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lunes, 3 de septiembre de 2012
EXCLUSIVO DE CHILE INFORMA
DE CHILE INFORMA EDICIÓN Nº 1.102
Exclusivo de Chile Informa:
Siéntese cómodo, tómese su tiempo y lea
esta carta que dice demasiadas verdades
Su autor, el mayor de Ejército ® Jaime Torres Gacitúa, nos
dice: “te adjunto una carta que remití al CJE, y en virtud que no
tuve respuesta de él, quedo en libertad de hacerla pública’’.
Esto es lo que dice la carta:
General de Ejército
JUAN MIGUEL FUENTE-ALBA POBLETE
Comandante en Jefe del Ejército
Presente
Mi General:
Me dirijo a US., en su calidad de CJE, para exponer un
sentimiento que gobierna mi mente, y demando exhibir a la
más alta autoridad institucional.
Cuando era solo un niño (15 años) sentí el llamado de la
Patria, momento que no vacilé para situar mi futuro y a partir
de ello la aspiración de ingresar a la Escuela Militar.
En mi juventud y como alumno de esa Escuela Matriz,
recibí como parte de la formación de un Oficial de Ejército,
elementos que pasaron a formar la Unidad de Doctrina, que
guió mi proceder en esa Institución por más de 22 años de
servicio, mecanismos que a mi juicio, debe regir en todo
momento los pasos de un Oficial.
Al egresar como Alférez del Arma de Infantería el año
1984, fui destinado al Glorioso “Regimiento Chacabuco”, con
Guarnición en la ciudad de Concepción, dimensiono hoy que
en ese proceso de Alumno – Oficial, agrupé una serie de
ilusiones, de proyectos, de sueños, como es particularmente
lógico en la concepción de un Joven Oficial.
Al poco caminar observé, porque era parte del diario
vivir, que nuestro Ejército además jugaba un rol político en la
contingencia nacional.
Lo anterior cobraba mucha fuerza en esa zona, pues las
acciones que desarrollaba esa Unidad Regimentaria, se
enmarcaba en un 80 %, en actividades de Gobierno Interior,
instruíamos a nuestros Soldados en la Técnica y Táctica de
acciones tendientes a mantener el Orden Interno, patrullajes y
custodio a los servicios de primera necesidad de la población
civil (agua, gas, luz, transportes, etc.) y muchos más,
conocidos por todos los integrantes de la Institución.
En ese largo proceso, potenciamos la verdadera Red de
Protección Social, que existe y nace en el Gobierno de las
FF.AA., nos preocupamos en extremo de nuestros Soldados,
jóvenes que cumplían con su Servicio Militar Obligatorio y que
recibieron por cierto, un trato muy duro de nuestra parte,
amparados en la convicción del MANDATO CONSTITUCIONAL,
de defender nuestra país de cualquier amenaza externa y/o
interna.
Entendíamos que para cumplir con esa misión, teníamos
que formar hombres que cuando la Patria los necesitare,
estarían capacitados para defender nuestra territorialidad y en
consecuencia, nuestra soberanía.
De lo señalado precedentemente, puedo agregar que en
ese camino recorrido, estábamos todos involucrados y
comprometidos de la misma forma, desde el Comandante de la
Unidad hasta el último Soldado Conscripto.
Recuerdo con la mirada en alto, los escenarios complejos
que tuvimos que afrontar para mantener el Orden Público; en
nuestra acción siempre estuvo en primera línea nuestro
Comandante, me refiero al entonces Coronel HUGO JAQUE V.,
con su ejemplo y valentía, lo reconocimos todos como un
verdadero líder.
Al paso de unos años, cuando era un joven Subteniente y
avalado por mis buenas calificaciones, el Alto Mando toma la
decisión de destinarme a la Central Nacional de Informaciones,
sin derecho a réplica alguna, porque si US. no lo recuerda era
así, a los Oficiales que se les destinaba a esa Unidad, se les
hacía saber que eran hombres de selección y constituía un
honor para ellos, cumplieran con esa Comisión Extra
Institucional.
El 11 de Marzo de 1990 y en una mirada al pasado, juzgué
que había contribuido como HOMBRE y SOLDADO, a la
inmensa obra del GOBIERNO MILITAR, con esa misma claridad
y fuerza sentí orgullo al momento de recibir la medalla de
MISION CUMPLIDA, que imagino US. luce dignamente toda vez
que tiene que portar en su uniforme la Cinta con
Condecoraciones, porque es de publico conocimiento, que su
inicio en el mundo castrense, nace con su ingreso a la Escuela
Militar el año 1970, es decir, participó desde el primer día en el
Gobierno de las FF.AA. y Orden, por ende a juicio de cualquier
persona informada, tiene más mérito su distinción y la de toda
su generación, por sobre la nuestra.
