pero con la salvedad que debe

hacerse dentro del estricto marco del derecho, aplicando las

leyes vigentes, dentro de un debido proceso, ajustado a la

normativa legal, sin que medie ninguna consideración de otro

tipo que no sea la estrictamente legal.

No deseamos hacer un juicio al poder judicial o al

comportamiento de algunos jueces, ellos tienen el deber de

aplicar las leyes vigentes del país, por lo tanto, cuando

deliberadamente se aplican normas no vigentes o acuerdos

internacionales sin estar debidamente aprobados para su

vigencia en Chile, los órganos del Estado encargados de su

supervisión deben actuar, y no permitir la aplicación de leyes

que no corresponde.

Es necesario resaltar como un hecho grave, la situación que

afectó a un Coronel de Carabineros, dos capitanes de Navío, y

un Comisario de Investigaciones, quienes habían sido

condenados por la Corte de Apelaciones de Concepción con

una pena remitida de tres años y un día, y la Corte Suprema, a

instancias de los abogados del Ministerio DEL INTERIOR

solicitaron un aumento de las penas, quedando en definitiva

con sentencias de cinco años y un día, y llevados a la cárcel

de alta seguridad de Punta Peuco.

Esta amarga experiencia que afecta a distinguidos oficiales de

las instituciones armadas, deja en el ambiente una sensación

de tremenda injusticia, que la ley no se aplica a todos por

igual, que existe una odiosa discriminación en contra de los

uniformados. Este importante sector de nuestra sociedad, ha

sido tratado y continúa siendo tratado de mala manera por el

Estado, por hechos ocurridos hace cuarenta años,

La opinión publica informada de este país, no comprende la

forma como el gobierno y especialmente el Ministerio de

Interior y esa Subsecretaria por medio de esta Oficina, trata el

tema de los Derechos Humanos, rechazando de plano que con

fondos del erario nacional se mantenga abogados que no

buscan aplicar la ley, sino encontrar mecanismos o artimañas

para perseguir a los miembros de la FF.AA.

La naturaleza de personal de Carabineros en retiro, ,por

nuestra formación enmarcada en la disciplina y el respeto , no

nos permite hacer manifestaciones publicas de presión, de tal

forma que resulta difícil encadenarse en algún patio de la

Moneda para llamar la atención, por nuestra formación

creemos en la aplicación de la ley y el derecho

Nuestra gente esta cansada de vejámenes. Son personas

ancianas, sin voz, sin recursos, sin que nadie los defienda,

que cumplieron ordenes superiores en un Gobierno Militar al

que no podían desobedecer, por lo tanto, a nuestro juicio,

ningún oficial o suboficial que a la fecha de los presuntos

delitos era un subalterno de baja graduación puede ser

responsable de los hechos que se le imputan, dejando en

claro que muchos de ellos no tuvieron participación alguna en

los hechos, no se necesita comprobar responsabilidades,

basta el haber vestido uniforme para que la pena se aplique..

No resulta objetivo, ni razonable, juzgar hoy día, hechos

ocurridos en el pasado en situaciones de crisis institucional,

en que los distintos poderes del Estado no fueron capaces de

solucionar, y que lo ocurrido hace cuarenta años obedeció a

una petición de la gran mayoría de los chilenos que veía un

peligro inminente de la guerra civil, por el odio de clases

existente y que el gobierno de la época se negaba a flexibilizar

sus posturas políticas.

Tenemos la esperanza que algún día, la verdadera justicia

impere en nuestro país, aun cuando ya sea tarde y muchos

procesados deban morir antes que probar su inocencia, el

gobierno no solo debe regirse por encuestas y opiniones de

personas vociferantes, sino que, por sobre todo, debe aplicar

la ley a todos por igual.

A nuestro juicio el Estado y el gobierno debe estar por encima

de posiciones extremas y los distintos poderes del Estado no

dejarse avasallar por consignas o personas que manipulan a la

opinión pública y a los medios de comunicación. Políticas

Se Adjunta boletín digital CHILE INFORMA, donde puede

interiorizarse del articulo escrito por el Capitán de Navío de la

Armada de Chile Sr. Adolfo Paúl sobre inequidad judicial,

donde está inequívocamente expuesta la realidad de los

hechos ocurridos desde el año 1973, que puede servir para

tener una visión mas objetiva de los hechos y en consecuencia

poder tomar decisiones en que se respete el estado de derecho

en nuestro país.

Saluda atte a Us.

Osvaldo Muñoz Sanhueza

Gral Insp. de Carabineros R.

PRESIDENTE.

Jose Taffal del Canto

Secretario ONG

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