martes, 25 de octubre de 2011

ENTREVISTA AL BRIGADIER MIGUEL KRASSNOFF, PRESO POLÍTICO MILITAR, EN CHILE .






ENTREVISTA ESCRITA SOLICITADA
AL BRIGADIER MIGUEL KRASSNOFF M.

POR LA
REVISTA SOCIO-POLÍTICA “ECO PLANETA” DE RUSIA,
ASOCIADA CON LA AGENCIA DE NOTICIAS ITAR-TASS
DE LA FEDERACION RUSA
(Mail ECO-PLANET: Odyachenko@ekhoplanet.ru)

Santiago de Chile, 2011
SRES.
GENNADIY CHARODEEV Y OKSANA DIACHENKO
Sub-Redactor General y Corresponsal de “Eco del Planeta”
Presente
Acuso recibo de vuestro cuestionario de preguntas, el cual procedo a responder con todo agrado por provenir de profesionales radicados en la Patria de mis antepasados-Tierra que siento como la mía propia- y por estar relacionados con el Sr. George Kokunko, persona que ha demostrado en más de una vez su espontánea preocupación por mi persona.
Lamento la demora de estas respuestas, pero dificultades propias de la situación que hoy enfrento en este País y otras de tipo técnico-computacional y personal me han impedido contestar en forma más inmediata.
Procedo a responder las consultas efectuadas por Uds.:

-Pregunta 1: -Señor general, Ud. vive lejos de Rusia y hasta ahora nunca tuvo la oportunidad de visitar aquellos lugares, donde nacieron sus antepasados. Pero Ud. es el hijo del conocido oficial blanco ¿Cuál es la imagen que se formo en Ud. en relación con la Rusia Soviética? En consecuencia ¿Cómo Ud. imagina a la Rusia actual?
-Respuesta:
Lamentablemente he vivido lejos de Rusia, por razones muy ajenas a la voluntad de mis padres, de mis abuelos y de la mía, pero Chile nos dio la oportunidad de desarrollar una vida relativamente normal, alejada de los avatares de la post-guerra y de la persecución comunista de la que fuimos objeto, dándome en lo personal la posibilidad de realizarme como hombre y profesional. Agrego que mi vida en Chile no me ha hecho olvidar jamás quién soy y de donde provengo. Siempre he mantenido un profundo orgullo, veneración y respeto por mis antepasados, por sus actos y por su sacrificio. En resumen: Orgullo de sentir que por mis venas corre sangre de los Krassnoff; de los Cosacos del Don y del Kuban y de asumir que por todo ello tengo una responsabilidad de honor y consecuencia irrenunciable, sentimientos valóricos plenamente compartidas por mi querida Esposa e Hijos.
Mi impresión sobre la Unión Soviética fue la que tenía todo el mundo: Tiranía, horror, ateísmo, persecución, asesinatos y esclavitud ejercida por los comunistas bolcheviques en contra de todos sus habitantes, razones más que suficientes y justificables contra las cuales lucharon y dieron su vida los Krassnoff, los Cosacos, los integrantes del Ejército Blanco y tantos otros patriotas anónimos.
A la distancia, hoy me imagino a Rusia renacida; libre de la terrible opresión soviética; sin temor a manifestar su eterna Fe en Dios y su orgullo ancestral de profesar nuestra soberana religión ortodoxa; con convicción de retomar sus tradiciones e historia sin limitaciones; con esperanzas concretas de ser una Nación respetada, única y fuerte y, por sobre todo, observo que el pueblo ruso respira libertad, demostrando confianza y respeto a la gestión de sus actuales autoridades políticas, las cuales -desde la caída de dictadura soviética- han demostrado ser auténticos Estadistas, en especial sus Presidentes. Todo esto, más allá de las dificultades propias que ha significado para Rusia el rencuentro con su verdadero pasado y su reconstrucción política y administrativa, luego de los más de 70 años de utopías, traiciones y engaños internos de las que fue objeto. Sin lugar a dudas, Rusia camina para ser el País más importante del mundo, en todas sus expresiones.