Al término del Gobierno Militar, fui destinado a la Escuela
de Paracaidistas y FF.EE, donde reconozco, me realicé como
un SOLDADO DE VERDAD.
Tuve el privilegio de servir en esa Unidad de Combate, que en
esa época se comportaba como la reserva estratégica del CJE.
Conocí en esa Vieja Escuela, hombres entregados a su
Ejército, convencidos de su misión, altamente entrenados bajo
el mando de su Director, Coronel JULIO VANDORSSE C., un
hombre extremadamente caballero, culto, estricto y sin duda el
mejor Comandante que tuve.
En ese capítulo de mi vida militar, fui seleccionado para
integrar la Agrupación de Seguridad del CJE.
En este nuevo destino tuve la oportunidad de conocer muy de
cerca a la persona que dirigió los destinos de Chile por 17
años, por cierto constituía un real privilegio y por sobre ello un
honor servir a su lado.
Al término del mando del General AUGUSTO PINOCHET
UGARTE, ya en mi calidad de Jefe del Equipo de Seguridad,
conocí al SENADOR, al POLÍTICO, que irrumpía en su oficina
del Congreso Nacional todos los días Lunes a partir de las
07:00 y donde la propia Guardia de Carabineros, se extrañaba
por su hora de llegada, claramente conocían muy poco de él.
Un patriota, que iniciaba su último capítulo en el devenir de
nuestra Historia Republicana.
Acto seguido tuve la suerte de acompañar al General
PINOCHET, en su viaje al Reino Unido, autoridad que viaja a
esa nación, en calidad de EMBAJADOR PLENIPOTENCIARIO
de Chile ante el Reino Unido.
¿Creerá US., que al momento de su detención, esa
Inmunidad Diplomática no se le reconoció?
En otra oportunidad daré a conocer los capítulos secretos
de su detención y cautiverio, porque estimo necesario sean
conocidos por la nuevas generaciones y compartir con ellos la
trama de su INJUSTA DETENCIÓN, que se extendió por un
período de 19 meses.
Al regreso del General PINOCHET a Chile, el escenario era
evidentemente otro, se le prohibió ir al Congreso Nacional y
ejercer su cargo de Senador de la República, se restringió
claramente su participación en la vida pública.
El último episodio que viví al lado de la familia PINOCHET, fue
en su Parcela de Los Boldos, cuando se le comunica al
Ayudante de Turno, que se dirigían a notificar al CGL. APU, por
una causa de DD.HH.
A partir de ese momento tuve por necesidad y como respuesta
a mi puesto de Jefe del Equipo de Seguridad, el protagonismo
del día.
Solicité información al Comandante de mi Unidad (Compañía
de Comandos y Acciones Especiales N°12).
Necesitaba una orientación y el protocolo a seguir, porque no
existía uno frente a ese particular escenario.
Después de reiterados intentos, al otro lado del teléfono nadie
contestó, presumí inocentemente que el Comandante de la
Compañía, no quería cercenar con alguna decisión, su
brillante carrera militar.
En virtud de la hostilidad que se presentaba en el exterior de la
parcela, puse en ejecución el Plan de Defensa, obviamente
consideraba el empleo del total de la Fuerza Militar y en él, un
cerco de seguridad perimetral en la casa de nuestro General.
Ese acto del entonces Capitán TORRES, salió ampliamente
publicado en los medios de comunicación radial y televisiva.
Finalmente el único afectado fue el suscrito, una vez más el
hilo se cortaba por lo más delgado.
El año 2002, fui procesado injustamente por el Secuestro
del Sr. Eugenio Berríos S., estuve detenido por un período de
14 meses.
En ese amargo episodio sentí el pleno abandono del Ejército,
de la Institución que serví fielmente durante 22 años.
Observé cómo el Ejército condena a los que están privados de
libertad, antes que los propios Tribunales de Justicia.
Me sentí pasado a llevar, me sentí denostado, humillado, solo
mi fe en Dios, la convicción de haber contribuido a la GRAN
OBRA DEL GOBIERNO MILITAR y con el APOYO IRRESTRICTO
DE MI FAMILIA, ayudaron evidentemente a fortalecer mi
espíritu.
Cuando ingresé a la Escuela Militar, me inculcaron para
ser Oficial existen dos consideraciones elementales, la primera
de ellas ser caballero y la segunda un hombre.
