miércoles, 2 de septiembre de 2009

BICENTENARIO DE CHILE


EL BICENTENARIO DE NUESTRA NACIÓN REFLEJO DE MADUREZ DEL ESTADO Y SU CIUDADANÍA

RECONSTRUCCIÓN DE LA DIGNIDAD DE SUS SOLDADOS CHILENOS, VÍCTIMAS DEL TERRORISMO.

Somos soldados de la República de Chile, víctimas de un período marcado por acciones de violencia generalizada en la ciudadanía, en la década de los 70, que generó un clima de caos y desconcierto, cuyos acontecimientos llevaron al poder político y civil a solicitar la intervención de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad de Chile.

El Gobierno de la época, fue declarado inconstitucional por el Congreso ante el clamor de la ciudadanía y la entrega no fue voluntaria, lográndose solo bajo la fuerza militar. De forma pacífica, no habría sido necesaria la fuerza, sin embargo prevaleció la resistencia en los líderes del gobierno en crisis.

Las responsabilidades juzgadas, deberían atribuirse a tres ámbitos involucrados: El gobierno contingente que generó la crisis, la ciudadanía y las fuerzas armadas, de orden y seguridad.

La historia ha demostrado que las responsabilidades del Gobierno saliente en el año 1973 y la ciudadanía informante se diluyó, sin embargo, durante veinte años, no ha cesado la nómina de suboficiales y oficiales subalternos, que han sido procesados y sentenciados, por obedecer las órdenes de sus superiores a quienes el Congreso les facultó para restablecer la paz ciudadana.

Si bien, las acciones que la Junta de Gobierno, estableció para controlar las acciones de violencia en el país e impulsar la reconstrucción del orden social y económico, permitieron dar origen al sólido proceso de desarrollo, que distingue actualmente a nuestro país en el cono sur.

Luego que el Gobierno Militar, hizo entrega del mando a un Gobierno civil, recibiendo como herencia una nación moderna y socio-económica sustentable, que en los siguientes veinte años a facilitado el crecimiento sostenido, por otra parte, también comienza a crecer el número de procesados políticos, que en igual período, ha traspasado barreras generacionales, desde el preso político, sus hijos y nietos, con costos impensados en una sociedad democrática.

Si bien la Constitución Política del Estado, se refiere al deber de protección de la paz ciudadana, nuestros militares y civiles asimilados, en cumplimiento a la obediencia debida establecida en el Código de Justicia Militar[1] de la época, han sido procesados, enjuiciados y recluidos, marginándolos de los beneficios legales y por derechos humanos, que se otorgan solo a los delincuentes comunes.

Luego de veinte años de procesamientos y reclusiones sistemáticas, es necesario que se reflexione sobre la necesidad sentida de millones de ciudadanos chilenos, por terminar de mirar el pasado como acción paralizante y verlo como una oportunidad para mejorar e integrar nuestros mejores esfuerzos, en bien de toda la ciudadanía, mirando por el futuro de nuestros hijos.

Proponemos, considerar en este análisis el indulto parcial y total, evaluado caso a caso, en un período de tiempo predeterminado, considerar que nuestros soldados no son criminales y menos aún, no tienen antecedentes delictuales por delitos comunes, lo que permite repensar, en la real posibilidad para acceder a permisos y garantías que establece la ley para personas privadas de libertad.

El bicentenario de nuestra nación debe reflejar en toda su dimensión, la madurez de nuestros gobiernos y de nuestros líderes, cuya mirada trascienda hacia un futuro de paz, armonía y bienestar de todos sus habitantes, que se están esforzando por el desarrollo y unidad de nuestro país.



OSSPED

Santiago, 01 de septiembre de 2009

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[1] Art. Nº272 Título V Delitos contra el orden y seguridad del Ejército

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OSPPED
Organizacion de Soldados Presos
"POLITICOS en DEMOCRACIA"



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