-Pregunta 2:
¿Cómo se está desarrollando la vida de Ud. en los últimos años? ¿Tiene Ud. la posibilidad de relacionarse con los periodistas (medios de comunicación), con los políticos? Cuéntenos ¿en qué le acusan a Ud. concretamente? ¿Qué es lo que pretenden los representantes del poder de Chile?
-R:
Mi vida en los últimos casi 7 años -hasta ahora- ha transcurrido en prisión, privado ilegal, ilegitima e inconstitucionalmente de libertad, por supuestos cargos nunca comprobados relacionados con ciertos delitos cometidos en contra de los “Derechos Humanos”, concepto muy hipócritamente utilizado y prostituido en Chile por parte de los marxistas criollos. Como Teniente de este Ejército, combatí convencidamente contra terroristas criminales de corte castro- comunista que destruían a este País en la década de los años 70, terroristas que actuaban con el apoyo del gobierno comunista de Allende. Me acusan, después de pasados casi 40 años de la revolución libertaria del 11 de Septiembre de 1973, de absurdos e inexistentes delitos que yo habría cometido en perjuicio de estos terroristas criminales.
Está jurídica y legalmente mil veces comprobada mi inocencia de los cargos que me han formulado y existen actualmente en Chile leyes totalmente vigentes que me benefician, incluso en el caso hipotético de que yo efectivamente hubiese cometido los estúpidos delitos de los que me hacen responsable durante mi destinación en un Organismo de Seguridad creado precisamente para contrarrestar el terror, llamado Dirección de Inteligencia Nacional, organismo al que pertenecí durante los años 1974 y hasta 1976 en mi condición de Teniente de Ejército y durante mi primer año de Capitán. Lamentablemente, determinados Jueces, amenazados y presionados por los gobiernos socialistas posteriores al Gobierno Militar, han transgredido las leyes y no han respetado ni el espíritu ni la letra de estas leyes, procediendo a procesar y a encarcelar a todo militar que enfrentó en aquellos años a los mencionados criminales terroristas, basándose exclusivamente en los antecedentes que los propios extremistas les han proporcionado. Como ejemplo de esta prevaricación e injusticia, le cito que el Juez que más procesos y condenas me ha formulado, nunca me ha interrogado. No lo conozco ni lo he visto nunca personalmente.
En concreto: Hoy, en Chile, no existe el respeto por el Estado de Derecho, cuando de militares se trata. En consecuencia, Uds. podrán comprobar que Miguel Krassnoff no necesita de perdones, misericordias, favores, indultos o leyes especiales para obtener su libertad. Solo necesito que se cumpla con la ley que actualmente rige en Chile y nada más. Parece un absurdo, pero es así.
Mi relación con periodistas nacionales ha sido casi nula, pues la mayoría de ellos se hacen parte –sin indagar nada previamente- de las falsedades y barbaridades que cuentan los terroristas de la época para justificar sus actos criminales que cometían en aquellos años. Por esta razón y por la subjetividad que han demostrado estos periodistas he rechazado sistemáticamente cualquier solicitud de entrevista que me han solicitado desde que estoy en prisión.
En cuanto a lo que pretenden los representantes del actual Poder en Chile sobre este tema, francamente no lo sé ni lo entiendo. Pese a las promesas y compromisos adquiridos públicamente durante el período pre-electoral por el hoy Presidente y sus asesores en términos de resolver esta evidente injusticia y hacer respetar las leyes vigentes y el Estado de Derecho, hasta ahora todo sigue igual y yo, al igual que todos los militares condenados y procesados -especialmente los que teníamos grados jerárquicos muy subalternos- seguimos privados de libertad, con mayor cantidad de procesos y sin visualizar ninguna solución a esta inaceptable ilegalidad. En resumen: Hoy en Chile, tampoco existe la Justicia, ni el debido proceso, ni nada legal en relación a los militares que participamos en conquistar la libertad y la dignidad de toda la sociedad y de todo el pueblo chileno, a partir del 11 de Septiembre de 1973.
Pese a todo lo anterior, mi Fe en Dios, mis convicciones valóricas, mi compromiso ante el ejemplo que me legaron mis antepasados, mi categoría de Cosaco, mi responsabilidad como jefe de una familia maravillosa y mi dignidad de ser Oficial Superior del Ejército de Chile, no ha sufrido ningún tipo de deterioro. Por el contrario: han incrementado mi voluntad de lucha y mi fuerza para continuar hasta las últimas consecuencias para obtener la conquista de la justicia y de mi legítima libertad, sin perjuicio de mantener aún la ilusa esperanza que el Sr. Presidente de esta República cumpla con su público compromiso.

-Pregunta 3:
Sr. General: ¿Cómo es posible, que en Chile aun después de la llegada al poder de los conservadores y de los centro-derechistas, la situación (jurídica) de Ud. no está revisada nuevamente?
-R:
En primer lugar, les indico que la solución de esta anormalidad jurídica depende exclusivamente de la voluntad política, quedando el Poder Judicial totalmente sobrepasado y dependiente de lo que haga el Poder Ejecutivo pero, tal como se lo manifesté en la respuesta anterior, esta farsa continúa sin existir ninguna explicación lógica para esta irresponsable actitud por parte de las actuales autoridades, salvo suposiciones tales como cobardía, temor para encarar a los hipócritas marxistas que aún se pasean por determinados círculos del Poder y pretender ser “políticamente correctos”, dando cabida a la inexistente condición de “víctimas de la dictadura” a estos personajes que fueron los verdaderos responsables de la tragedia que vivió todo Chile en los años 70. Las actuales autoridades nacionales -en su actuar- no tienen ninguna categoría de “Centro derechistas o Conservadores”. Por el contrario: Es un doloroso y agobiante continuismo de los gobiernos de corte izquierdista que los precedieron, sepultando hasta ahora todas las esperanzas de reales cambios que esperaba la ciudadanía que votó por los actuales gobernantes. Esto último se ha comprobado en la alarmante baja de popularidad y confianza que han reflejado las encuestas que se han hecho respecto al Presidente y sus Ministros. Presidente: Solo entre el 22% y el 30% de aprobación, a solo un año y medio de su gestión.
Una desconcertante situación: ¿Han observado Uds. como a nivel internacional actualmente se combate al terrorismo y se distinguen a los que lo combaten? Pues en Chile es todo lo contrario: Terroristas marxistas confesos: libres, con amplia tribuna comunicacional y reconocidos oficialmente como “víctimas”. Los que los combatimos y neutralizamos: presos, perseguidos y catalogados como “violadores de los derechos humanos”. ¡El mundo al revés! En la propia Rusia, Uds. si que saben de que se trata todo esto y además han sufrido los efectos de estos actos criminales ¿Logran Uds. comprender esta incongruencia e hipocresía? Yo no y no la entenderé ni aceptaré jamás.
Les destaco que Chile también tuvo su trascendental 11/9 y nadie recordó este hecho histórico, que abrió las puertas a la libertad de la humanidad. Cada 11 de Septiembre se realizan acá recuerdos llorosos, manifestaciones violentas e inmorales homenajes públicos para los comunistas abatidos, directos responsables que llevaron a este País a la catástrofe más vergonzosa de su historia republicana. ¡Ni una sola palabra para recordar a casi un millar de militares asesinados por hordas terroristas –nacionales y extranjeras- que asolaban a Chile y a su pueblo en aquella época! ¡Inaceptable!