Con mucho dolor aprecio en el tiempo que US. y sus
antecesores, no encarnan la segunda consideración elemental
que generaciones de Instructores han impartido en nuestro
Alcázar.
Soy víctima, como muchos otros camaradas del
abandono total de nuestro Ejército, en especial de sus CJE en
estos últimos tres períodos.
Es necesario recordar, que la lealtad DEMANDA
TÁCITAMENTE UNA RECIPROCIDAD, vuestra generación tiene
una participación en el Gobierno de las FF.AA., que hoy no
pueden negar o desconocer y por ende la condena pública de
parte de Ustedes no se ajusta a ningún Código Militar.
De lo contrario y en el escenario que US., hubiere sido
contradictorio a la idea de un Régimen de esta Tipología, su
deber de conciencia era alejarse de las filas del Ejército.
En reiteradas oportunidades, le escuché hacer uso de la
palabra en la Comandancia en Jefe del Ejército y siempre
demostró su ADMIRACIÓN Y FIDELIDAD AL GENERAL
PINOCHET.
No puedo aceptar esa actitud, como otra maniobra para
escalar en su carrera militar y por llegar al sillón que hoy
ocupa.
Resulta impresentable que los Oficiales y Clases del
Ejército, que estamos comprometidos con la Justicia, gocemos
de un total abandono.
Las instituciones las forman las personas y en el caso
particular del Ejército es Usted el llamado en aplicar la amplia y
conocida CORRELACIÓN DE LA LEALTAD, exigiendo a quién
corresponda UN DEBIDO PROCESO, para todos los
PROCESADOS Y/O CONDENADOS y en subsidio la aplicación
de todos los beneficios que la ley otorga.
Mi General, si me permite le entregue un consejo, ajeno a
cualquier interés:
“PASE A LA HISTORIA COMO UN CJE CONVENCIDO DE LA
GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR, POR SU HOMBRÍA.
QUE LA HISTORIA LO RECUERDE COMO UN GENERAL QUE
NO ABANDONO A LOS CAIDOS EN EL CAMPO DE BATALLA,
COMO UN SOLDADO QUE SIRVE AL EJERCITO Y NO COMO
UN MILITAR QUE SE SIRVE DE SU INSTITUCION”.
Este es el resumen de mi vida militar, podrá apreciar que
tiene muchos matices.
Hoy al estar INJUSTAMENTE CONDENADO, me tomo la libertad
de trazar estas líneas y dirigirlas al CJE., porque juzgo
importante, sean conocidos de primera fuente, aunque tengo la
certeza que no es nada nuevo.
Por duras que parezcan estas calificaciones, son reales, es mi
deber representarlas a US. y no ampararme en anónimos como
el mecanismo que utilizan los cobardes.
Me parece aberrante, inconducente, impropio y extemporáneo,
el comportamiento y actitud de vuestra generación de
soldados.
Demando a US., recoja mis palabras, como la reflexión de
un hombre de armas, que hoy desarrolla con éxito su actividad
profesional en el mundo civil, lo precedente es la explosión
lógica de un SOLDADO, por el amor y respeto a una de las
Instituciones más antiguas de la República, me refiero a
nuestro Ejército, que hoy se observa disminuido frente a la
opinión pública en lo circunscrito a las expectativas que nos
formamos de él.
Claramente US., en un tiempo más pasará a retiro y si los
que vienen continúan su senda y la de quienes le han
precedido en el mando, homologándose en el tiempo como un
CONTAGIO SUCESIVO NEGATIVO, malos tiempos le auguro a
mí querida Institución.
Lo llamo a entender, que esta no es una opinión solitaria,
por el contrario es compartida por muchas generaciones de
Oficiales y Clases en retiro y también en servicio activo, que
cuando se reúnen no importando el motivo que los convoca,
siempre exteriorizan un clamor general en contra del
Conductor del Ejército.
Ruego a Dios, que estas palabras cobren eco en el futuro,
de lo contrario seguiré luchando por lo estrictamente justo, con
el mismo ímpetu y pasión que enfrenté mi Vida Militar.
Se despide atentamente de US.
Fdo.) JAIME TORRES GACITUA
MAYOR ®
Injustamente Condenado
RUS, TRATE DE VACIAR LA BANDEJA.NO HE DEJADO DE ENVIARLE CORREOS, PERO ME RECHAZA.SU CORREO ESTA BIEN PUESTO, PERO ME RECHAZA
ResponderEliminarABRAZO CAMARADA!!!!!!