jueves, 23 de octubre de 2008

LA COMEDIA DE LOS DERECHOS HUMANOS

El tema de los Derechos Humanos en Chile cada día se desperfila más de su esencia real. La población chilena lo advierte con una percepción absolutamente errónea, equivocada, con conceptos ajenos a su oriunda particularidad.
La forma original fue sepultada en una degradación que se confinó absolutamente en lo político excluyente, con una fuerte coraza que descarta a la inmensa mayoría de la población. El tema en Chile es tratado sesgadamente en lo partidista y otorga “beneficios”, lo que dista mucho de los “derechos”, estipulados en su Declaración. Lo anterior con el agravante de que los indebidos “beneficios” solo llegan a un reducido sector de la sociedad, el que luego de torcer conceptos y verdades obtiene convenientes mercedes corrupto electorales por una parte, y millonarias indemnizaciones económicas por otra. Lo más peculiar es que el léxico “Derechos Humanos”, que se supone de una “amplitud universal”, en nuestro país se circunscribe elitístamente a los círculos de poder, excluyendo en forma cegada a la inmensa mayoría de la población, para quienes su condición humana es ultrajada a diario por la ineficiencia, desidia y vergonzosa ineptitud de la autoridad, solo basta mirar la calidad de las viviendas y del transporte, la cesantía y el indigno manejo económico.
Pero lo más curioso...

la Democracia en Chile persigue y lapida insaciablemente a Seres Humanos por haber tenido una determinada participación en la historia reciente, por pertenecer o haber pertenecido a las Instituciones Armadas y de Orden, o simplemente, por situarse en un sector político distinto al que ostenta el poder.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948, está provista de un contenido que dignifica al Ser Humano sin exclusión alguna, sin distinción de ideas, culturas, etnias o creencias. Está provista de un argumento que ennoblece la libertad, la justicia y la paz, asignando a estos dones una base de dignidad intrínseca, y otorgando derechos iguales e inalienables a todos los miembros de la familia humana. Además proclama como la aspiración más elevada, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos vivan dignos, protegidos de la miseria, que disfruten de libertad de palabra, creencia e ideas. Establece que los Derechos Humanos deben ser protegidos por un régimen de Derecho. Considera esencial promover las relaciones amistosas entre naciones, y enfatiza que los pueblos de las Naciones Unidas reafirman en su Carta la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y en promover el progreso social elevando el nivel de vida.

¿Algún chileno de clase media o pobre siente que se respetan sus derechos humanos?, ¿Algún opositor al actual gobierno de Chile se siente protegido por ellos?, ¿Algún Militar chileno activo o en condición de retiro se siente respetado?...

Lamentablemente ¡NO!. En nuestro país la temática de los Derechos Humanos es excluyente, manejada y manipulada suciamente desde las esferas del poder ejecutivo. No observa ni respeta la condición humana de los más necesitados y persigue insaciablemente a los que considera enemigos. Presiona abusivamente a los otros poderes del Estado, especialmente al Judicial, obligándolo a fallar permanentemente a favor de muchos vinculados al crimen y al terrorismo político por una parte, y en la contraparte a condenar a otros que un día actuaron en cumplimiento de su deber. Mantiene Campos de Concentración disfrazados de centros penales para confinar Presos Políticos, los que luego de ser lapidados públicamente, son sometidos a torcidos procesos seudo judiciales para ser condenados “sí o sí”, y luego encarcelarlos en su vejez, sin concedérseles derecho alguno de los contemplados en la reglamentación penal.

Pero sin embargo los que en el pasado destruyeron económica, social y políticamente al país, son hipócritamente martirizados por esta desviada forma de aplicar la temática de los Derechos Humanos, y junto a otros que habiendo sido miembros de movimientos terroristas que sembraron de sangre el suelo chileno, hoy reciben los mas onerosos beneficios económicos. Para muestra solo un resumen... La Ley 19.123 originada del Informe Rettig, ha pagado (entre 1994 y 2008) indemnizaciones por un monto de $ 115.152.770.000. La Ley la 19.234 para Exonerados (entre 1995 y 2008) ha pagado un monto de $ 669.419.842.000. La Ley 19.992 nacida del Informe Valech, ha pagado (entre 2005 y 2008) la suma de $ 89.469.968.000.

Hay más, pero solo estos tres instrumentos han costado al erario nacional la cantidad de US$ 1.600.000.000, monto más tarde aumentado por los “reestudios” efectuados a los informes Rettig y Valech, y por otros desfachados argumentos.

