domingo 25 de septiembre de 2011
El Regalo del Año
Advertencia previa: A las personas que comentan este blog y me piden que les responda o dé antecedentes mediante comentarios míos, les debo responder que no puedo, porque Blogger rechaza mis comentarios, expresando que no tengo derecho a formularlos. No sé por qué, pero es esa empresa la que fija las reglas del juego. Estoy discurriendo alguna forma de poder hacer y responder comentarios en el espacio destinado a ellos, usando alguna doble identidad, supongo, pero todavía no la tengo ni estoy seguro de querer tenerla. En todo caso, mientras Blogger siga reproduciendo mis blogs, seguiré redactándolos. Si también los termina, sepan los lectores que habrá sido porque Blogger también ha resuelto que no tengo derecho a escribir blogs. Gracias y saludos a todos.
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Mi pronóstico sobre el tema de mayor actualidad en el país es el siguiente:
El gobierno y la oposición, que son muy parecidos, si es que no la misma cosa (hablando desde un punto de vista político-ideológico, se entiende), van a llegar al siguiente acuerdo: van a permitir que los estudiantes que han perdido el año lectivo por no haber ido a clases y haberse tomado miles de establecimientos, "lo pasen", es decir, lo aprueben, sin haber aprendido las materias, por falta de clases. Les van a regalar los exámenes.
Esto, por las siguientes razones:
Primera, porque los políticos son esencialmente débiles en la defensa del principio de autoridad. Luego, no son capaces de hacer efectiva la legalidad ni los reglamentos de estudio.
Segunda, porque no tienen solución para el problema de la repitencia, es decir, "no sabrían dónde meter" a los estudiantes que ya han perdido el año por haber estado cuatro meses sin ir a clases. Simplemente, no cabrían en las salas de clases.
Tercera: Porque ni la Concertación ni su V Gobierno pueden darse el lujo de reconocer que el único que ha procedido como corresponde, y de acuerdo con la Constitución y las leyes, en este conflicto, ha sido el Alcalde Labbé. Pero él fue militar, y además parte del Gobierno de Pinochet, y sigue siendo de derecha, de modo que es un verdadero "paria" en el Chile actual, así es que va en el interés de la clase política, que le encabezan, por parte del Gobierno, un adversario del Gobierno Militar, y por parte de la oposición, otros adversarios del mismo, hacer aparecer a Labbé como "enemigo público número uno" en este momento en Chile, tal como lo era "Emmanuel Goldstein" en el libro "1984" de George Orwell. En esa obra el régimen consagraba periódicamente "un minuto de odio" para que todo el mundo profiriera insultos y ofensas contra su único opositor, "Emmanuel Goldstein". Acá está sucediendo algo parecido. Es útil e ilustrativo leer la increíble diatriba de hoy en "El Mercurio" de su "columnista estrella", Carlos Peña, contra el único representante del orden y la juridicidad que queda entre la dirigencia del país. Búsquese en los medios siquiera alguna defensa de Labbé. No se la encontrará.
Espero los correspondientes reconocimientos al acierto de mi pronóstico en los comentarios de este blog, cuando él se cumpla, lo que debería suceder pronto. No podré agradecerlos en los comentarios, por habérseme vedado el acceso a ellos, pero lo haré en un blog posterior, si es que Blogger todavía no lo ha suprimido.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
sábado 24 de septiembre de 2011
El Fracaso de la Educación Chilena
El fracaso educacional del país no sólo lo ponen de manifiesto los estudiantes, sino los adultos, los mayores.
El país entero ha recibido una enseñanza tan deficiente que, cuando a todo lo largo de él jóvenes sin ninguna noción de respeto se han apoderado, contra toda legalidad, de miles de colegios y decenas de universidades y han ejercitado toda suerte de violencias ¿qué han hecho los mayores? Respaldarlos.
Eso pone en evidencia que el fracaso de la educación chilena se generó mucho antes de ahora: se generó cuando ella les debió enseñar a los mayores.
¿Cómo es posible que entre las legiones de autoridades, personalidades, pedagogos, prelados, periodistas e intelectuales de nuestra sociedad haya habido sólo una sola persona que ha actuado conforme a los principios fundamentales de convivencia, el Alcalde de Providencia, Cristián Labbé?
¿No habla, esa deserción general del deber, de una miseria educacional extrema y extendida a todas las edades? ¿No es pavoroso el hecho de que esa única voz que clama en el desierto haya sido objeto, mucho más que de reconocimientos y elogios, de críticas y hasta vituperios?
El verdadero fracaso de la educación chilena consiste en haber formado clases dirigentes tan ineptas como para ser incapaces siquiera de apreciar el valor que tiene el respeto a las normas de convivencia y a la legalidad propia de un status civilizado.
¿Qué indica el hecho de que el Presidente de la República, el Primer Ciudadano, el encargado de gobernar al país, el que debería sentar el ejemplo, sostenga que el movimiento ilegal y violento que aflige a la enseñanza es "noble, hermoso, grande"? Eso está revelando que en su formación hay un vacío elemental. El encargado de velar por la buena marcha colectiva encuentra "noble, hermoso, grande" que se estén atropellando normas básicas de respeto mutuo.
¿Qué revela el hecho de que en una homilia el pastor que encabeza nuestra Iglesia no haya tenido siquiera una frase de crítica, no ya de condena, al atropello juvenil desatado a la paz social, al respeto que se debe a colegios y escuelas, a las fuerzas de orden que cumplen su deber y a la legalidad misma?
El Chile de hoy es un testimonio del fracaso intergeneracional en la educación. Los jóvenes arrasan con los valores fundamentales. Los mayores aplauden.
Unos y otros son frutos de un sistema que no ha sido capaz de enseñar a los chilenos, porque no hablemos de "lenguaje" ni de "física o química" ni de "matemáticas": no ha sabido enseñarles siquiera el principio moral más fundamental, que es el de aprender a distinguir entre el bien y el mal.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
lunes, 26 de septiembre de 2011
DEL BLOGS DE HERMÓGENES
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