miércoles, 4 de marzo de 2009

" EL ROBO HORMIGA "


En Chile, las millonarias pérdidas que se generan por concepto de “robo hormiga”, principalmente en el sector retail con los hurtos tanto en sus bodegas como dentro de los puntos de ventas y en el transporte, con la fuga de combustible, han sido desde siempre un tema complejo. Para esto, las empresas han generado e implementado mecanismos y herramientas tecnológicas para controlar, prevenir y castigar este tipo de ilícitos.

Para muchos el “robo hormiga” puede parecer inofensivo creando una discusión sobre los daños económicos que producen dentro de una empresa “Para un delincuente el robar unas barras de chocolate no es un delito, él cree que para el supermercado no representa pérdida” señala Martín Volante, Gerente de Operaciones en TI, de ALTO S.A. Sin embargo, 250 millones de dólares anuales en pérdidas en los retailers dejan de ser una pequeña cifra.

Para el profesional, es fundamental crear herramientas que prevengan, disuadan, controlen y castiguen este tipo de delitos. Es por eso que ALTO, empresa que maneja la seguridad del 70% del retail en nuestro país -tanto al interior de las tiendas como en las propias bodegas- entrega a sus clientes servicios en tres ámbitos; tecnológico, marketing y legalidad.

El primer mecanismo implementado por el área de desarrollo es su Data Mining, que permite utilizar la información extraída al momento de producirse el ilícito, almacenándola en una base de datos valiosa para las empresas, cuyo objetivo es entregar un panorama estadístico completo de qué, cómo, cuándo y quiénes son los que realizan los delitos, qué tipos de productos son los mas extraídos y en qué temporadas.

Estos y otros datos duros que van surgiendo son sumamente relevantes y valiosos para la reducción de robos. “A través del software, entregamos a nuestros clientes informes mensuales de lo que esta pasando con sus empresas para que estos tomen las medidas de precaución complementarias” señala Volante.

El segundo modelo de seguridad es uno de los más particulares; se trata de intimidar al delincuente a través del uso de su propia marca; “si el delincuente o el empleado de las bodegas ve nuestro sello, sabe que si es sorprendido en un delito flagrante no quedará en la impunidad”. Para esto, los logos están estratégicamente dispuestos en todos los recintos. Al mismo tiempo el ejecutivo señala que para los potenciales robos dentro de las mismas instalaciones se generan otros tipos de medidas preventivas orientadas a “educar” a los empleados, sin perjuicio de la confianza que debe existir entre las empresas y sus propios trabajadores.

El tercer sistema de control es otorgar servicios legales de persecución penal, empleando los conceptos de tolerancia cero. “Es muy importante que el delincuente sienta que su acción es un delito y debe ser castigado, para esto hacemos un seguimiento pidiendo las penas más altas” asegura el ejecutivo.

Este mecanismo también asegura y resguarda a las empresas representadas ya que no deben lidiar con el costo de imagen que implica ser un ente “castigador” de los delincuentes. Los resultados que arrojan este tipo de mecanismos son alentadores, ya que los retailers han logrado reducir casi en un 50% el “robo hormiga”, tanto al interior de la empresa como en los puntos de ventas.

CONTROL EN TRANSPORTE

Las distintas empresas dedicadas a este control y reducción de robos afirman que tanto en las bodegas de un retail como en la extracción de combustible en el transporte, el modus operandi es el mismo: “colusión”. Es así como en el transporte -segundo sector donde se registran pérdidas significativas por este fenómeno- se observan dos modalidades identificables; robo de combustible dentro de las estaciones de servicio, donde el operador carga sólo una parte del combustible, y fuera de ella, donde el transportista extrae el combustible del camión una vez realizada la carga.

Para controlar esta fuga, COPEC introdujo un sistema para medir las cantidades de litros que se cargan a través de un dispositivo TCT (Tarjeta Copec Transporte), que tiene integrado un chip electrónico que junto a una clave secreta asignada a los clientes maneja la cantidad de litros que circulan por las mangueras. Entre las facultades y beneficios que entrega el controlador, están lograr verificar gastos de petróleo, fechas de compra y lugares donde se usó la tarjeta, la cual limita al usuario en la cantidad de cargas por litros, ya que al cargar se generan distintas guías de despacho, frecuencia de utilización, consumos diarios semanales y mensuales, así como también permite autorizar la carga en estaciones de servicio prefijadas.

Para los clientes el control es total, ya que pueden acceder diariamente a la información del consumo vía internet a la facturación, rutas seguidas por sus vehículos, precios en cada una de las estaciones, conocer consumos diarios y rendimiento de las máquinas.

En cuanto a seguridad, se les permite bloquear la tarjeta en caso de extravío; “el sistema de alarma con la que contamos grafica el rendimiento de cada patente, de esta forma si se produce un robo podemos identificarlos a través de historiales de rendimiento y baja en el consumo” señala Miguel Escobar, Jefe de Área de Operaciones y Desarrollo de TCT, quien asegura que estos indicadores son fundamentales, ya que las rutas realizadas por las empresas están definidas. Por tanto, las empresas pueden sacar estadísticas certeras e identificar pérdidas si existiesen.

Al mismo tiempo, el acceso a los consumos diarios permite a las empresas diseñar rutas eficientes, seleccionando a priori las estaciones de servicio más convenientes. Una última herramienta importante que logra arrojar el mecanismo es la entrega de indicadores de costo. “En logística el saber el valor de cada kilómetro recorrido es un dato importantísimo para saber cuál es el acuerdo de tarifa que se va a cobrar” indica Escobar.

Todos estos mecanismos de gestión que principalmente administran el funcionamiento óptimo de los procesos, tanto en el transporte como en el retail, han reducido sustancialmente el “robo hormiga” en nuestro país. Si bien las cifras de pérdidas en el transporte son menores que en el sector del retail, el seguir desarrollando nuevas tecnologías de información seguirá arrojando resultados significativos, que si bien no hará desaparecer por completo los delitos si optimizará las operaciones dentro de la cadena logística, manteniendo en línea los márgenes de pérdida para las empresas.

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