domingo, 14 de septiembre de 2008

DISCURSO HOMENAJE ALMTE. MERINO Y PERSONAL ARMADA CAIDO EL 73





Señora Margarita y familiares del Almirante Merino
Señores Almirantes y distinguidas señoras
Señores miembros de la Asociación de Oficiales en Retiro de la Armada
Señores representantes de los Círculos y Organismos de Gente de Mar en Retiro que nos acompañan
Connavegantes del Caleuche
Señoras y señores:

Han pasado ya once años desde que el Almirante Merino reposa en esta tumba, pero su espíritu dista mucho de encontrarse oculto dentro de ella.
El recuerdo de nuestro ex - Comandante en Jefe y Miembro de la Honorable Junta de Gobierno se mantiene invariable entre nosotros que tuvimos el privilegio de conocerle y servir bajo sus órdenes.
Su legado orienta nuestro pensamiento y permanentemente da fundamento a nuestra conducta de Marinos y de Chilenos.
Nuestra lealtad hacia su persona, la admiración por su liderazgo y el agradecimiento por su obra, nos reune, una vez mas, para rendirle un muy merecido homenaje.
Cuanto lo echamos de menos y añoramos su presencia, para afrontar los difíciles momentos por los que pasa nuestra Patria y para superar los arteros e injustificados ataques que debe soportar la Armada y muchos de sus ex – servidores, acusados de infundios y delitos que nunca cometieron, imaginados por mentes febriles, movidas por el rencor y el afán de venganza, apelando a una torcida interpretación de las leyes y a una sesgada aplicación de las normas del derecho.
Mas aun, de resentidos sectores, han surgido voces denostando al Alto Mando de la Armada, han circulado comentarios que difaman a su Comandante en Jefe y han llamado a la Familia Naval, a la crítica y a la desunión, buscando minar la fortaleza que ella representa.
Saben , quienes nos atacan, que la unidad de sus integrantes, los marinos y sus familiares, en torno a los principios y valores que dan orientación a sus vidas constituye un muy poderoso disuasivo.
La Familia Naval no vacila ni claudica en apoyar a sus padres, esposos e hijos, cuando la situación les llama a cumplir su juramento de servir a la Patria, en todo lugar y ante cualquier amenaza, ya sea externa o interna, hasta rendir la vida si fuera necesario.
Las tristes situaciones que han ocurrido durante este año, sirvieron para probar esa unidad, la que ha resultado fortalecida. Las manifestaciones de repudio hacia tales ataques y el apoyo hacia los afectados, lo han mostrado sin lugar a dudas y han servido para cimentar nuestra principal fortaleza, la fuerza de la unidad.
En busca de esa unidad, es que este año hemos invitado a acompañarnos en esta manifestación de nuestro homenaje al Almirante Merino, a todos los Círculos y Organismos que reunen a los marinos en retiro, y hemos organizado el programa y la convocatoria, en conjunto con ASOFAR, la Asociación de Oficiales de la Armada en Retiro, que los coordina y preside sus reuniones, buscando a través de ellas, el peso y la fuerza necesarios para luchar por el logro de los objetivos que nos son comunes: el respeto, el bienestar y la justicia.
Nos acompañan también en esta ocasión, connavegantes del CALEUCHE, el Centro de ex – Cadetes y Oficiales de la Armada, los que embarcados en el mítico barco del recuerdo y las tradiciones marineras, se unen en la manifestación del afecto y homenaje al Almirante Merino, quien en vida fuera su Presidente Honorario.
Gracias por su presencia y participación.
Al rendir nuestro homenaje al Almirante Merino, venimos también a recordar y honrar a todos aquellos que cayeron en cumplimiento de su deber , durante el Pronunciamiento Militar y a consecuencias de los enfrentamientos ocurridos con posterioridad, provocados por quienes trataban de oponerse al éxito logrado.
Al hacerlo, revivamos íntimamente, los aciagos días del gobierno de la Unidad Popular, de las amenazas contra nuestra chilenidad, que llevaron a los enfrentamientos sociales y políticos que a muchos de los presentes nos tocó sufrir y que debimos sobrellevar la lucha de clases, el desabastecimiento, la inflación, la ilegalidad y los abusos de poder.
