viernes, 5 de diciembre de 2008

PALABRAS DIPUTADO GARCIA PINTOS: URUGUAY


SEÑOR PRESIDENTE (Hernández).- Tiene la palabra el señor Diputado García Pintos.
SEÑOR GARCÍA PINTOS.- Señor Presidente: al final vamos a terminar hablando de cosas de las que uno no quiere seguir hablando, pero es la realidad que se impone.
Hace unos momentos, el señor Diputado Rosadilla hablaba con sentimiento de viejas mujeres que mucho sufrieron. Yo digo, señor Presidente, que en aquellos años, no solo de 1973 en adelante, sufrió mucha gente en este pueblo. Yo diría que una minoría sufrió por el ojo de la tormenta y una inmensa mayoría del pueblo sufrió por las consecuencias de aquella tormenta, de aquellos enfrentamientos.


Lo que me preocupa, señor Presidente ﷓lo digo con total respeto﷓ es que siempre seguimos con la avenida flechada: solamente los derechos humanos de uno de los lados. Debo manifestar, respecto a lo que decía el señor Diputado Rosadilla, que también del otro lado ﷓llamémosle así﷓ hay al día de hoy viejas mujeres que siguen sufriendo la pérdida de sus hijos asesinados por la guerrilla, por ejemplo, los cuatro soldaditos, aquel 18 de mayo de 1972. La familia del peón de campo Pascasio Báez, los familiares que quedan de ese núcleo, siguen sufriendo al día de hoy. Y hay gente vieja, familias trabajadoras, como la de aquella empleada que hacía trabajos de limpieza en una institución deportiva ﷓creo que se la podría llamar así, o social﷓, si no me equivoco, en el Bowling de Carrasco, a la que una bomba de la guerrilla le tiró el techo en la cabeza y la mató.
No solo hay viejas mujeres, sino también viejos hombres que siguen sufriendo la pérdida de sus hijos u hombres maduros que siguen sufriendo la pérdida de sus padres o de sus hermanos, como aquel policía que un día venía en el ómnibus 5 de AMDET, desde la zona de Manga en dirección hacia la Guardia Metropolitana, y lo asesinaron para robarle la metralleta Thompson, la gorra, la chapa y el revólver. Resulta que una de las hijas de ese hombre era compañera mía de estudios y yo sé lo que sufrió esa guacha y lo que sufrió la madre. Entonces, que hay mujeres viejas sufriendo, sí, tiene razón el señor Diputado Rosadilla, pero hay mujeres viejas sufriendo de los dos lados y no solamente de uno.
Esa es la realidad, porque mire qué cuestión. Resulta que de ese enfrentamiento puntual que tenemos en la historia reciente del país hubo setenta y pico de muertos de un lado y setenta y pico de muertos del otro, y sin embargo hay toda una escalada propagandística instalada desde hace más de veinte años en el país por la que los derechos humanos solo son rescatables si son los vinculados a la guerrilla. Los muertos de ellos son de primera y los muertos militares, policiales y civiles, que los hubo y en buena cantidad, son de segunda. Y eso quedó patente en el Parlamento cuando el año pasado presentamos un proyecto de ley para reconciliar, dando una reparación económica a los familiares de todas las víctimas, de los dos lados. El señor Presidente de la República tuvo el gesto conciliador de recogerlo, de ponerle su firma, porque nosotros necesitábamos el compromiso y la responsabilidad del Poder Ejecutivo por la razón constitucional de que el gasto debe tener iniciativa privativa del Gobierno. Lo mandó a esta Casa y hoy sigue con la barra de hielo arriba, porque las organizaciones radicales, autodenominadas de derechos humanos, solo consideran que en este país se violaron los derechos humanos de ellos y de la guerrilla y que los otros no tenían derechos humanos, como que no hubieran sido seres humanos las personas, los compatriotas que fueron asesinados por la guerrilla. Nada de eso pudo ser de otra manera, porque ni el señor Presidente de la República pudo. Si hay dos debe en la bancada de Gobierno que le obligan a llevarse para el galpón al doctor Vázquez cuando deje la Presidencia, uno es el TLC, por el cual nos perdimos el tren, y el otro es el de los derechos humanos, que va de la mano del Día del Nunca Más del 19 de junio.
Entonces, señor Presidente, yo no voy a votar este proyecto de ley y voy a decir por qué. Este proyecto habla de la creación de un archivo especial, el Archivo Nacional de la Memoria, y establece en su artículo 2° los objetivos. Dice: "El Archivo Nacional de la Memoria tendrá como objetivo promover la importancia de la vigencia de los derechos humanos y de la democracia mediante el pleno ejercicio del derecho individual y colectivo a la verdad," ﷓no tiene nada extraño eso; también tenemos el Archivo General de la Nación﷓ "a la memoria y al acceso a la información pública sobre las violaciones a los derechos humanos por parte del Estado," ﷓veo que se ha dejado de utilizar la expresión "el terrorismo de Estado", ese "porteñazgo" que copiamos acá en el Uruguay, porque eso fue un invento del otro lado del Río de la Plata﷓ "ocurridas en el período comprendido entre el 9 de febrero de 1973 y el 1º de marzo de 1985".
