jueves, 2 de abril de 2009

URUGUAY: La fiscal GUIANZE y el pasado delictivo de su marido:


Para conocer más acerca de la
fiscal Mirtha GUIANZE
y el pasado delictivo de su esposo,
José Jorge ALVARIÑO BARRERA

La fiscal Guianze es quien, contando con amplio e indisimulado respaldo gubernamental y las ultra frecuentes apariciones mediáticas, lleva adelante las causas judiciales contra quienes derrotaron militarmente a la guerrilla criminal que operó en Uruguay. Recuérdese que esta fiscal, de notoria vinculación con la izquierda, ocupó -sin venia del Senado- la Fiscalía de Corte antes que los diversos partidos llegaron al acuerdo que permitió designar, por unanimidad, en ese cargo, al Dr. Rafael Ubiría


Las acusaciones de esta fiscal apuntan contra quienes, en su momento, se enfrentaron a la organización terrorista. Los ahora perseguidos, política y judicialmente, aparecen señalados como “violadores de ddhh” por quienes integraron aquellas mismas organizaciones subversivas.

En el sitio web http://www.envozalta.org/josealvarino.html se afirma que “entre otras barbaridades jurídicas, buscando venganza”, la fiscal “otorga el valor de prueba a suposiciones, o declaraciones de terceros cuya identidad es anónima, para justificar una declaración falsa, a su vez falsea la descripción de una edificación, da por probado el traslado de personas en un vuelo aéreo, que queda probado que no existió, formula hipótesis y luego asigna a las mismas el valor de prueba, …”.

Desde la cárcel, el Tte.Cnel. José Nino Gavazzo, en carta dirigida a órganos de prensa, responde a la fiscal Guianze y revela impactantes datos referidos al “pasado tupamaro” de José Jorge ALVARIÑO BARRERA, esposo de la fiscal. Incluye el dinero recibido, proporcionado por el M.L.N. (y obviamente mal habido) nombres, direcciones y teléfonos de los contactos clandestinos que mantuvo el marido de la fiscal, hasta el momento de su detención y posterior procesamiento.

La fiscal admitió, ante los medios de comunicación, que a su marido “le pidieron esconder gente del M.L.N. cuando éste ya estaba desbaratado y él habló para conseguir un lugar”. Al ser recusada por los integrantes del mismo Ejército que detuvieron a su esposo, la fiscal respondió que su marido no fue tupamaro, ni perteneció al M.L.N., ni fue procesado por integrar dicho movimiento. Sin embargo, el expediente judicial que termina con el procesamiento es muy claro, especialmente en las declaraciones del propio procesado, quien fue detenido a mediados del año 1972, es decir, en pleno régimen constitucional democrático y en la plenitud del último auge militar terrorista y no, como manifiesta la fiscal, “Cuando el M.L.N. ya estaba desbaratado”. Finalmente resultó procesado el 20 de noviembre del mismo año.

La información agrega que el esposo de la fiscal “mantenía sus contactos con el grupo terrorista a través de un integrante del mismo, de nombre Luis Mattos Casal”, quien “le pidió conseguir lugares para esconder insurgentes clandestinos”. Este sedicioso lo conecta con otro de nombre “José Clavel, que es quien le suministra dinero para que viaje y haga contactos en la Argentina”.

Cumpliendo las órdenes de la organización guerrillera, “el esposo de la fiscal, inicialmente se comunica en Buenos Aires con Modesto Lobeto en el teléfono de entonces 928404, de esa ciudad”. A raíz de esa comunicación telefónica y de otras directivas recibidas del M.L.N., Alvariño Barrera recibe de la organización terrorista varios miles de pesos y viaja a Buenos Aires a coordinar el traslado ilegal de clandestinos y prófugos, conectándose personalmente en dicha ciudad con el ya citado Lobeto y con otro cómplice llamado Cayetano Yomane, domiciliado en la calle Nuñez al 1500 del barrio Dock Sud, coordinando -a su regreso a Uruguay- con miembros de la banda delictiva, la forma y el momento en que se harían los traslados. Alvariño, esposo de la fiscal, debería retornar a Buenos Aires. Por estos hechos es que José Alvariño Barrera resulta procesado: por asistir a la asociación para delinquir.

Se recuerda en la misma página que la fiscal es “militante de ideología marxista–leninista, por lo menos hasta la caída del bloque soviético”, ideología que es la antítesis del sistema democrático. Luego del derrumbe de la ex URSS, el partido al cual pertenece (Socialista) “se declaró solo marxista”, lo cual no varía mucho la cuestión. En el marco de esa militancia socialista, llegó a ser candidata electoral y una de las veces que ella fue detenida, lo estuvo por insultar soez y públicamente al Presidente de la República de aquel entonces, democráticamente electo, quien “en un acto de magnaminidad, del cual son capaces sólo integrantes de los Partidos Políticos tradicionales, hizo que no se procesara denuncia alguna, por lo cual recobró su libertad”.

En la misiva también se afirma que la posición de la fiscal “nos aproxima cada vez más al concepto de las “repúblicas bananeras”, carcome los cimientos, la esencia de nuestro sistema judicial, denigrando a la justicia con oprobiosos dictámenes jurídicos, copiados de otras poco fiables justicias, en especial la Argentina, ejemplo de corrupción, sometimiento al poder político y, por ende, de injusticia, como sobran ejemplos recientes ampliamente publicitados”.

Añade la nota que la fiscal Guianze, “en sus acusaciones, al no poder lograr pruebas mínimas para solicitar una condena, opta -sin prurito alguno- por el camino de la tergiversación, la falsificación de hechos, la mentira encubierta, haciéndolo mediante el disimulado cambio en la transcripción de declaraciones de testigos e indagados, el traspapelamiento de hechos ocurridos en otros países, como si hubieran sucedido en el nuestro, asigna -sin prueba alguna- procederes inexistentes a las FFAA, asigna a indagados cargos que no tenían, asigna dependencias jerárquicas militares que nada tienen que ver con las leyes vigentes, inventa la existencia de una base arrendada en Montevideo, no sólo sin pruebas sino con firmes pruebas de lo contrario. Prejuzga permanentemente y otorga el valor de prueba a suposiciones, o declaraciones de terceros cuya identidad es anónima, para justificar una declaración falsa, a su vez falsea la descripción de una edificación, da por probado el traslado de personas en un vuelo aéreo, que queda probado que no existió, formula hipótesis y luego asigna a las mismas el valor de prueba…”

La publicación termina aseverando que el proceder de la fiscal es “desvergonzado, desprolijo y parecería no destinado a obtener justicia, sino a ejecutar una venganza…”

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1 comentario:

Unknown dijo...

No puede convivir con personas de nuestro país, es una sinverguenza. Corresponde que sea deportada a Cuba y que allí disfrute del régimen.