-Pregunta 4:
Al estar recluido en la cárcel ¿se le olvida a Ud. el idioma ruso natal? ¿Lee Ud. la literatura rusa, diarios o revistas de Rusia? Se comunica Ud. por correo con alguien de su Stanitza natal – Provatorovskaya?
-R:
Jamás he olvidado mi idioma natal y lo hablo y lo entiendo correctamente. Leo ocasionalmente diarios y revistas de Rusia, aunque la lectura y, especialmente, la escritura me son poco fluidas por exclusiva falta de práctica, pero lo he estado superando día a día. Como ejemplo, le confieso que rezo todas las noches en idioma ruso y en voz alta.
Años atrás recibí una carta muy emotiva de los Cosacos de la Stanitza natal de los Krassnoff –Provatorovskaya- en la me cuentan todo lo relacionado con dicho lugar y su historia durante la época bolchevique y soviética. Esta carta la guardo como uno de los documentos más valiosos del archivo de mi familia actual. La respondí en su oportunidad pero nunca más tuve respuesta. Si Uds. pueden transmitir mis sentimientos a esos hermanos Cosacos y el enorme significado que tuvo esa carta para todos nosotros, se lo agradeceré mucho.

Pregunta 5:
¿Quisiera Ud. aun visitar a la Stanitza Provatorovskaya y ver con sus propios ojos el lugar de nacimiento de su padre?
-R:
¡Por supuesto que quiero visitarla y conocerla! Le reitero una vez más que uno de mis sueños más deseados en conocer, pisar, ver y respirar el aire de la siempre muy querida Tierra de mis inolvidables antepasados. ¡Y lo lograré! ¿Cuándo? Cuando Dios así lo disponga y cómo siempre he tenido profunda Fe en El, téngalo por seguro que será mucho más pronto de lo que todos nos podemos imaginar. ¡Soy un verdadero Cosaco - de mente y corazón- motivo por el cual tengo el pleno deseo y derecho de hacerlo!

