lunes, 15 de diciembre de 2008

TERAPIA PARA CEREBROS LAVADOS CAPITULO XI


Estimados amigos

- La Concertación nació, creció y triunfó atacando al gobierno militar en todos sus frentes. Hoy, esos argumentos son cada vez menos válidos y han demostrado que si son buenos para ser oposición son pésimos para gobernar. Y la gente ya lo comienza a entender (¡ ya era hora!). En las próximas elecciones tendrán que justificar sus propios errores.

- En las últimas semanas algunos distinguidos oficiales superiores en retiro del Ejército, han tenido que permanecer recluidos en el Comando de Telecomunicaciones; lo anterior confirma que los procesos a los ex uniformados no se ha detenido ni se detendrá mientras ellos signifiquen beneficios políticos para algunos (gobierno de la Concertación en general) o beneficios económicos para otros (abogados de los DD.HH., frescolines que "desaparecen", zánganos que fueron desviculados de las empresa públicas el año 1973 y otros).

Para recordar porqué esto sucede lo anterior, les adjunto un nuevo extracto del libro "Terapia para cerebros lavados".

Atentamente
Juan M. Reveco Bravo


TERAPIA PARA CEREBROS LAVADOS

Autor: HERMOGENES PEREZ DE ARCE
DEL CAPITULO XI
LOS UNIFORMADOS SE LAVAN EL CEREBRO (XI-1)

El lavado de cerebros no habría tenido lugar si las Fuerzas Armadas y Carabineros hubieran hecho algo para contrarrestarlo. Pero no han hecho nada. Por el contrario, se han sumado a él, comenzando por lavarse sus propios cerebros.
Y, además, han dejado abandonados a sus camaradas caídos tras las líneas enemigas, léase abogados y jueces de izquierda que les desconocen hasta el derecho de un debido proceso.
Cómo se diluye una efeméride
El 11 de septiembre de 1973 se produjo un cambio revolucionario, que modificó por completo la historia y la estructura institucional y económica del país, y cuyo desenlace final fue exitoso. Los oficiales del Ejército que encabezaron esta tarea y participaron en la misma, entre ellos los posteriores comandantes en jefe, recibieron, en marzo de 1990, un reconocimiento, materializado en la condecoración Misión Cumplida, que todos ellos llevaban (o debería haber llevado) prendida en el pecho mientras fueron oficiales activos.
Pero hoy, para el Ejército y demás instituciones de la defensa nacional y, en general, para casi todos en el país de los cerebros lavados, esa ha pasado a ser una fecha cualquiera.
En efecto, días antes del aniversario del 11 de septiembre, en 2003, le preguntaron al general Cheyre, comandante en jefe del Ejército, cómo lo conmemoraría, y respondió:
“Como un día normal. Es un sábado como cualquier sábado”.


En ese preciso aniversario busqué en el diario alguna referencia. Sólo encontré un excelente artículo de un civil, Sergio Fernández, ex ministro del Gobierno Militar, recordando algo de lo que el lavado ha hecho olvidar, particularmente a los militares. Pues a la Historia con mayúscula tal lavado no la puede cambiar. Si alguna vez Chile reasume su verdad histórica, el 11 será conmemorado como su segunda efeméride nacional, en rango, después del 18. Las Fuerzas Armadas y Carabineros salvaron al país y devolvieron a los civiles otro mucho mejor. En 1989, su último año de gobierno, Chile creció 10,3 por ciento, con un desempleo del cinco por ciento (enero de 1990) y, tras haber sorteado exitosamente todas las amenazas externas y derrotado a delincuentes y terroristas, entraba a la plena democracia diseñada por la Constitución de 1980.
Era la nación más estable, próspera y ordenada de América Latina. Como recordaba Sergio Fernández, la cobertura de la educación superior se triplicó, la mortalidad infantil descendió del 79 al 17 por mil y la desnutrición infantil bajó del 12 al 4 por diez mil nacidos vivos, acreditando también el progreso social alcanzado.
El 11 de septiembre de 1973 y los siguientes dieciséis años y medio del gobierno militar crearon entre los uniformados y entre sus seguidores civiles la convicción de que una presencia institucionalizada de las Fuerzas Armadas y Carabineros era necesaria, una vez alcanzada la normalidad democrática. Todo eso hoy se ha desvanecido en el aire.

(Páginas 336a 337 de “Terapia para cerebros lavados”)
CONTINUARÁ


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