martes, 8 de diciembre de 2009

EL CIRCO DE LOS HERMANOS JARACHELET


Murió Víctor Jara…demoró el velatorio, demoró el funeral. Había que buscar la fecha precisa para sus exequias. Claro, las elecciones para presidente de la República en Chile, presentan la mejor oportunidad.
Curiosamente, la cabecilla de los corruptos, la madrina, la Corleone, en versión criolla, la amante de un frentista, escogió el mejor momento para sepultar al activista subversivo, que “inocentemente”, llamaba a la guerra civil, con acordes de guitarra.
No hay que ser muy astuto para darse cuenta de la conspiración concertacionista. El personaje de marras, sensibiliza a la juventud, a quienes escuchan esas desabridas canciones que hablan del obrero saliendo de la fábrica a juntarse con la mujer proletaria, resentida de su mundo. Eso vende, pone a los jóvenes en un estado de rebeldía contra el sistema, piensan que “maldito asesino” pudo terminar con el “trovador del pueblo”. Pero no saben que ese “bendito cantante”, era un agente comprometido y convencido de la “revolución del pueblo”, la lucha de clases y la destrucción de la sociedad tradicional, para imponer un modelo perverso y asesino como el que debe soportar el pueblo cubano.
A treinta y seis años de la muerte de este oscuro personaje, pareciera que ayer partió de este mundo, que después de tantos años el tiempo se detuvo y la historia se cuenta desde 1973 en adelante, no interesan los crímenes de los marxistas, las tomas de predios agrícolas con violaciones y muertes de por medio, los guerrilleros cubanos, el odio y divisionismo entre las familias, desabastecimiento, irrespeto al Poder Judicial, la vida no valía nada, la propiedad privada no valía nada. Fidel Castro vino a darnos “lecciones de democracia” y estuvo un mes en Chile.
En ese escenario, Víctor Jara entregaba su mensaje de odio y resentimiento social, amparado por un Estado que destruía un país, que no eligió a sus gobernantes por mayoría, sino que debió dirimir el Congreso, el triunfo de Allende para evitar la guerra civil.
Por ello, cuando se hace una apología por la muerte de este engendro del mal, creo con mayor convicción, que basta de veinte años de robo institucionalizado, corrupción enquistada, nepotismo y todo los males que han traído a Chile, esta seguidilla de gobiernos que solamente disfrutaron de la bonanza heredada del mejor Presidente que ha tenido Chile, el Capitán General, don Augusto Pinochet Ugarte.
Cuando a pocos días de las elecciones presidenciales y parlamentarias, se utiliza una escoria para sensibilizar a la juventud, detrás de ese disparador de un fusil militar, estuvimos muchos chilenos que queríamos salvar a nuestro país de la tragedia que nos tenía preparada la infausta Unidad Popular.
¡Viva Chile!


CARLOS VÁSQUEZ JÉLVEZ
Coronel de Ejército (R)



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