Pregunta 6:
Sr. General: Dicen, que a Ud. le ofrecían trasladarse a Rusia para la residencia permanente pero Ud. se negó (a este ofrecimiento). ¿Es verdad esto? Entonces ¿porque se negó?
-R:
Les corrijo: Nunca nadie me ha ofrecido irme a Rusia. Lo que pasó años atrás fue que el Sr. Embajador de Rusia en Chile en esa época-años 1999 o 2000- tuvo la amabilidad de sugerirme la posibilidad de obtener la nacionalidad rusa, cosa que acepté de inmediato, pero para ello era necesario renunciar a la nacionalidad chilena. Ante esta exigencia, le expliqué a ese Sr. Embajador que para mí no era fácil cumplir de inmediato ese requisito por ser Chile el País que nos recibió con los brazos abiertos cuando mi madre y abuelita materna -junto conmigo que tenía 1 año de edad- logramos escapar de la persecución soviética desde Austria, una vez que las huestes vengativas de Stalin ya se habían llevado a mi padre, a mi abuelo y a todos los Cosacos patriotas desde Linz (Austria) para posteriormente asesinarlos.
Luego, Chile se transformó en mi Patria adoptiva en la cual pude desarrollar mi vida en forma normal y todas las cosas más bellas, importantes y trascendentales me han ocurrido en esta lejana tierra del sur del mundo. Además soy un Oficial Superior del Ejército de Chile y juré ante Dios y su bandera defender a esta Nación y a su pueblo hasta rendir mi vida si así fuese necesario. ¡Y vaya que lo fue! Esa fue la razón por la cual no le di una respuesta inmediata al delicado planteamiento que en esa oportunidad me efectuó el señalado Sr. Embajador, solicitándole que su consulta se la respondería más adelante y que, si fuera posible, yo pudiera tener ambas nacionalidades, a lo cual recibí una rotunda negativa.
Evidentemente que en esos años jamás me imaginé que esta sociedad por la cual expuse mi vida por recuperar su libertad y dignidad de la opresión y terror marxista; arrastré a mi amada Esposa y familia a las angustias más terribles y se me limitó mi carrera profesional, al cabo de un tiempo me daría la espalda y permitiría que por defenderla yo sería llevado ilegalmente a prisión y perdería mi legítima libertad.
En resumen, después de esa conversación y escuchar mis puntos de vista sobre el tema que me estaba planteando, el Sr. Embajador nunca más me tocó el tema, demostrando un notoria molestia por mis consultas y respuestas. Le aclaro que no me arrepiento de mi actitud adoptada en esos años. Sin embargo, hoy tengo mis dudas, pues junto a mis valientes subalternos y camaradas que combatimos convencida, frontal y honestamente al terror rojo como Soldados, los que sobrevivimos a esa muy cruenta y violenta revolución anticomunista, en la actualidad estamos en manos de los vengativos, hipócritas y cobardes marxistas que nuevamente se han adueñado de este País, sin que ninguna estructura política, institucional, social o eclesiástica levante una sola voz en forma corporativa seria para defendernos de tanta injusticia e ilegalidad. Sencillamente se ha aplicado una muy desleal e ingrata actitud que la sociedad chilena más de una vez ha demostrado en su historia, aplicando aquel concepto que dice que cuando la Patria y sus habitantes están en peligro, Dios es invocado y el Soldado admirado; cuando el peligro ha pasado, Dios es olvidado y el Soldado despreciado.
Fíjense Uds. que al observar el devenir de los sucesos nacionales a partir aproximadamente del año 2000, y lo que me ocurrido hasta la fecha me invade una profunda decepción, pues después del monumental sacrificio que hicieron las Fuerzas Armadas y de Orden de Chile, junto a miles de civiles patriotas, para sacar al País del caos, de la humillación, de la violencia, del terror, de la hambruna y de la desesperación, objetivos todos logrados con singular éxito, hoy ese sacrificio- que costó la vida de cientos de uniformados y civiles inocentes a manos de los marxistas- ha sido minimizado, no reconocido, despreciado y el éxito logrado en bien de toda la Nación ha comenzado a ser destruido por los mismos vándalos y cretinos seguidores de aquella atea y maldita filosofía que hace casi 40 años atrás, literalmente, destruyó a Chile. Una pena. Soy uno más de lo de los miles de chilenos indignados que hoy sienten lo mismo que he expresado. En este punto deseo ser muy preciso: Jamás esperé honores o reconocimientos; sólo ansié poder vivir en paz, continuar amando a mi Esposa, adorando a mis hijos y nietos con la satisfacción íntima y profunda del deber cumplido con mi compromiso de amor, gratitud y respeto a Chile, pero esto mínimo a lo que he aspirado toda mi vida, ya me lo han denegado.
Lamentablemente ha primado el odio, la venganza, la deslealtad más dolorosa y la cobardía más vergonzosa. Todos los que tienen alguna injerencia en esta situación, quieren mostrarse “políticamente correctos” haciéndose eco de estupideces, mentiras e intrigas alrededor del mal llamado tema de los “derechos humanos” para lo cual descargan todas sus incapacidades e inconsecuencias en los cientos de uniformados que estamos sometidos a escandalosas condenas y aberrantes, interminables e ilegales procesos judiciales. Al tener que reconocer esta triste realidad que afecta a Chile, siento que ya nada le debo a esta antipática y malagradecida sociedad en su conjunto.
Sin embargo, asumo el deber de destacar en forma muy especial y en extremo gratificante la noble actitud de muchos cientos de personas de todos los niveles sociales del País que, individualmente, se han esmerado en demostrarme su afecto, aliento y reconocimiento frente a esta atrocidad a la que mi familia y yo estamos siendo sometidos.
Finalizo esta pregunta manifestándoles que si hoy tuviese la misma oportunidad que se me dio años atrás -con el Sr. Embajador de Rusia- seguramente mi respuesta y actitud serían muy diferentes a las que tuve en aquella época.

Pregunta 7:
En su vida ¿tiene Ud. algunos momentos u oportunidades, cuando Ud. siente el verdadero orgullo de ser ruso? ¿O es posible, que a veces Ud. experimenta el sentimiento de vergüenza por Rusia y la gente rusa?
R:
Siempre, desde que tengo uso de razón, he sentido el más profundo de los orgullos de ser Cosaco del Don-por parte de padre-, Cosaco del Kuban-por parte de madre y profesar mi religión ortodoxa. Como los Cosacos habitamos en Rusia, por supuesto que me siento orgulloso de pertenecer, afectiva y emocionalmente, a nuestra Santa Madre Rusia, sentimientos que son compartidos absolutamente por mi Esposa, mis hijos, mis nietos y familia toda.
¡Jamás he experimentado vergüenza alguna por Rusia o por su gente! Ni siquiera en la época de la triste existencia de la Unión Soviética.

