SERVICIO Y TERREMOTO

Cartas
Jueves 11 de Marzo de 2010
Servicios y terremoto


Señor Director:

El día de ayer decidí prescindir de los servicios de una conocida empresa de TV por cable, internet y telefonía. Para materializarlo llamé al call center de la empresa, y se me indicó que producto del terremoto no era posible para ellos procesar mi requerimiento. Sin embargo, y ante la duda, decidí llamar al mismo call center, pero ahora para contratar el servicio. Mi sorpresa fue grande cuando, a pesar del terremoto, me solicitaron mis datos para proceder con la contratación.

Eduardo Klein Bande

COMENTARIO:

Atrincherados tras las "grabadoras", "Oprima 7 si ya está muy cabreado y 8 si tira la esponja...", tras la evidente complicidad de la concertación y sus "superintendentes", hicieron lo que les dio la gana.
Oligopolios por casi todos lados. Y un pueblo fatigado en la diaria lucha por sostenerse.
Ganaron millones de escaramuzas por abandono de la parte reclamante, de los ciudadanos que permitieron que Camorra y su pasiva concubina Alianza lo redujeran a "Consumidor", y no a cualquier tipo de consumidor, sino a la cúspide de tal categoría "Consumidor-cliente-cautivo".
Suena ya la alerta que este orden de cosas, la distorsión perversa de la libertad de empresa, el agiotismo legalizado, la concentración de la propiedad y mil Etc. menores no será sostenible a largo plazo.
¿Será don Sebastián Piñera E., el estadista que restablezca la dignidad del chileno en ciudadano, el que a su dimensión de consumidor le asegure competencia plena desagregando los Frankensteins Oligopólicos, denunciando los "contratos" con los que nos hipotecó esa mafia perversa a los "Concesionarios" y asegurando equidad y restableciendo la justicia?.
O, por el contrario, será tan solo la Concertación 2.0, "Chile Oligarca Atendido Por Sus Propios DUEÑOS", y en lugar que se note el efecto de los grupos Tantauco, sufrermos la acción de Tan Trauko?.
Esta por verse. Y creo que los zamarrones despiertan las neuronas embotadas, remecen dignidades decaídas y renuevan la dignidad de un grupo, de una Gente, que en la cúspide de su organización virtuosa somos Nación y República Orgullosa.
Demos vuelta el reloj de arena, y a contar de a un grano, los instantes aprovechados o desperdiciados en pos de Chile y su grandeza.

Roberto Finat Díaz