POLÍTICOS NERVIOSOS

¿Han observado lo nerviosos que están los políticos de derecha e izquierda?; todo por que un alcalde ha dicho la verdad, algo que incomoda a cualquier político, en el país que sea. La izquierda y también la nueva derecha rila porque un alcalde ha puesto las cosas en su lugar y ha ejercido su autoridad como se lo manda la ley; les molesta también su actitud enérgica para actuar y expresarse. Los de derecha, porque uno de su propio sector está en desacuerdo con el accionar del gobierno. Parece que ahora estamos en dictadura. ¿no se puede discrepar cuando ese es un derecho inalienable del hombre y no una merced del estado?
Hay que seguir la corriente, hasta los hombres de derecha han callado; no se escuchan por ninguna parte. Además cada día más personas emiten sus opiniones frente al cuadro que presenta el país. Ninguna es muy buena u optimista.
Les molesta que alguien exhiba principios, pues nos acostumbramos al hablar alambicado y suave; ver a la mayoría de los políticos y desgraciadamente algunos miembros de las FFAA expresarse en la televisión empleando tonos melifluos que parecen unos afeminados. Cuando un político habla debe hacerlo como tal, un cura como cura y un militar como militar.
El Sr. Presidente de la República puede que sea un buen economista y empresario, pero eso solo no basta para que sea un buen conductor político del país. Eso requiere de otras aptitudes y virtudes adicionales.
Si el Sr. Presidente hiciera uso de su autoridad y la ejerciera con energía a través de sus ministros, no tendría un 22% de apoyo, tendría al menos un 42%, pero no se atreve; parece que prima la amistad con ciertos personajes y con tendencias políticas alejadas de las que se le suponían cuando fue elegido. Esta situación se califica con una palabra fea.
Ocurre hoy en día que uno piensa mucho antes de salir a la calle o usar su automóvil en días de manifestaciones “pacíficas”, pues no se sabe si se encontrará con una “marcha de estudiantes” apoyados por estudiantes (digámoslo con todas sus letras) encapuchados, que le destruirán su vehículo o con suerte saldrá con vida.
Los chilenos no estamos acostumbrados a luchar por principios e ir contra la corriente como los salmones. Protestamos normalmente por intereses materiales que nos afectan, pero por principios sólo algunos de vez en cuando. Los estudiantes, en apariencia parecieran protestar por principios, pero por coincidencia sus principales líderes pertenecen al partido comunista, que ya ha dejado en claro que su propósito último no es la educación, sino la desestabilización y eventualmente el derrocamiento del gobierno. Hasta donde su capacidad se los permita se negarán a todo acuerdo que resuelva el conflicto. Esto sólo lo saben los jerarcas; la gran mayoría marcha tras la utopía de la gratuidad del servicio más caro y complejo, junto con la salud. Por las consecuencias para cientos de miles de jóvenes y sus familias, nadie responderá.
Ejercer la autoridad no es difícil. No se trata de hablar fuerte ni actuar en forma estrambótica o adoptar actitudes dictatoriales. Se trata simplemente de hacer cumplir a cabalidad la Constitución, las leyes, reglamentos y ordenanzas, en forma y espíritu.
Que sus ministros procedan en consecuencia, trabajando en conjunto y no en compartimentos estancos, dirigidos por el Ministro del Interior, como corresponde. Si los ministros y subsecretarios no hacen bien su trabajo deben ser removidos de su cargo y reemplazados por personas aptas.
Los políticos en lugar de estar trabajando en ingeniería electoral deberían dedicarse 100% a las regiones que los eligieron para que trabajaran por ellas y no dedicados a reyertas internas, obviando su papel más importante: la de legislar y de producir leyes adecuadas, inteligentes y que no admitan ambigüedades como ocurre a menudo, lo que produce lentitud y aprovechamiento posterior de resquicios o perjuicios en su aplicación. Yo pienso que si no hay cooperación de todos los involucrados y responsables de la educación para contribuir con soluciones que abandonen intereses corporativos , ideológicos y político –electorales y privilegien el bien común y el futuro de Chile , el problema se agravará a límites muy difíciles de controlar que , como siempre afectará mayormente a los chilenos más pobres y vulnerables . Hasta ahora sólo se ha visto un enconado interés por parte del gobierno de resolver el conflicto estudiantil para salvar su imágen de debilidad y de pobre habilidad política ,que le ha costado una aprobación bajísima en la encuestas , transigiendo por otro lado , en aspectos fundamentales como son la libertad y calidad de la educación , como así mismo, que el Estado mantenga su esencia subsidiaria para alejar toda amenaza de que la educación se transforme en un instrumento de adoctrinamiento ideológico. La disciplina laboral ya se perdió en las organizaciones de servidores públicos que legalmente no les está permitido realizar paros o declararse en huelga. Sin embargo, la permisividad y populismo de los gobiernos de la Concertación, imitada por el actual gobierno, ha hecho letra muerta de esta ley y de muchas otras que dicen relación con el con el estado de derecho, la justicia y el orden y seguridad públicas, desatendiendo el rol principal del Estado. Organizaciones gremiales de diversas áreas laborales asociadas principalmente al sector fiscal y otras de vital connotación en la economía del país, aprovecharán las “movilizaciones” de los estudiantes para unirse a ellos y así esconder su baja representación de la mayoría silente de los trabajadores chilenos. Así pretenden sacar provecho político y mejorar la pobre imágen de sus directivos.
Los chilenos somos en general de una ética objetable si de obtener alguna ventaja se trata. Sólo que con el tiempo se dejan ver las consecuencias . La “viveza criolla” , por llamarla de una forma más amable que falta de ética , más o menos generalizada, es causa estructural de la corrupción , muy compleja de erradicar cuando de establece en una sociedad.
Nuestra idiosincrasia admirada y respetada en otras épocas por sus virtudes patrióticas, que distinguieron a Chile en la guerra y por su desarrollo en la paz, se encuentran debilitadas. Las FFAA y de Orden, en las que estaban depositadas las últimas reservas morales de que disponía nuestro país en 1973, parecieran no ser apreciadas hoy ni menos aquéllos que las dotaban , no obstante la gravísima situación que debieron salvar para recuperar la estructura republicana de la nación. Por el contrario, para estigmatizarlas, existe una campaña abierta y otra soterrada que han deformado la historia y las verdaderas y elevadas motivaciones que las inspiraron. Quedó de manifiesto entonces que el único camino al desarrollo integral de la república está en el equilibrio de los derechos con los deberes, como elemento básico de las conductas sociales y que las libertades deben ordenarse conforme al bien común y al orden natural. Había esperanzas, hoy bastante defraudadas, de que la “nueva forma de gobernar“ tendría esta inspiración, pero lo experimentado hasta ahora no lo respalda. Las palabras y actitudes “políticamente correctas“, y yo añadiría, hipócritas y populistas, junto con un accionar ambiguo y débil, nunca nos conducirán al destino que aspiramos.
Acendradas ya ciertas prácticas y tendencias en nuestra sociedad, se requiere enmendar rumbos y habrá de actuarse con justicia pero mucha severidad y energía por parte de nuestras autoridades y clase dirigente, para conducir al país.
S.E. el Presidente de la República, tiene todas las herramientas para ello.
La pregunta es ¿a qué le teme para utilizarlas?



Atentamente
Fernando Navajas I.

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