Pregunta 8:
Sr. General: Gisela Silva Encina escribió un libro sobre Ud. – “Prisionero por servir a Chile”, publicado recientemente en Rusia. ¿Qué opinión tiene Ud. sobre esta obra? ¿Provoco esta obra alguna resonancia en Chile?
R:
Gracias por esta consulta, pues me permite rendir un público sentido reconocimiento y homenaje a una distinguida dama de la sociedad chilena que con valentía, patriotismo y profundo sentido de la justicia, junto con sus innatas cualidades intelectuales y literarias, se atrevió a enfrentar a la hipocresía de lo “políticamente correcto” y denunciar ante toda la opinión publica el escándalo que ha significado el irrespeto al Estado de Derecho y la ilegalidad con la cual se ha procedido con todos aquellos que sacrificaron lo mejor de sus vidas por la libertad y el renacer de Chile, concediéndome, la Sra. Gisela Silva Encina, el honor de transformarme en el personaje central de esta magnífica obra que ella tuvo a bien escribir. Obviamente que mi opinión sobre dicha obra no puede ser sino la mejor de todas.
Le añado que a todos los conceptos antes emitidos respecto a la Sra. Gisela Silva Encina es muy importante destacar su personal dulzura, ternura y profunda sensibilidad humana y espiritual, aspectos todos que han permitido que, tanto mi familia como yo, tengamos por ella un sincero cariño y respeto sumado a un especial sentimiento de orgullo de contar junto a nosotros a una persona de tales condiciones.
Respecto al Libro “Miguel Krassnoff. Prisionero por Servir a Chile” es importante que Uds. sepan que su autora no solo se basó en mis personales antecedentes que le proporcioné para la redacción de esta obra, sino que previamente ella, como afamada historiadora, se preocupó de investigar y confirmar en todas sus partes los informes y testimonios que yo le entregué sobre los diferentes sucesos y circunstancias que dieron origen a este Libro, confirmando la veracidad de la totalidad de los argumentos por mí proporcionados, razón por la cual ninguno de los datos que están consignados en el citado Libro, han sido desmentidos o criticados por persona alguna, ni menos por los responsables que en esta obra figuran como causantes directos de ejecutar el terror marxista y las anormalidades político-judiciales a las que ha sido sometido el personaje central que soy yo.
Efectivamente, la destacada y ágil pluma con la cual la Sra. Gisela Silva Encina escribió este Libro tuvo una especial resonancia en Chile, pero no porque se le haya dado alguna publicidad especial, sino porque una vez editado, se transformó de inmediato en un éxito de ventas, siendo el Libro más recomendado de leer y adquirir por parte de las más afamadas librerías de todo Chile. Como ejemplo de ello, esta obra figuró durante varios meses entre los 10 libros de no ficción más vendidos en el País, figuración que consta en el ranking literario que semanalmente publican los dos diarios más importantes de Chile. Actualmente todas las diversas ediciones que se han publicado están agotadas, continuando muchas personas consultando donde se puede adquirir y exigiendo que se coloquen en librerías más ediciones.
Importante de destacar es el hecho que, al conocerse la historia contenida en este Libro, he tenido la agradable sorpresa de contar con el aliento y amistad de cientos de personas que antes nunca había conocido y que han llegado hasta el lugar de mi prisión para manifestar personalmente su apoyo y predisposición de cooperar en la solución de esta escandalosa situación que hoy enfrento junto con mi Esposa y familia y que avergüenza a la sociedad chilena toda, en especial a los estamentos judiciales, institucionales y políticos.
Como verán, no tengo palabras para manifestar mi profundo sentimiento de gratitud a tan distinguida y valiente mujer chilena y cuya resuelta predisposición de denunciar las arbitrariedades que se comenten hoy en Chile en contra de los militares, contó con el apoyo y auspicio de otras destacadas personalidades del quehacer nacional, entre los que se cuenta la Editorial MAYE, encabezada por el Sr. Alfonso Márquez de la Plata, destacado empresario del área agrícola y ex Ministro del Gobierno Militar, persona que también me ha honrado con su amistad.

