DEL BLOGS DE HERMÓGENES
sábado 6 de noviembre de 2010
El Presidente de la República y accionista controlador de Colo Colo ha amenazado con acciones judiciales la, en sus palabras, "miserable y canallesca" acción de exponer públicamente que, como tal Presidente y controlador, ha intervenido en las recientes elecciones de la ANFP.
Pero ésa no es una versión ni una opinión, "miserable y canallesca" o no, sino una evidencia empírica. Pues una persona actúa en los negocios por sí misma o por intermedio de otra, para lo cual existe el mandato o representación. El Presidente-controlador de Colo Colo actúa en todo lo que concierne al club mediante los directores de la sociedad anónima que maneja el mismo, los cuales han sido elegidos con sus acciones. Pero el que realmente actúa es él, pues esos directores no podrían ir en contra de lo que estima el accionista con cuyos votos son electos.
El representante de Colo Colo ante la ANFP tiene que votar en la elección de presidente y mesa directiva de dicha entidad de acuerdo con las instrucciones del accionista con cuyos votos fue elegido director de la sociedad anónima. En este caso, cuando votó por Jorge Segovia, no lo hizo porque a él se le ocurrió eso, sino porque los controladores del club, Sebastián Piñera y Hernán Levy, que son consuegros entre sí y tienen un pacto de accionistas para dominar el directorio con el 40 por ciento de las acciones, le han ordenado votar en esa forma. En el hecho es lo mismo que si los señores Piñera y Levy votaran personalmente, pues el representante del club en la ANFP es mandatario de ellos y hace lo que su poderdante le ordena.
Entonces, es evidente e inconcuso que el actual Presidente de la República intervino en las elecciones de la ANFP mediante su representante. No podía haber sido de otra manera. Lo mismo que intervino por interpósita persona en todas las tratativas, negociaciones, llamados telefónicos, transacciones, realización de promesas para conseguir votos y todo lo que va aparejado en una elección en que sólo sufragan 32 personas y que, por consiguiente, es perfectamente susceptible de ser manejada "voto a voto".
Ahora, que lo anterior es constitutivo de un conflicto de intereses inaceptable de parte del Presidente de la República, ése es otro tema. Y si la Contraloría decide mirar para otro lado, no obstante haber ya fallado que un subordinado del Presidente, el Subsecretario de Deportes, debía vender sus acciones o abstenerse en todo lo que tuviera que ver con el fútbol, también es otro tema. Porque donde hay la misma razón debe haber la misma disposición, y aquí hay la misma razón para que la Contraloría exija al Presidente abstenerse o vender y al Subsecretario abstenerse o vender. Y abstenerse debería haber significado que el representante de Colo Colo en la ANFP no hubiera votado ni participado en ningún aspecto en las negociaciones para sacar a Mayne-Nicholls a como diere lugar. Pero, claro, todo eso sería válido en un país realmente ético, y éste no lo es. Acá a los que se propasan con la ética los arrastran a los Tribunales.
Si decir lo anterior es delito, bueno, entonces vamos presos. En Chile, además y lo sabemos, los jueces sacan delitos del sombrero. ¡Cuántos militares hay presos hoy día por delitos inexistentes, como el "secuestro permanente" u otros creados por cuerpos legales que no tenían vigencia en el país al momento de los hechos respectivos!
A los jueces chilenos no les costará nada, pues, crear este nuevo delito de "decir públicamente cosas que son evidentes". Y no necesitsn incorporarlo a ningún código. He leído sentencias que hacen cosas como ésa. Pues así como un ex estudiante de la Escuela Militar me decía una vez: "Mira, lo que mejor me enseñaron ahí fue a 'sacarme el pillo'", yo podría decir, como ex estudiante de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile y otrora litigante ante los Tribunales chilenos, "Mira, lo que mejor aprendí en ambas partes fue a 'buscarle la quinta pata al gato'". Eso, traducido a buen chileno, quiere decir que a ti te condenan o te absuelven al margen de lo que diga la ley, porque siempre se le puede encontrar "la quinta pata al gato".
Obviamente, el segundo aspecto de mi defensa, que debo preparar, es la demostración de que una hermana de Antonio Bloise, (dirigente de Everton que fue premiado por el Presidente, el día de la elección de la ANFP, con mil millones del erario para el estadio de su club), hermana que es apoderada en el colegio La Maisonette, le dijo a otro apoderado, conversando en una reunión del colegio, que el Presidente había llamado tres veces a su hermano para que no desistiera de su candidatura a la ANFP. Entonces, deberé preocuparme de que se cite a la presencia judicial a la mencionada señora, como también al apoderado que dice haberla oído referir lo anterior y, asimismo, a quien se lo oyó decir a este último y me lo comunicó a mí, persona a quien pediré que concurra voluntariamente ante el juez, pues me comprometí a no dar su nombre cuando me proporcionó la información que, según el Presidente, es "miserable y canallesca", aparte de constitutiva de delito.
Voy a asumir mi propia defensa en el proceso, primero, porque es más barato (lo que no habla bien del costo de oportunidad de mi tiempo); segundo, porque, en un medio en que el tenor de las leyes vale poco o nada, la calidad de la defensa judicial viene dando más o menos lo mismo; y, tercero, porque no tengo la menor confianza en la justicia, no de los tribunales inferiores, sobre los cuales aún no tengo un criterio formado, dado que provienen de la nueva legislación procesal penal, sino de los tribunales superiores, dominados por la izquierda y ante los cuales las experiencias propias que he tenido y ajenas de que me he enterado me indican que puede pasar cualquier cosa, pero que, en mi caso particular, puede pasar una sola: que me condenen, no obstante el carácter altamente ético y apegado a la más noble defensa del interés público con que he actuado en estos hechos.
Dicho todo lo anterior y estando preparado para, posiblemente, años de litigio desfavorable, sólo puedo anticipar una certeza: que bajo ninguna circunstancia voy a estar prófugo u oculto de la justicia por uno, dos o veintitrés días ni voy a hacer desaparecer el expediente, como ha acontecido en al menos un caso que en su momento tuvo amplia repercusión y que hoy se persigue por todos los medios borrar de la memoria colectiva.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
domingo, 7 de noviembre de 2010
Planificación de mi Defensa Judicial
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