miércoles, 3 de diciembre de 2008

PROYECTO LEY GENERAL DE EDUCACION


Alianza y Concertación aseguran que proyecto es un avance para mejorar la calidad del sistema educativo:
Senadores adelantan que la Ley General de Educación tendrá apoyo mayoritario en la sala

Hoy continuará la discusión en la Cámara Alta con la intervención de 17 parlamentarios.

B. MARINO Y N. HERNÁNDEZ
El Mercurio

A un año de la histórica firma del acuerdo de Educación entre el Gobierno, la Concertación y la Alianza, el proyecto de Ley General de Educación será votado hoy en general en el Senado, donde podría ser aprobado por una amplia mayoría, según adelantan los propios parlamentarios.



El debate del texto se inició ayer con las exposiciones de la ministra de Educación, Mónica Jiménez, y de los senadores Soledad Alvear (DC), Andrés Chadwick (UDI), Ricardo Núñez (PS), y Nelson Ávila (PRSD).

Este último adelantó en su exposición su rechazo a la iniciativa, argumentando que en ella se "enmascara el afán de lucro", entre otros vicios.

En la sesión de hoy -para la cual hay 17 senadores inscritos para intervenir- expondrá el "díscolo" Alejandro Navarro, quien también adelantó su rechazo. "La LGE tiene un pecado original y es que es un acuerdo que contrarió los estamentos internos de la DC y del PS, que buscaban un cambio revolucionario".

Un lineamiento parecido, aunque sin adelantar en cuál dirección irá su voto, fue el que hizo el independiente Carlos Cantero, quien afirmó que "esta ley tiene mucha pirotecnia y no apunta a los problemas centrales que hoy tiene la educación".

En la vereda contraria, senadores del oficialismo y de la Alianza adelantaron su voto favorable, aunque anunciaron que se presentarán indicaciones, e incluso su condicionamiento a los proyectos paralelos a la LGE.

Para la sesión de hoy -que se prevé maratónica- la Alianza hará un llamado a respetar el acuerdo con La Moneda, aunque tanto desde RN como desde la UDI se plantearán fuertes reparos al proyecto paralelo de Fortalecimiento de la Educación Pública, que busca terminar con la municipalización.

Hernán Larraín, senador de la UDI, pidió respetar "el histórico paso positivo del acuerdo", aunque declaró que "quedan cosas por hacer", en referencia al proyecto que termina con la municipalización y que, a su juicio, no apunta a una mejora en la calidad. En la misma línea, el senador de RN Andrés Allamand dijo que "el proyecto nos parece pésimo. No es justo decir que la municipalización ha fracasado. Lo fracasado son las políticas públicas de la Concertación".

El presidente del PRSD, José Antonio Gómez, aseguró que anoche estudiaría el cuestionado proyecto paralelo a la LGE para "votar en conciencia", condicionando su preferencia.

En tanto, el senador Juan Pablo Letelier (PS) dio su respaldo al pacto, ya que, aunque planteará una serie de críticas -haciendo una reflexión sobre el objetivo final de la educación pública-, aprobará la ley "porque es mejor que lo que hay hoy".

La azarosa tramitación

El proyecto de la Ley General de Educación no sólo tuvo una azarosa gestación, sino también su tramitación legislativa ha estado repleta de sobresaltos.

De hecho, el acuerdo del 13 de noviembre del año pasado -tras lo cual fue despachado el texto sustitutivo de la LGE al Congreso- implicaba un protocolo que establecía enviar en el corto plazo otro proyecto que mejorara la enseñanza pública. Pero recién en junio -y tras la presión de parlamentarios oficialistas- el Gobierno ratificó este compromiso y comenzó a elaborar este proyecto de ley.

Fue este hecho el que consiguió ese mes la aprobación de la LGE en la Cámara, en conjunto con una indicación negociada con la Alianza.

El 23 de junio, el texto ingresa con urgencia al Senado, y su tramitación se vio demorada por las numerosas audiencias que definió el entonces presidente de la Comisión de Educación, Alejandro Navarro.

Tras la salida del parlamentario, el 12 de noviembre, esta instancia aprobó la idea de legislar.

Hace un año, el acuerdo se selló en La Moneda

El martes 13 de noviembre del año pasado, en La Moneda, el Gobierno, la Alianza y la Concertación -en una escena recordada por las manos tomadas y en alto- firmaron el acuerdo para modificar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE). Así se concretó un proceso cuyo puntapié inicial fueron las movilizaciones estudiantiles de la llamada "revolución de los pingüinos" de mayo y junio de 2006, que exigía cambiar la ley.


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