
Llamado a la meditación...
Sometido a prisión por las odiosidades del pasado, esas que quieren mantener vigentes para obtener beneficios electorales y/o económicos, falleció Don Héctor Vallejos Birtiola, Suboficial en Retiro del Ejército de Chile, tenia 71 años, padecía de un cáncer terminal y, como si eso fuese poco, una avanzada diabetes había obligado a amputarle la pierna derecha y posteriormente el pie izquierdo.
En nombre de los Derechos Humanos se le mantuvo en prisión hasta que expiró, pues el Ministro de Justicia de la Señorita Bachelet, Carlos Maldonado, y ella misma, al momento en que dejaban el Ministerio y la presidencia, por el cambio de Gobierno se dieron el “gustito” de negarle el indulto por causas humanitarias solicitado, el que contaba con todas las certificaciones del caso, lo que le hubiese permitido morir rodeado del amor de su familia.
Es el primero de los presos políticos, que muere en los campos de concentración que la concertación estableció para sancionar a aquellos que tuvieron la osadía, de impedirles que instauraran un régimen similar al de Cuba en Chile, y para esos que tuvieron el deber de enfrentarse al terrorismo cobarde, al que recurrieron en su demencial intento por establecer la dictadura del proletariado por medio de la fuerza.
No es la última muerte que debamos llorar, muchos de los soldados que recuperaron nuestra libertad se encuentran en Punta Peuco, Cordillera u otros presidios, ancianos, con graves enfermedades y resistiendo estoicamente la negación de Justicia de la que son objeto, y el pisoteo de todos los derechos que las Leyes vigentes en nuestro país le conceden a todas las personas privadas de libertad.
No es justo, moral ni ético que todos los beneficios, libertad, pensiones etc., se proporcionen a los beligerantes de uno de los bandos en disputa, mientras sistemáticamente les son negados a quienes fueron sus adversarios, porque lamentablemente, los resquemores que se producen mantienen supurantes las heridas del pasado inhibiendo la necesaria unidad nacional.
Rosabella Lieners
No hay comentarios:
Publicar un comentario