jueves, 11 de marzo de 2010

UNA VISITA INUSITADA

Tribuna
Jueves 11 de Marzo de 2010
Una visita inusitada


Dr. Michael Glotzbach
Embajador de la República Federal de Alemania
en Santiago de Chile

El ministro de Relaciones Exteriores y vicecanciller alemán, Dr. Guido Westerwelle, estuvo de visita en Chile el pasado 7 de marzo, sólo ocho días después de que el devastador terremoto y el posterior tsunami asolaran extensas áreas de la zona central de Chile. Fue la primera visita de un ministro de Relaciones Exteriores europeo a Chile luego del cataclismo que dejó a dos millones de chilenos
damnificados y destruyó 500.000 viviendas. Para el ministro de Relaciones Exteriores Westerwelle fue muy importante informarse personalmente sobre la situación y ofrecer más ayuda alemana.

A comienzos de la semana pasada, el canciller Mariano Fernández, poco después de ser informado, me comunicó que el ministro de Relaciones Exteriores alemán sería bienvenido en Chile y que él apreciaría el gesto. El día domingo ya había llegado a la embajada un equipo de la Agencia Federal de Ayuda Técnica (THW) que, en conjunto con el cónsul honorario y colaboradores de la embajada, desde Concepción se encargó de realizar peritajes en edificios, prestar asesoría médica a entidades chilenas y brindar asistencia a los alemanes en la zona de la catástrofe.

No restaba mucho tiempo para llevar a cabo los preparativos protocolares de la visita. Si bien el ministro Westerwelle no deseaba dar trabajo adicional a sus anfitriones en esta difícil situación, sí quería manifestar su solidaridad con el país y su población, con la que Alemania mantiene lazos de amistad, no en el último término, por la inmigración alemana desde mediados del siglo XIX. Por ello, la visita se limitó a cuatro horas. No obstante, se pudo confeccionar un programa de valioso contenido.

Inmediatamente al arribo del Airbus de la Fuerza Aérea alemana, el visitante hizo entrega de una carpa a su homólogo chileno, como símbolo de la ayuda humanitaria y de los expertos de la THW que venían en el avión. Ambos ministros de Relaciones Exteriores conversaron con los aspirantes a oficiales de Carabineros encargados de organizar el transporte de la ayuda humanitaria extranjera recibida. En el trayecto al centro de la capital, el visitante pudo comprobar con sus propios ojos los daños causados por el quinto terremoto más fuerte que ha sido registrado hasta ahora. La reunión entre ambos cancilleres debió trasladarse en último minuto desde el Ministerio de Relaciones Exteriores al Palacio presidencial de La Moneda, donde los visitantes apreciaron la fachada dañada en los patios interiores.

El encuentro de una hora con el futuro Presidente de Chile, Sebastián Piñera, en su residencia, en presencia del designado canciller Alfredo Moreno, naturalmente revistió especial relevancia para el vicecanciller y ministro de Relaciones Exteriores alemán, brindándole la oportunidad de un primer encuentro, así como un intercambio de opiniones sobre las relaciones bilaterales y la política internacional. Con agrado constatamos lo informado que está el Presidente electo sobre la política y la historia alemanas, enterándonos de que como estudiante ya había viajado por toda Alemania.

En el aeropuerto, antes de partir, el ministro hizo entrega de un grupo electrógeno de emergencia a la hermana Karoline Mayer, quien en 1968 emigrara a Chile como hermana misionera de Steyl, para ayudar a los necesitados en Santiago desde 1990 a través de su fundación “Cristo Vive”.

La visita ha marcado un hito en materia de la solidaridad alemana hacia Chile y nuestra disposición a brindar apoyo a este país en la reconstrucción de las regiones afectadas. El propio ministro Westerwelle aseguró: “Alemania va a estar al lado de Chile en este tiempo difícil. Se ha propuesto ampliar fuertemente las relaciones con el mundo latinoamericano”. Por este motivo, su viaje hasta ahora más extenso al extranjero lo trajo a Sudamérica.



Nombre: Roberto Finat Díaz


Posteado por:
Roberto Finat Díaz
11/03/2010 10:14
[ N° 1 ] Hacía lo posible Eisenhower por matar de hambre la mayor cantidad de alemanes que pudiera, antes que el Mundo reclamara. Concurrió Chile, el primero con alimentos para esa nación tan apreciada.
Hoy, una vez más es Alemania, la que nos responde.
Tal vez aún tengan en conserva esos pequeños, antiguos más letales submarinos de la clase U-206 y pudiera transferirnos un par, o dos o 10 mejor, y así con esos pequeños sumergibles, equilibrar en algo la pérdida tremenda que va a significarnos el daño que sufrió recién un Scorpene.
(Mi padre se arruinó por ir a la II G.M. contra Alemania, lo que no me ha de enceguecer para odiar esa gran nación del mundo occidental y cristiano).





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