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lunes, 3 de enero de 2011

ALGO DE LUZ VERDADERA SOBRE EL CLIMA





Entramos a un nuevo año y espero, para mis lectores, que hayan tenido una feliz y santa Navidad y afronten el 2011 con esperanza de mejores logros. Al menos, como buenas noticias de año nuevo, puedo decirles que no crean a ningún catastrofista, aunque venga con disfraz de científico. El mundo no se acabará ni este año, ni el siguiente, ni se van a deshelar los glaciales, ni vamos a ser tragados por una invasión furibunda del mar sobre la tierra. Lo que voy a escribirles lo apoyo principalmente en estos científicos que nunca creyeron en este Timo Global: Philip Stott; Tim Ball; Nir Shaviv; Ian Clark; Piers Corbyn; John Christy; Paul Reiter; Richard Linzen; Roy Spencer; Patrick Michaels; Syun–Ichi Akasofu; Frederick Singer; Eigil Friis-Christensen; Tim Patterson; Lawrence Solomon; Nigel Calder; Patrick Moore; Paul Driessen; Henrik Svensmark investigador del grupo de Eigil Friis-Christensen; Claude Allègre y Vincent Courtillot. Cualquiera puede, en Google o en otro buscador, saber quienes son estos especialistas.
También, en un artículo publicado en www.semanarioatlantico.com de Jordi Tauler, doctor en Biología e investigador en Rush University Medical Center de Chicago. Él, a su vez, apoya sus ideas en resultados de estos libros: “Climate of extremes: global warming science they don´t want you to know” de los climatólogos Patrick Michaels y Robert Walling Jr; “An appeal to reason. A cool look at global warming” de Nigel Lawson, británico ex-secretario del Tesoro y ex-secretario de Estado para la Energía; y “Blue planet in green shackles” de Vaclav Klaus, Presidente de la República Checa y doctor en Economía.
Con ese respaldo por lo menos puedo asegurarles:
1° Nadie ha demostrado científicamente que las emisiones de CO2 de origen humano sean las causantes del aumento de la temperatura media de la Tierra.
2° Además los últimos datos muestran reducción de la temperatura media de la tierra en la primera década del siglo XXI. Incluso se habla de enfriamiento -¡y vaya si lo notamos!-. Eso es un hecho al que no se le da publicidad y está sucediendo sin reducción de la cantidad acumulada de CO2 en la atmósfera.”
3° Se demostró que todo la campaña de Al Gore, el IPPC con la gráfica en “palo de jockey” de Michael Mann y muchas otras manipulaciones de la opinión publica estaban fundamentadas en datos y gráficas falsas. Ese juego sucio incluyó a la revista Nature, publicando la falsedad de M.Mann y negándose a publicar la demostración de esa falsedad que hicieron McIntyre y McKitrick. Un año después, el IPPC, en su cuarto informe, omitía el gráfico de Mann y lo condenaba al olvido a pesar de haberlo usado antes profusamente en los Medios para convencer de ese calentamiento global creciente.
4° El clima es cambiante desde siempre, pero ahora se escribe de modo que creamos que estamos ante un cambio especial y dañino. Otra falsedad. Los calentólogos silencian que en la Edad Media hubo mayor calentamiento terrestre.
5° No hay actualmente más huracanes que años atrás. Registros de huracanes usando, según J. Tauler, variaciones en la concentración de oxígeno-18 en estalactitas y estalagmitas en cuevas australianas, revelan una mayor proporción de huracanes en el siglo XVII y XVIII. Eso coincide con lo que los estudiosos del clima llaman la pequeña edad de hielo.
El doctor Tauler afirma lo mismo que hicieron la lista citada de herejes contra el dogma del calentamiento global: “Los protocolos internacionales de reducción de gases de efecto invernadero no son eficaces, ya que están basados en modelos inexactos y no queda clara la relación coste-beneficio derivada de su aplicación, siendo posible además que el desarrollo tecnológico invalide la mayor parte de los supuestos sobre los que están basados. (…) nuevos resultados y enfoques evidencian que nos falta mucho por saber respecto a los mecanismos climáticos y respecto a si es posible, y deseable, intervenir activamente sobre el clima. Por tanto, un primer punto que debe potenciarse es la investigación activa de dichos mecanismos climáticos sin discriminación ni condena de las hipótesis iniciales. Deber ser posible investigar en estos temas libremente y tener derecho a la misma financiación pública. Segundo, por mucho que la deriva ideológica de tintes totalitarios, que acompaña al movimiento de calentamiento global, nos diga que el ser humano debe frenar su desarrollo por ser algo sustancialmente perverso, no podemos seguir esa dirección. El desarrollo tecnológico y económico cambia nuestro mundo y lo cambia a mejor. No ver las mejoras derivadas del progreso técnico en la historia de la humanidad y obstinarse en destacar todo lo negativo que lo acompaña, sólo parece ser explicable desde una visión negativa y casi autodestructiva del ser humano”.

Luis Fernández Cuervo luchofcuervo@gmail.com

(artículo para ser publicado el lunes 3 de enero)

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