Pregunta 9:
En los territorios cosacos en Rusia, a la pregunta ¿de dónde viene su pueblo originario? tajantemente y siempre contestaban - “Los cosacos provienen de los cosacos”. Es cierto – la historia de muchas familias cosacas comienza en la antigüedad. Y esta historia y la de sus ancestros antes conocida perfectamente por todos, los llenaban de orgullo por ello lo transmitían de generación en generación. Los hijos de Ud. saben ¿quiénes fueron sus antepasados? ¿Se consideran ellos a sí mismo como los cosacos sanguíneos?
R:
En este tema quiero ser muy preciso: Los Cosacos fueron, son y serán por siempre la máxima expresión del carácter, del ser y de las condiciones más notables y destacadas que distinguen el alma rusa. Los Cosacos provenimos de los Cosacos: Es una realidad indiscutible, pero también amamos a nuestra patria Rusa con el máximo de nuestros sentimientos y somos muy orgullosos de ello, consientes que Rusia debe ser única, grande, indisoluble, respetada y nunca más sometida ni humillada por fuerzas extrañas y ajenas a su idiosincrasia, a su profunda Fe ortodoxa y a su libertad.
Mi Esposa, mis hijos, mis nietos y mi familia toda están muy consientes del legado que nos dejaron mis antepasados, adquiriendo espontáneamente un profundo sentido de pertenencia y severa responsabilidad hacia todo lo relacionado con sus vidas, actos y consecuencias. De esto se desprende que cada uno de los integrantes de mi familia luce con indisimulado orgullo el apellido Krassnoff que tienen el honor de poseer y, por supuesto, el trascendental especial honor de sentir que por sus venas también corre sangre Cosaca. La actitud de cada componente de mi amada familia frente a la vida siempre ha estado marcada por el significado que todo esto implica y la consecuencia valórica que ello obliga.
Para vuestro conocimiento, en esta consulta quiero dejar expresa constancia de la actitud de mi querida Esposa, María de los Angeles, la que sin ser rusa ni Cosaca de nacimiento, ha asumido su rol como mujer y madre de Cosacos con ejemplar convicción y notable devoción siendo ella la que más se ha preocupado de inculcar en cada uno de mis hijos la tradición y el respeto de lo que significa tener la descendencia que todos poseemos y la delicada responsabilidad de ser Cosacos. Me siento particularmente orgulloso de mi Esposa que en su forma de ser, en sus convicciones valóricas, en su lealtad, en su valor y en su dignidad se ha transformado en una verdadera y real Cosaca.

Pregunta 10:
Sr. General: ¿Cómo se llaman sus hijos y - si es posible, nietos? ¿A que se dedican ellos? ¿Hablan ellos en ruso?
R:
Tengo la bendición de Dios de ser padre de tres hijos: María Andrea; Miguel Alejandro y María Lorena, en ese orden de precedencia.
María Andrea es de profesión Educadora de Párvulos y madre de dos hijos: Matías Nicolás y Laura. Actualmente trabaja.
Miguel Alejandro es Oficial del Ejército de Chile del Arma de Caballería Blindada; Oficial de Estado Mayor y actualmente posee el grado jerárquico de Mayor. Casado y padre de dos hijos: Alexandra Catalina y Nicolás. Matrimonio trabajando.
María Lorena es de profesión Administradora de Empresas. Casada y madre de tres hijos: Pía Alejandra; Simón y Constanza. Matrimonio trabajando.
Por ahora, ninguno de ellos hablan el idioma ruso, pero todos ellos son profundos conocedores de la historia de sus ancestros rusos, de sus tradiciones Cosacas y tienen una espontánea identificación con mi religión ortodoxa.
Esta es la composición de mi distinguida familia la cual, junto a mi amada Esposa María de los Angeles, hemos creado y formado con el máximo de amor y dedicación, transformándose cada uno en los tesoros más preciados con los que Dios nos bendijo, integrando a este sentimiento a la respectiva Esposa, Esposo y familias de cada uno de ellos.