Yo me pregunto, señor Presidente, ¿la dictadura, el proceso cívico militar, el quiebre institucional ﷓como se le quiera llamar﷓ bajó de la luna? ¿O fue la consecuencia de algunas cosas que pasaron en estas latitudes? ¿No será que esto arranca en 1962, cuando la incipiente guerrilla comienza sus operativos de propaganda, de captación de fondos, con el robo del armamento aquel en el Tiro Suizo, en Colonia, y después con todo lo que siguió? ¿No será que el 9 de febrero de 1973 es una consecuencia de lo que empezó en lo que era la Suiza de América? ¿O es que no hay responsabilidades de otros actores políticos en el país? ¡Claro! Lo que pasa, señor Presidente, es que al final, a la gente joven, con esto de la historia reciente, así como tratan de meterle en la cabeza que el Gobierno de Pacheco fue una dictadura ﷓lo cual es mentira porque fue un Gobierno democrático﷓, van a terminar metiéndole en la cabeza que los últimos Gobiernos colegiados, que fueron del Partido blanco, también fueron... Fueron gobiernos democráticos y la guerrilla comenzó a actuar en esos años, en 1962. ¡Pero claro, a los chiquilines se les dice cualquier cosa!
Comienzo de la parte: 014
Ahora, señor Presidente, en el artículo 4º, que refiere a la definición de documentos se establece: "A los efectos de la presente ley, se entenderá por documento toda expresión en lenguaje oral, escrito, en imágenes o en sonido natural o codificado [...]". Señor Presidente: yo me pregunto: ¿lo que la guerrilla le hizo a Pascasio Báez, a los cuatro soldados, a la trabajadora del Bowling de Carrasco y a tantas otras personas de aquellos setenta y pico que perdieron la vida y las fotos de la exhumación de Pascasio Báez allá en la estancia Espartaco en el departamento de Maldonado, van a estar en este Archivo de la Memoria? La foto de los cuatro soldados que yo tengo en mi despacho ﷓y la pongo a disposición de este Archivo cuando se cree﷓, ¿va a estar? ¿La van a poner? Que había una democracia en el Uruguay, ¿va a constar en el Archivo de la Memoria? Y que los que se la llevaron por delante no fueron los que estaban en el Gobierno, sino los que se adoctrinaron en Cuba, en Moscú y en Pekín, ¿eso va a constar? ¿Sabe una cosa, señor Presidente? Creo que no, porque está hecho con la pega, porque aquí se habla del 9 de febrero de 1973: el golpe técnico, que se dio cuando una buena parte de la izquierda fue allí a apoyar lo que creían que iba a ser un golpe militar adecuado a las circunstancias y a sus intereses. Y se equivocó la izquierda, ¡claro! ¡Pero fueron allí! ¡Fueron a la Curva de Maroñas a un acto político grandes representantes de la izquierda a dar el apoyo crítico a los Comunicados Nº 4 y Nº 7! ¿Eso va a constar en el Archivo de la Memoria? ¡Sabe una cosa: a los once años dejé de creer en los Reyes Magos! ¡A los once años! Hoy, los gurises a los siete años dejan de creer en los Reyes Magos. Pero cuando yo tenía once años, este era otro país y era otra sociedad. ¿Pero sabe una cosa, señor Presidente? Hoy, a los cincuenta y ocho años ya no creo en los Reyes Magos. Creo que esto no va a constar en el Archivo de la Memoria.
Además, el señor Diputado Casaretto que estaba ahí ﷓ahora no lo veo﷓ metió la mano en el ventilador cuando empezó a hablar de algunas cosas. Pero no metió la mano suya, sino la del Gobierno cuando empezó a hablar de los archivos y de las cosas que el Gobierno dijo que iba a hacer y ahora no está haciendo, porque le puso el candado. El Ministerio de Defensa Nacional puso el candado a esos archivos que están en la calle Dante esquina República, y la verdad es que nadie ha podido penetrar en eso. Y no se puede responsabilizar ahora a los Servicios de Inteligencia; es el Gobierno el que está en esta situación. ¡Claro!, porque allí puede haber... Y la izquierda le pide al Gobierno de Estados Unidos de América que exhume documentos de la época. Y, lógicamente, se lo pide a la CIA. Ahora, ¿para eso se le tiene confianza a los norteamericanos: los que tiran la piedra y esconden la mano en todo el planeta, que desarchivan cuando les conviene, por razones económicas o geopolíticas o por el nuevo orden internacional? Ahora resulta que el Gobierno progresista confía enormemente en los archivos estadounidenses. Sinceramente, señor Presidente, creo que esta es una situación de la que cada uno debe hacerse cargo desde el punto de vista político.
¿Será que el Gobierno no da los datos como pedía el señor Diputado Casaretto, porque allí hay cosas que no le conviene dar? Porque, de repente, resulta que a pesar de todo lo que se dijo en el Gobierno de facto y de todo lo que se dijo después, capaz que aparece algún documento que demuestra lo que todos sabemos: que el Partido Comunista tenía un aparato armado, ¿verdad? ¡Qué aparato armado! ¡Que el Partido Comunista recibía los fondos de Moscú para las campañas políticas y distribuía generosamente con otros Partidos!
Entonces, señor Presidente, este es un juego que ya deja de ser peligroso para pasar a ser muy peligroso. Yo creo que no está bien que a la sociedad no se le diga la verdad, porque si vamos a decir la verdad, digamos toda la verdad, porque después de todo esto ya forma parte de la historia, ya está en los libros, ya está en las ediciones de los diarios y de los canales de televisión. Y esa es una realidad. Con esta iniciativa, en definitiva, se trata, no por parte de todos los que la sacaron adelante, sino especialmente de algunos operadores políticos ﷓solamente de algunos﷓ de seguir con la voluntad enhiesta de la cancha flechada, que es una política del Gobierno, salvo del Presidente de la República, al que le doblaron el brazo con este asunto. Esta es la realidad.

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