Esta estratosférica suma llega a los bolsillos de aproximadamente 37.000 chilenos, vale decir el 0,2 % políticamente privilegiado de la población. Los que además cuentan con una red de apoyo asistencial y de salud que incluye atención gratuita para beneficiarios, cónyuges e hijos en todos los hospitales públicos del país. Un sistema de apoyo educacional en la enseñanza básica, media y universitaria a través de becas estudiantiles “especiales” que ya alcanza a la cuarta generación. Muchos de los beneficiados reciben también pensiones de países europeos como 'Perseguidos Políticos', además de las nacionales. A lo expuesto hay que agregar que muchos ocupan hoy cargos parlamentarios o de gobierno, sumándose entonces a lo anterior lo que reciben como dietas, sueldos, viáticos y vehículos fiscales. Agreguemos que muchas de estas personas no trabajan, ni han trabajado nunca en Chile, ni menos tributan como el resto de los chilenos.

No contento con esto el gobierno no trepida en sembrar de odio y resentimiento al Alma Nacional. No existe discurso, foro o debate en el que se deje de atacar a las Fuerzas Armadas y de Orden chilenas por la participación que estas tuvieron en la historia contemporánea. Nunca han reconocido que la destrucción del país provino de ellos mismos, con sus políticas ruines y totalitarias, y tampoco han reconocido que las bondades del nuevo Chile fueron obra del profesionalismo que los uniformados aplicaron en la administración del Estado, al contrario, actúan con tal grado de cinismo que exportan permanentemente esa obra, atribuyéndose suciamente su autoría.

Es tan alevoso el odio y animadversión de la autoridad hacia los uniformados chilenos que no trepida en desarrollar las mas escabrosas argucias para denostarlos, humillarlos y sojuzgarlos. No hace mucho el gobierno esgrimiendo “el respeto a los derechos humanos” dispuso a través del Ministerio de Bienes Nacionales destacar los llamados “emplazamientos de la memoria”, nombrando e identificando públicamente las Unidades Militares y Policiales del país vinculados según ellos, con violaciones a los derechos humanos, y es así como la Escuela Militar, La Esmeralda y un sinnúmero de históricos cuarteles, buques e instalaciones militares y policiales son literalmente “condenados” ante el pueblo chileno, y mediante el Google Earth, ante la comunidad internacional.

¿Tanto le dolió a la izquierda chilena ver sepultados sus escabrosos planes totalitarios el año 1973?...

Parece que sí... es tanto el odio, la inquina y el resentimiento que usando y abusando de las bondades del poder, no escatiman en gastos ni ridículas argucias para mantener al pueblo chileno dividido y con heridas, no precisamente provenientes de la Gesta del 11 de Septiembre de 1973, sino de las falacias y patrañas difundidas a través de todos los medios de comunicación posibles. Es así como la actual Presidente tuvo una nueva y original astucia, al resolver crear un “City Tour Histórico” con la “Ruta que recordará los crímenes de Pinochet”, marrullería que será puesta en marcha el 10 de Diciembre. Según la mandataria la fecha se debe a la celebración de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos... (Que coincidencia... justo cuando se cumplen dos años del fallecimiento del Presidente Pinochet). En el anuncio, dijo desvergonzadamente la Presidente, que la idea 'no es abrir heridas, sino conocer fehacientemente los hechos vinculados a la violación de los derechos humanos para no volver a repetirlos' y además dijo con inaudito descaro que 'La Ruta de la Memoria no conlleva un contenido ideológico'.

Tema de sobra hay para escribir diez páginas más... pero Chile ya lo conoce todo, tanto así que no le da mayor importancia, es como si no lo escuchara, lo ve como a una simple comedia... “LA COMEDIA DE LOS DERECHOS HUMANOS”. Lo triste es que tras la comedia hay un pueblo empobrecido que no se da cuenta de que sus propios derechos se quebrantan cada día; que se despilfarran millones de dólares en los bolsillos de sinvergüenzas dueños de toda la responsabilidad histórica de los hechos; que peligrosos criminales se pasean por las calles, dan conferencias de prensa y hasta se presentan de candidatos; y lo más doloroso... que muchas personas limpias y honestas, que cumpliendo con sus obligaciones militares y policiales lucharon por Chile, que lo libraron de un yugo totalitario, que lo reconstruyeron sobre las cenizas en que quedó, hoy ven lentamente pasar las horas tras las rejas, alevosamente alejados de sus familias y amigos.

Alejandro Russell O’Kuinghttonss
alejandrorussell@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tiene razón el articulista. En Chile, los llamados "DD.HH." son válidos solamente para la gente de izquierda.
Tan absurdamente injusta es la situación, que un General de la República, de 88 años de edad y enfermo de Alzeimer, deberá cumplir prisión "efectiva" por presuntos crímenes no probados, que se encuentran prescritos y amnistiados, y que Arellano Stark no cometió.
¿Cuál es el concepto de clemencia y reconciliación que informa a los jueces y autoridades?
Vergüenza nacional...