jueves, 26 de febrero de 2009

COMENTARIO POLITICO SEMANAL

PATRICIO GREZ

El narices Frei se encontró con Tatán Piñera en una celebración festivalera nocturna en Faldifia. ¿Como estas Eduardo? le dijo Tatán que se acercó caballerosamente a saludarlo...¿¿mmmmhhh?....¡¿ghhfrtzxsermmh!!!.....replicó el narigotas con su rostro de Moai y sin devolverle la sonrisa. La foto en La Tercera mostrando el incidente es de lo más divertido que me ha tocado ver este verano.


Nariguetas ha seguido repitiendo sus clichés. Mientras explotaban los fuegos artificiales en Faldifia el declaraba: "Zi Zi Zi...llegó el momento de que el Eztado intervenga...hay que eztatizar el Charchantiago, hay que potenziar el rol del Eztado, eztatizemoz los bancoz...zi zi zi, y eztatizemoz la minería privada puez Codelco eztá perdiendo plata y hay que potenziar a Codelco...zi zi zi...para poder pagarle laz millonariaz azezorías a todoz miz camaradaz".


Uno escucha a Eduardo y parece que el todopoderoso Estado estuvo minimizado y no hubiese "intervenido" los últimos 20 años, lo que es una mentira del porte de una catedral. Durante los 20 años de gobiernos de la Concerta el Estado pasó de extraerle 6.000 millones de dolaritos anuales a los contribuyentes en 1990 a 40.000 millones de billetes verdes este año. Los presupuestos para salud y educación se han multiplicado varias veces, con magros resultados. Las gigantescas empresas estatales como EFE, ENAP y especialmente CODELCO se han transformado en hoyos negros de pérdidas y corrupción. Pero Eduardo inzizte: "llegó el momento en que el Eztado intervenga." Esa manía de tratar de engañar a la gallada con cuchufletas sin contenido, como aquella de que "Yo vendí todo y zolo zoy un zervidor público", mientras nadie sabe a ciencia cierta como se ha manejado su fortuna de 15 millones de dólares.

Pero sigamos leyendo las joyitas que se manda el Narices desde el Sur, arremete contra los bancos: "No ze entiende que un zector que acaba de informar de millonariaz utilidadez, ezté comportándoze de manera abuziva a expenzaz del drama de milez de familiaz chilenaz".

Es el nuevo narigón, látigo anticapitalista, azote de especuladores, terror de financieros desaprensivos, al igual que Panchito Vidal, Nariguetaz ha decidido poner en su sitio a la malvada banca que estrangula al pueblo. Se van a enterar esos financieros desalmados, que a Panchito y a Eduardo se les ha acabado la paciencia. Y de momento, para que se note, les han cambiado las mullidas poltronas de cuero en los cócteles oficiales por unos pupitres en los que sólo falta el pizarrón para que Panchito y Nariguetaz castiguen a Hernán Somerville y Compañía a escribir cien veces que hay dar créditos a los pobres.

-Oiga, pero ¿la banca chilena no era el sostén del sistema, el sólido corsé de hierro que nos protegía de la quiebra mientras el mundo se hundía?

Eso era antes de que entráramos en tierra derecha al año electoral. El año económico partió malo y se viene peor. Descartada la oposición, que no colaría como chivo expiatorio, aunque trataron de culpar a Tatán por la caída de Wall Street, les ha tocado a los banqueros, que son los nuevos judíos y, como ellos, no tratan de parecer simpáticos y además son poco amigos de dar dinero a cambio de nada. Ya tenemos malos perfectos para esta película de terror en que se ha convertido la economía. Dan bien en el papel, tienen tradición antipática, acumulan beneficios y son blanco fácil para la demagogia. El icono popular de la codicia. A la picota con ellos, pues, que es gratis.

-¿Gratis? Pues como la gente se amotine contra los bancos vamos a tener un serio problema...

A este Gobierno lo que le importa es que no se amotinen contra él. Ahora lo urgente es cambiar la escenografía del poder, que es la preocupación principal de los cerebros mediáticos de la Concerta, y adecuar el vestuario de la representación. Que traigan la túnica de demagogo antiplutócrata, que se la va a poner el narigón tribuno para pasearse por el foro.

Pero que nadie se equivoque, porque el secreto de la demagogia está en su propia superficialidad. Esto son gestos para la galería; a los banqueros sólo los van a estigmatizar de boquilla. Porque si se encuentran con Sommerville en un matrimonio igual lo saludan efusivamente, mal que mal el partido necesita fondos y ya sabemos que Codelco es un limón al cual ya no se le puede exprimir más jugo.


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