Pregunta 11:
Nos gustaría conocer la opinión del general Krassnoff a cerca de los acontecimientos revolucionarios en los países del Norte de África y del Oriente Medio. En su opinión ¿es posible solucionar los problemas presentes allí por el medio de las armas y los bombardeos? ¿Qué solución se puede encontrar para los hermanos-musulmanes, considerando la amenaza del extremismo islámico?
R:
Uds. comprenderán que esta pregunta exige un profundo análisis y una respuesta mucho más amplia de la que daré a continuación. Pretendo resumir al máximo mi opinión sobre este tema:
La aparición de una continua serie de levantamientos revolucionarios en los diferentes países del Norte de África y del Medio Oriente han sido producto fundamentalmente de las inconsecuencias e irresponsabilidades de sus respectivos gobernantes, los que en su oportunidad haciendo uso de propias revoluciones se comprometieron antes sus pueblos de proporcionarles reivindicaciones, libertades y promesas de un futuro más promisorio y digno. Nada de ello ocurrió y solo existieron cambios de personajes y dirigentes, continuando sus habitantes viviendo las mismas situaciones de antes con la diferencia que entre un régimen y otro, hubo-como siempre-miles de víctimas. A ello es indispensable sumar otras variables que han influido poderosamente en esta situación, variables tales como los intereses de las potencias mundiales en esa región, generalmente de orden económico y hegemónico-político-estratégico; la globalización y los radicalismos étnicos y religiosos.
Quiero precisar que frente a la motivación que impulsa el radicalismo étnico y religioso, transformado en extremismo violento, es simplemente terrorismo y terrorismo sin ningún tipo de apellidos. Ninguna causa, por aparentemente justificada que parezca, en cualquier parte del mundo se puede permitir emplear el terror para la conquista de sus objetivos, pues en esos actos fallecen inocentes que solo ansiaban vivir decentemente y desarrollar sus vidas en paz. Eso es criminal e inhumano. Hay cientos de miles de maneras de protestar legítimamente por causas muy justas, menos mediante la violencia que engendra el terrorismo, que en la práctica es anarquía pura y que no solucionará jamás problema alguno. Por el contrario, incrementará más violencia, más muertes, más odios y las consiguientes venganzas posteriores.
Irak se presentó como un ejemplo de esto, con el agravante que el imperialismo yanqui cometió en grave error de invadir físicamente a ese país, bajo el pretexto de la venganza que significó el atentado terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York y pretender imponer por la fuerza un sistema de vida en un pueblo de tradiciones milenarias ajenas a los conceptos occidentales. ¿Habrá sido ese el motivo real de la actitud de EE.UU. o solo fue la causa aparente para la obtención de otros objetivos muy ajenos a su legítimo dolor por el desastre que le produjo Osama Bin-Laden?
Después de años de ocupación estadounidense, Irak al día de hoy sigue envuelto en la incertidumbre, en la anarquía y en la desazón. Bombas, invasiones, ataques y otras medidas por el estilo, no funcionaron ni solucionaron los problemas ni las ansiadas aspiraciones del pueblo iraquí. Ni hablar de Afganistán o la convulsionada Pakistán.
Estimo oportuno citar la postura de Rusia frente a la situación de Libia por ser, a mi juicio, el mejor ejemplo que permite hacer meditar sobre la forma con la que se deberán enfrentar situaciones atingentes a la Alta Política Internacional:
De buenas a primeras resulta difícil entender el voto que Rusia aportó en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde en vez de acompañar a los líderes de la iniciativa de atacar a Gaddafi –EEUU, Francia e Inglaterra–, decidió abstenerse junto a países tan significativos como China, Alemania, India y Brasil.
¿Se debía atacar o se debía rechazar el ataque? Ambas posiciones son comprensibles, pero la abstención parece ser una sutileza que escapa a los que no están en los secretos de la alta política internacional.
Habría que señalar que antes de la votación Rusia había advertido a los entusiastas del ataque que el asunto no era tan simple y que debía ponderarse cuidadosamente el curso de acción. El transcurso de los sucesos al día de hoy parece haberle dado la razón porque misteriosamente después de los primeros bombardeos y de toda la parafernalia publicitaria, el asunto perdió fuerza y las negociaciones en curso son poco claras. Gaddafi aún se mantiene, aunque muy precariamente y si bien es cierto que los rebeldes han conseguido objetivos importantes, aún no han consolidado totalmente sus posiciones.
Hay un velo de misterio sobre el futuro inmediato de Libia, pero comienzan a aflorar las causas reales por las cuales tan “voluntariosamente” aparecieron los “defensores del pueblo libio”. Entiendo que los rebeldes ya firmaron un compromiso con Francia e Inglaterra, para el suministro de petróleo desde Libia en condiciones escandalosamente favorables para esos países.
Una explicación para la abstención rusa, mirando las cosas en retrospectiva, es la duda razonable sobre la capacidad de los líderes –Francia e Inglaterra– de manejar este problema y sus consecuencias. De hecho, entiendo –y comparto- que la política internacional rusa se funda, entre otras consideraciones, en una apreciación muy negativa sobre el real poder de los países de Europa Occidental.
Pero fuera de esta razón, para Rusia si un problema no la afecta directamente se abstiene de participar en la solución y no se deja arrastrar por ninguno de los actores en la contienda. Seguir esta fórmula es un cambio radical respecto a su política tradicional, cuando se sentía en la obligación de expresar sus simpatías y actuar en consecuencia, cualquiera que fuese la región del mundo. La nueva política es una fórmula que se aviene con un rol de potencia regional. De acuerdo a esta línea, si bien hay intereses rusos afectados en Libia, ella no está en una zona geográfica de interés inmediato, pues dichos intereses hoy se circunscriben inteligentemente a su entorno cercano. Por lo demás el ataque occidental le ha traído sus beneficios a Rusia: el aumento de las ventas de gas y de petróleo y las mejoras de precio. Cuando se habla del mayor productor del mundo en ambos productos, se entiende que los beneficios no son despreciables.
La decisión en Rusia descolocó a los analistas internacionales. Rusia consideró que la decisión del Consejo de Seguridad era apresurada, defectuosa e imperfecta. En medio de la bullanga publicitaria y del despliegue de relaciones públicas de los países atacantes, la voz de Rusia hizo presente que se recurre a la fuerza militar con demasiada liviandad y recordó los casos de Serbia (bombardeo de Belgrado), Afganistán e Irak, y que Rusia se opone a la intervención internacional en los asuntos internos de otros países.
Concuerdo con esta postura, pues Occidente-una vez más- ha demostrado que sus intenciones hegemónicas y sus intereses económicos en todo este tipo de situaciones, son los reales motivos que han impulsado históricamente su intervención en otros países, intenciones muy alejadas de las verdaderas y legítimas aspiraciones libertarias y democráticas de los respectivos pueblos.
Felizmente Rusia ya aprendió la lección y no se dejará arrastrar fácilmente para acompañar a pseudos aliados a los cuales no les interesa en absoluto que la nación rusa se fortalezca como una potencia mundial que amenace sus propias ambiciones e intereses, tal como ocurrió en épocas pasadas. Con ello se confirma –y lo reitero- que Rusia está gobernada por verdaderos estadistas y no por meros administradores y/o continuadores de procesos anacrónicos y comprobadamente fracasados y ausentes de verdaderos liderazgos, como ha sucedido en muchos países del orbe, en particular en Latinoamérica.
En resumen, bombas y otros de procedencia extrajera y, especialmente el terrorismo, no resuelven problema alguno, salvo la obtención de transitorios beneficios de orden económico para los ocasionales “aliados”, los que a su vez serán en el corto plazo repudiados por los mismos que optaron por su ayuda y comenzará nuevamente este círculo vicioso de guerras y más guerras.
En cuanto a los hermanos musulmanes, considero que tienen todo el derecho de profesar su religión y mantener sus tradiciones, pero de ahí a que las quieran imponer por la fuerza y la violencia en otras creencias y costumbres, es inaceptable y se hace necesario combatirlos con el máximo de decisión, fuerza y tenaz convicción. ¿Solución? Que ellos respeten lo que quieren que se les respete para ellos. En el caso específico de Rusia, me permito recordarles a estos hermanos que desde hace mucho tiempo nuestra Cruz Cristiana luce orgullosa en las cúpulas más altas del Kremlin, sobre la Media Luna. Gran ejemplo de consideración cristiana y clara demostración de hermandad, tolerancia, integración y respeto por otras expresiones de Fe en Dios.