Revivamos también, que ante esos desafíos, el destino nos brindó, en su oportunidad, al Almirante Merino, como líder inolvidable, al que todos seguimos, sin vacilación, en la Gesta del 11 de Septiembre y luego en el cumplimiento de las tareas y obligaciones a que dio lugar el ejercicio del Gobierno Militar.
Es de toda justicia que vengamos a presentarle nuestro agradecimiento, como Marinos y como Chilenos, por los largos años que debió dedicar a tan pesada labor.
Lo hacemos como Marinos, porque como Comandante en Jefe, llevó a la Armada a un envidiable lugar entre las marinas del mundo, con unidades, infraestructura y armamento, del que sus Oficiales y Personal se sintieron orgullosos de tripular y de operar.
Como olvidar su liderazgo, cuando enfrentados a la Crisis del Canal Beagle, encabezó a las Fuerzas Navales de Chile, en la firme y decidida actitud estratégica que disuadió al eventual adversario, de la aventura que había iniciado en el Teatro de Operaciones Austral.
Su inolvidable mensaje cuyo texto dice : “Atacar y destruir cualquier unidad enemiga en aguas territoriales chilenas” , del que me honro en guardar una copia, fue factor determinante en el resultado del diferendo.
Pero no sólo eso, sino porque la Armada, ante el país, se planteó como una institución sólida y eficiente, que no se desgastó, a pesar de todas las vicisitudes que debió afrontar.
Lo hacemos como Chilenos, por la fructífera labor que le cupo desempeñar en el Poder Legislativo, que originó todo un orden constitucional que hasta hoy nos permite mirar con tranquilidad la institucionalidad del país y dio origen a la estabilidad económica que levantó a Chile del caos en que lo había dejado el fenecido gobierno.
Es como homenaje a su memoria, recordado señor Almirante, que debemos comprometer todo nuestro patriotismo y capacidad, para impedir que ello sea destruido por errores de la política contingente y por nuestra pasividad ante las amenazas que afectan la patria convivencia.
Que “Gran Chileno” fue nuestro Almirante .
Con cuanta razón su nombre debiera ocupar un lugar de privilegio entre los chilenos dignos de ser honrados , a diferencia de lo que hace cierto medio de comunicación , manipulando la opinión de la comunidad nacional, al postular una irreverente galería de lo que consideran como grandes nombres, algunos de los cuales no merecen siquiera nuestro recuerdo, con el evidente propósito de destacar la imagen del verdadero causante de la tragedia que nos vimos obligados a vivir.
Se ha llegado incluso a compararlo y llevarlo a competir con la figura del héroe máximo de nuestra Armada y símbolo de todos los chilenos, en un despreciable afán por distorsionar y cambiar la historia de nuestra Patria.
Que habría dicho nuestro Almirante.
Que les habría dicho a quienes hablan de perdón y olvido.
Si hay que pedir perdón por algo, le pido perdón al Almirante Merino por no haber sido capaz de honrar su memoria, evitando que se nos imponga el decálogo de Lenin y las orientaciones de Gramsci, que nos están llevando nuevamente al estado de cosas que el Almirante se sacrificó por impedir.
Si hay que olvidar algo, olvidemos las diferencias que en 1973 nos llevaron al enfrentamiento; olvidemos los rencores que deterioran la esencia de nuestra fortaleza, busquemos la reconciliación y el respeto mutuo y apelando a todo nuestro patriotismo y unidad, tratemos de hacernos dignos del compromiso que hemos heredado.
Señora Margarita, séame permitido hacerla depositaria de nuestra admiración y afecto, por la dignísima forma en que supo llevar la pesada carga que le correspondió afrontar y expresarle nuestro agradecimiento por haber acompañado a nuestro Comandante en Jefe, dándole su apoyo y comprensión en los difíciles momentos que juntos debieron vivir.
Cuente siempre, con nuestro cariño y compañía.
Señor Almirante Merino, una vez más y con la emoción que me embarga cuando lo hago, vengo en reiterar el compromiso que suscribí en el Libro de Condolencias, el triste día de sus funerales:


“Mi Almirante, a sus órdenes, como siempre y para siempre.”


He dicho.

No hay comentarios: