
(Escribe don PATRICIO VILDÓSOLA FORMAS)
FARC Y COMUNISMO CHILENO
Muchos de nuestros militares han sido juzgados y enviados a la
cárcel por PRESUNCIÓN, pues para ellos no existe la ley de
PRESCRIPCIÓN, pero sí para los delincuentes de organismos de
izquierda que mataron, (MIR, FPMR, por nombrar algunos)
obviamente que en forma cobarde, a uniformados y civiles que no
comulgaban con sus ideas políticas e incluso a un SENADOR de
La República, Jaime Guzmán Errázuriz (Q.E.P.D.).
Resulta que a través de información llegada desde la Fiscalía
Nacional de Colombia, Dossier, consigna el apoyo de siete
integrantes del Partido Comunista que preside Guillermo Teillier,
personaje que durante el Gobierno Militar importó de
contrabando, armamentos para matar al Presidente Pinochet y
comitiva y, después pensaban eliminar los altos mandos de
nuestras Fuerzas Armada y de Orden como también a los civiles
que cooperaban con dicho Gobierno.
Naturalmente que, así como mataron a CINCO Escoltas, también
lo harían con los familiares de lo componentes de las FF. AA. y
Civiles. Una parte del "dossier” dice:
"Los elementos de información, a su vez muestran la
participación y apoyo en las actividades de la FARC de 7
integrantes del partido comunista de Chile, relacionados además
con las actividades de la Coordinadora Continental Bolivariana
(Carlos Casanueva, Guillermo Teillier, Lautaro Carmona (ambos
Diputados y apoyados en Distritos exclusivos cedidos por la
Democracia Cristiana y con pactos, posteriores,

auspiciados por
Eduardo Frei Ruiz Tagle ex Candidato a la presidencia de Chile,
de nacionalidad chilena Suiza) Sergio Sepúlveda, Daniel Núñez,
Jorge Insunza y Andrés Lagos".
¿Nuestra Justicia, podría abrir un sumario o investigación, con
estos antecedentes, o algún Honorable Diputado solicitarlo, pues
dos de sus "colegas" estarían involucrados? ¿Se podrá
efectuar?, ya que están revisando casos de 37 años de
antigüedad.
“Víctimas” con las Manos en la Masa
Colombia ha enviado al gobierno chileno un dossier de las
actividades de chilenos en la guerrilla de las FARC y con
antecedentes de la injerencia de las mismas FARC en el
movimiento subversivo mapuche en Chile.
Entre esos antecedentes está el de la participación de
connotadas “víctimas” del gobierno militar chileno, como son los
comunistas que formaron acá el FPMR, al cual debieron enfrentar,
en defensa de todos los ciudadanos pacíficos, muchos de los ex
uniformados que están presos en este momento y que son
descritos, tanto por los comunistas como por el Presidente
actual, como “violadores de derechos humanos”.

Los comunistas son admitidamente “víctimas” porque así los
describió en una oportunidad el que fuera Comandante en Jefe
del Ejército, Juan Emilio Cheyre, al aludir al enfrentamiento que
hubo en Chile, en sus palabras, entre “nuestros camaradas y las
víctimas”.
“Sus camaradas” son hoy “los caídos tras las líneas enemigas” y
se consumen en las mazmorras a que los ha enviado ilegalmente
la justicia de izquierda.
Las “víctimas” han sido generosamente indemnizadas por haber
el Estado chileno incurrido en el salvajismo de impedirles, por las
armas, dar un golpe totalitario, también por las armas.
Ahora el dossier colombiano dice que “los elementos de
información, a su vez, muestran la participación y apoyo en las
actividades de las FARC de siete integrantes del Partido
Comunista de Chile, relacionados además con las actividades de
la Coordinadora Continental Bolivariana (Carlos Casanueva,
Guillermo Teillier, Lautaro Carmona, Sergio Sepúlveda, Daniel
Núñez, Jorge Insunza y Andrés Lagos)”.
Es decir, la plana mayor del partido, y sus dos diputados, uno de
los cuales, Teillier, fue el “encargado militar” de la colectividad
que formó el FPMR.
También el dossier da cuenta del ofrecimiento, por un miembro
del MIR chileno, de entregar a las FARC “más de ocho toneladas
de fusiles M-16 que tienen encaletados en el norte de Chile”.
Las “víctimas” mantienen, pues, todavía, poderoso armamento
oculto, “por si las moscas…”, como dijera el difunto Luis
Corvalán.
También se sindica, en el dossier colombiano, a elementos
mapuches que están procesados por terrorismo en Chile y que
figuran recibiendo entrenamiento de las FARC en Colombia.
Para todos estos efectos fue fundamental la captura del
computador del segundo jefe de las FARC, Raúl Reyes, que se
encontraba refugiado en Ecuador cuando las fuerzas
colombianas lo abatieron y se hicieron de todo el material que
portaba.
Ahí figuran varios chilenos y elementos vinculados a la guerrilla
mapuche como recibiendo instrucción y apoyo de las FARC.
¿Qué sucederá a raíz de todo esto? Nada, por supuesto.
Chile no es un país que persiga a las “víctimas”.
Al contrario, acá se las ayuda y admira.
No olvidemos que, al fallecer Volodia Teitelboim, líder comunista
que en los años 70 enviaba a la juventud de ese partido a
entrenarse a Cuba para venir a cometer actos de terrorismo en
Chile, nuestro actual Presidente lo consagró como “un gran
chileno” y que, antes, le prestó generoso auxilio humanitario a la
secretaria general comunista, Gladys Marín, en su enfermedad.
Y el propio Teillier ha declarado que también nuestro Presidente
alguna vez le ofreció modificar el sistema binominal para que el
comunismo pudiera tener parlamentarios, cosa que finalmente
logró gracias a un generoso gesto de la Concertación.
Todos se esfuerzan en ayudar a las “víctimas”.
Como contrapartida, nada para los que se enfrentaron a sus
propósitos armados.
Éstos se secan en la cárcel y la sola mención de un indulto en su
favor escandalizó a las “víctimas”, pues el odio no sólo es parte
de su doctrina, sino de su temperamento.
Y del odio nace la sed de venganza que se sacia viendo día a día
a quienes enfrentaron a sus armas pagando por ello en la cárcel.
El dossier colombiano podrá decir lo que quiera, porque una cosa
es segura en Chile: a las “víctimas” nunca nadie las perseguirá.
Y si alguien llegara a hacerlo, ya sabe cuáles serán las
consecuencias. Luego, las ocho toneladas de M-16 “encaletadas”
en el norte están seguras, porque nadie del gobierno las va a ir a
buscar.
Pero ¡cuidado!: una vez hubo un primer ministro sueco –Olof
Palme– que ayudó a financiar el terrorismo armado en Chile –al
FPMR–, sin imaginar que iba a morir a manos, precisamente, de
un terrorista armado.
Pues un viejo refrán advierte: “Por donde pecas, pagas”.
Extracto de El Mostrador » Blogs y Opinión
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