miércoles, 14 de julio de 2010

PODRÍA NO HABER POBRES

DEL BLOG DE HERMÓGENES

Podría No Haber Pobres
La encuesta CASEN 2009 ha mostrado un aumento de la pobreza a 15,1 %, desde el 13,7 % de 2006. Pero Felipe Larraín, actual Ministro de Hacienda, había objetado en su momento el guarismo de 2006, porque se había calculado sobre la base de una encuesta de consumo de alimentos de 1987, que había perdido actualidad. Rehizo el cálculo con la canasta actualizada a 2006 y eso le arrojó un nivel de pobreza de 29 por ciento.
Por algo un estadista inglés decía que las mentiras, de menores a mayores, se clasificaban en blancas, grandes y estadísticas.
Cuando la Concertación era oposición al Gobierno Militar, a fines de los '80, aprovechó un alza excepcional de de los limones, gracias a la cual el ingreso de subsistencia subió en miles de pesos y los pobres en Chile aumentaron en centenares de miles, y lo denunció así. Al bajar los limones, toda esa gente salió de la pobreza, pero la cifra de pobres que "pegó" fue la primera.
Pero lo que importa es otra cosa: lo importante es cómo se emplea el gasto social destinado a disminuir la pobreza. Pues si éste lo recibieran directamente los pobres, no habría pobres. Esto lo probó hace tres años el actual Ministro de Transportes, Felipe Morandé, con cifras. Y el actual Ministro de Mideplan, Felipe Kast, ha dado cifras para explicar por qué se produciría el efecto señalado por Morandé y ha puesto como ejemplo la parte del gasto social que va al Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), cuyas dos terceras partes van a pagar a la burocracia de la institución. Es decir, los jóvenes pobres reciben sólo poco más de uno de cada tres pesos que el Estado chileno (mejor dicho, los contribuyentes) les destinan a ellos. En cambio, ha dicho Kast, el bono marzo, que se pagó directamente a la gente, en un 99 % fue recibido por ella, y sólo el 1 % se gastó en repartirlo.
Por eso se produce el que llamaré "efecto Morandé": que si el gasto para ayudar a los pobres fuera a éstos y no a la burocracia, no habría pobres (ni tampoco habría burocracia, y la gente que la compone trabajaría en cosas más productivas, de modo que el país crecería más). Y como el crecimiento es el mejor remedio para la pobreza....
Ésa es la revoluciòn pendiente: la que haga llegar los recursos destinados a los pobres, no a la burocracia, sino directamente a ellos, como el bono marzo.
Pero ningún gobierno de los políticos actuales, por lo que les conocemos, se atrevería a ponerle ese cascabel al gato.

Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

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