lunes, 22 de octubre de 2012

ARGENTINA: SE PONE FEO EL ASUNTO





Recortado su poder y acotado su margen de maniobra, el ministro de Planificación quiso renunciar. La amenaza de CFK.


Conocidas por todos son las intenciones de Julio De Vido de renunciar e irse, lisa y llanamente, a su casa en el sur. También trascendieron las supuestas reacciones de la Presidenta ante el planteo abandónico de uno de los más estrechos colaboradores de Néstor Kirchner: “Es esto o la cárcel”, le habría espetadoCristina Kirchner en un rapto de furia.



Ahora trascendieron nuevas tramas de la novela de la salida de De Vido, que, de concretarse, se convertiría en una de las renuncias más extensas de este ciclo político. Los hechos son más o menos conocidos: conjuntamente al avance de La Cámpora en los puestos del Gobierno, el ministro de Planificación Federal fue perdiendo cada vez más poder.



La cartera de De Vido empezó a sufrir recortes, que culminaron con el traspaso de Trasporte al Ministerio del Interior que conduce Florencio Randazzo. El santacruceño siempre había manejado ese área como si manipulara un mazo de cartas, y acusó recibo por el embate. De hecho, el actual secretario de Transporte,Alejandro Ramos, es un hombre de su riñón, lo que explica su soledad junto a su Randazzo. Los desplantes y la marginación que el ministro bonaerense le prodiga al funcionario santafesino serían moneda corriente en Balcarce 50.



De hecho, De Vido deseaba en lo más íntimo convertirse en el conductor de YPF luego de la estatización de la empresa. Sólo consiguió que Cristina lo designara interventor hasta que se conformaran las nuevas autoridades, y secundado de hecho por el multifacético y ascendente Axel Kicillof, uno de los más eficientes comisarios de CFK. En efecto, tras la asunción de Miguel Galuccio, el camporista se quedó con una banca en el directorio de la compañía. De Vido no.



Fuentes calificadas revelaron a NOVA la temeraria advertencia de Cristina cuando De Vido insistió con sus ganas de pegar el portazo. ”Si renunciás, de acá te vas muerto o preso”, lo habría amenazado la Presidenta. Las fuentes no pudieron establecer porcentajes respecto del carácter jocoso o irónico de esa respuesta.



Atrás quedaron los tiempos en que Julio De Vido era el principal operador político del kirchnerismo. Pese a que continúe reuniéndose con los intendentes de todo el país para “puentear” a los gobernadores -sobre todo a Daniel Scioli- y sentándose junto a Cristina en reuniones como la del Día de la Lealtad, el ministro de Planificación ya no maneja los asuntos más delicados del Gobierno, y hasta perdió terreno en dependencias oficiales como Canal 7.



Para su propia nostalgia quedarán los días en que, en pleno conflicto con el campo, se reunía en secreto con el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, por pedido expreso del ex presidente Kirchner, su amigo y compañero. Nada volverá a ser como antes. Parece que hoy ya no es tan necesario “hablar con Julio”.





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