Pregunta 12:
¿Es posible tener las esperanzas que prontamente le conceden a Ud. la libertad? ¿Cuáles son sus planes para el futuro?
R.
Mi libertad depende exclusivamente de una resolución política, traducida en que se exija y disponga el cumplimiento de las leyes que en la actualidad están plenamente vigentes en Chile y se respete el Estado de Derecho, figuras legales que sistemáticamente son premeditadamente omitidas. De acuerdo al ordenamiento jurídico nacional, yo -junto a muchos de mis camaradas y subalternos- jamás debíamos haber sido procesados ni mucho menos privados de libertad. Toda mi situación actual es una burda y grosera ficción, con consecuencias lamentables, trágicas y vergonzosas. El actual irrespeto al Estado de Derecho y la transgresión de las leyes de la República, junto con la ambigüedad y falta de autoridad demostrada por el actual Gobierno, ha sido el detonante de los últimos acontecimientos de extrema violencia que han ocurrido en Chile, cuadro patético muy bien aprovechado por los marxistas que nunca han abandonado sus siniestros y obscuros objetivos, avalados por la notoria debilidad del Presidente y la mayoría de su Gabinete de Ministros para detener la espiral de hechos que han colocado al País al borde de la ingobernabilidad. Finalizo reiterándoles que no necesito perdones, indultos, clemencias, favores o leyes especiales para mi legítima libertad. Solo necesito que se cumpla con la Ley.
Ante esta más que evidente injusticia, mis convicciones como Soldado, como ciudadano, como persona y como Cosaco están más solidas que nunca y mi Fe en Dios, irrenunciable, pues soy inocente de los ridículos cargos de supuestos ilícitos que me han formulado y la ley me ampara incluso en el hipotético evento que yo hubiese efectivamente cometido algún delito.
El tema de los “derechos humanos” en Chile, es una hipocresía y un argumento exclusivamente -en mi caso personal y particular, junto a la situación de mis leales subalternos de la época (Cabos y un Sargento) – motivado por una vulgar venganza por parte de los terrorista marxistas que convencidamente combatí hace casi 40 años atrás, en cumplimiento de mis deberes y misiones militares. Los antecedentes de detalle de mis actos, están claramente expuestos en el Libro que en Rusia se ha titulado “Cosaco Miguel Krassnoff. Prisionero por Servir a Chile”, editado y publicado en la Patria de mis antepasados, gracias a la notable y distinguida actitud de lealtad y severa preocupación de personas tales como el Sr. Wladimir Petrovich Melikhov y el Sr. George Kokunko, los que junto a hermanos Cosacos y otras distinguidas personalidades rusas, se han escandalizado ante este atropello a la justicia y a la verdad.
Con lo anterior, por supuesto que mantengo totalmente vigentes mis esperanzas en mi pronta libertad y dispuesto a luchar por la justicia y la verdad hasta las últimas consecuencias -aún a costa de los mayores sacrificios y severas decisiones que ello me imponga- proyectando en mi futuro inmediato vivir en paz, sin odios; trabajar y proporcionar a mi familia la tranquilidad que cada uno de ellos se merece, recordándoles a cada uno de Uds. que un Cosaco muere, pero no se rinde, al igual como lo exige el honor y la tradición de un Soldado del Ejército de Chile.

Les saluda atentamente,

MIGUEL KRASSNOFF MARTCHENKO
Brigadier del Ejército de Chile


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