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viernes, 5 de abril de 2013

DEL BLOG DE MÁXIMO


viernes, 5 de abril de 2013

BALA LOCA.


Los no-mapuches que provocaron el incendio del verano pasado donde murieron calcinados siete brigadistas, nunca aparecieron. El tipo que apresaron baleado de escopeta deambulando en medio de la noche el día que calcinaron al matrimonio Luchsinger, y que apareció sin esposas en el tribunal, no habla, no está ni ahí con el asunto, y les apuesto plata a que no lo condenarán. Berkhoff, el personaje que fue sindicado por el ministro arrepentido como el más terrible forajido de la justicia, se volvió a fugar. Niemeyer, el acusado de poner bombas que por supuesto no puso ninguna ya que en Chile no existe el terrorismo, también anda desaparecido.

Al que pillaron con la velocidad de un rayo, fue al presunto homicida del sindicalista que murió de una bala loca. Nadie sabía de donde salió la bala, ni quien disparó, ni la razón de ello, pero en un abrir y cerrar de ojos atraparon al tipo. Lo encontraron de la nada. Cuando se quiere, se puede. ¿O no?.

Un sindicalista muerto de un balazo en plena huelga, no es precisamente lo que el gobierno de excelencia 24/7 quiere tener en su pedigrí. No sea cosa que a alguien se le ocurra recordar aquellos oscuros años de la dictadura más horripilante de la historia de la humanidad desde el cretácico hasta el día de hoy. Con las palabras de la historiadora Patricia Arancibia es suficiente. Piñera aun anda de carreras para el baño.

El único problema con el presunto asesino del sindicalista, fue que al parecer es un cabro de 16 años más piruja que un barrista de Colo Colo sin afeitar. La gracia hubiera sido pillar un complot entre la empresa, un ex miembro de la CNI, la CIA, y todo esto coordinado por unos correos encriptadas desde Punta Peuco. Pero como no todo en la vida resulta como se quiere, al parecer tendrán que conformarse con encarcelar a un poblador por matar a otro poblador. Eso no da ni para gastar tinta.

Dicen las malas lenguas que Berkhoff se viró para la cordillera de Nahuelbuta. ¿No era por ahí que tenía su guarida el Comandante Pepe?. Tal vez el forajido quiso peregrinar hacia La Meca tratando de que el espíritu de Liendo lo ilumine. Quizá la sangre tira y la historia se repite por algo así como un karma. O en una de esas son los 40 años de que hablaba Álvaro Bardón.




Publicado por Maximo

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